#ExageroComoWarrior: ¡Levántate de la lona!
“La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva”.
José Saramago
Seguro estoy que muchas veces al despertar te has llevado las manos a la cabeza y por más que deseas levantarte no puedes. Te quedas observando a la nada mientras intentas conectar tu circuitos interiores y dejas pasar los minutos hasta que un grito, un claxon o algún sonido estridente te hace reaccionar.
Cuántas veces no te has tumbado en algún parque cuando te sientes un tanto triste, nostálgico o ansioso. Hay algo que no te permite sentirte pleno y satisfecho. Todos nos hemos sentido derrotados, sin deseo alguno de continuar nuestra propia batalla, con ganas de tirar la toalla. Y te sientes así porque perdiste alguna propuesta, porque dejaste ir la oportunidad que quizá hubiera cambiado tu rumbo o porque simplemente alguien más te venció en alguna carrera parejera de la vida.
¿Sabes algo? Inspírate. Cierra fuerte los ojos, aprieta los puños, respira profundo y repasa en tu mente lo que hizo el Liverpool frente al Barça recientemente en duelo de semifinales de la UEFA Champions League. Tú qué sabes cómo se sentía Divock Origi antes del juego de vuelta. Seguro la noche previa no pudo ni dormir de preocupación de saber que debía salir nuevamente a escena con una loza pesada en la espalda tras una ida fatídica en Barcelona.
Todos señalaban al cuadro blaugrana como amplio favorito para instalarse en la gran final. Más de medio mundo o tal vez el mundo entero, le otorgaba boletos a Messi y compañía para volar a Madrid para el juego decisivo por la supremacía europea.
¿Cuántas veces en nuestras vidas hemos sido el Liverpool? ¿Cuántas veces hemos fallado en el momento cumbre, en el instante donde no debemos equivocarnos? Seguramente miles. Pero te pregunto, ¿cuántas veces has sido capaz de dejar atrás lo más pronto posible el amargo episodio, de aprender de la derrota y de encontrarle el valor y la justa dimensión para levantarte, reponerte y ganar tu siguiente batalla?
Inspírate. Inspirémonos. Tomemos el modelo de Georginio Wijnaldum que hizo estallar Anfield llenándolo de esperanza cuando la noche pudo ser una de las más oscuras de su historia. Estudiemos al propio Divock Origi que hizo lo impensado, que se salió de toda proporción, que fue capaz de aplastar estadísticas en contra y que pudo vencer al todopoderoso Barcelona.
Que nunca te espante una batalla que no has iniciado por más herido que te haya dejado alguna situación por compleja, dolosa o injusta que sea. Si sientes que la noche te consume, que las preocupaciones te rondan entre cada inhalación y los nervios te apabullan y atormentan la mente, piensa en el Tottenham; en la fantástica película que escribió en 90 minutos en la vuelta de la otra semifinal de ensueño.
Toma como ejemplo la entereza de Vertonghen y de Alderweireld, quienes en la ida vieron cómo se desvanecía su ilusión de llegar a la gran final con el gol del Ajax en los pies de Donny van de Beek. ¿Te imaginas todo lo que les pasó por la cabeza? ¿Puedes comprender su dolor de caer en casa y de perder el partido que tenían prohibido perder?
Ambos se recuperaron. Estrecharon las manos y entendieron que la vida les ofrecía otra oportunidad más para hacer historia. Que afuera de sus puertas, otro tren los esperaba con destino a la gloria. Todos sabemos lo que pasó. Ninguno dudó en abordarlo y nada les volvió a espantar. Ni siquiera el tempranero gol de Matthijs De Ligt ni el de Hakim Ziyech. Con todo en contra, con turbulencia y tormenta, con agonía en la grada y microinfartos en el banquillo, Lucas Moura se vistió de héroe con un triplete para enloquecer al planeta.
Intenta desde ahora ser el Pochettino de tu vida, el Klopp de tus decisiones. Decídete a hacerlo aunque alguien te haya apuntado en la frente en son de burla o te haya dicho que no podrías y que nunca podrás. Las gestas del Tottenham y del Liverpool no sólo hacen bien al futbol, le hacen bien al deporte e impactan positivamente para la vida. Bendita Champions League.
Sí, levántate de la lona. Que mientras haya vida hay esperanza. Mientras tengas segundos, tendrás minutos y mientras tengas minutos, tendrás horas. Ninguna derrota te puede vencer para siempre. Si alguien te dice lo contrario demuéstrale que tu corazón late como el del Liverpool o el del Tottenham.
