El arte de la guerra, en manos de Huawei

Cuando leas estas líneas, probablemente en los periódicos estemos informando que los altos directivos de las empresas chinas de tecnología no estuvieron presentes en la feria de tecnología más importante del mundo, el Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas. Resulta que al cerrar el año 2018, Huawei sufrió un golpe muy fuerte, tan fuerte que hizo que se tambaleara la compañía en toda América.

La empresa ha tratado desde hace muchos años de posicionarse como una empresa moderna, con gran diseño y más innovación que nadie. Pero desde el gobierno de Estados Unidos parecería que lograron aplacarlos con un movimiento estratégico y escandaloso que tuvo lugar en Canadá.

“La presidenta financiera de Huawei, Meng Wanzhou, de 46 años, quien también es hija del fundador de la compañía, fue arrestada el 1 de diciembre a solicitud de Estados Unidos”, nos informó Reuters como noticia de alta relevancia, de último minuto. Esa detención generó tensión internacional. “La detención, revelada por las autoridades canadienses a última hora del miércoles, forma parte de una investigación estadounidense sobre un supuesto plan para utilizar el sistema bancario global con el fin de evadir las sanciones de Washington contra Teherán”.

Hablando de guerra comercial entre Estados Unidos y China, podría considerase como un bombardeo de precisión. El golpe se dio unos días después de la cumbre del G20 en Argentina, de donde el líder chino Xi Jinping, y el estadounidense, Donald Trump, salieron con una tregua de seis meses de paz en el terreno de los aranceles que fue muy bien recibido por los mercados.

Las autoridades estadounidenses han estado investigando a Huawei desde hace muchos años. Uno de los puntos que les preocupan, según documentos desclasificados a los que hemos tenido acceso desde 2012, es la relación de esta empresa con los militares chinos.

Imagine el escenario: Huawei desarrolla la infraestructura para que su teléfono de Telcel (o la marca que desee), funcione en todo el país y cuente con internet. Tiene desde la tecnología óptica para que viajen los datos, hasta los cables y antenas para darle vida a los centros de información que frenéticamente trabajan sin parar en puntos estratégicos que, en algunos países, son considerados clave para la seguridad nacional. Cuentan con un ejército de hackers a su servicio para frenar ataques externos y con otro de data scientists para interpretar las masivas bases de información que administran globalmente. Y también desarrollan algunos de los smartphones más poderosos del planeta, además de los más vendidos. Por si fuera poco, usted paga por todo ello y genera un negocio de muchos cientos de miles de millones de dólares anuales, que en la marcha le quita poder a empresas como Cisco, Apple, Microsoft, Amazon y todas las que se le atraviesen a sus científicos.

De acuerdo con los expedientes desclasificados, Ren Zhengfei es el personaje clave de toda esta trama internacional que habla de espionaje, lavado de dinero, desobediencia a las órdenes de Estados Unidos y ventajas de inteligencia comercial y política. Ren es el papá de la detenida en Canadá y es el fundador de Huawei.

Su leyenda dice que fue miembro del cuerpo de ingenieros del ejército chino como soldado. Luego trabajó en Liao Yang Chemical Fiber Factory, donde se convirtió en director adjunto. En 1983 se retiró al disolverse el cuerpo de ingenieros. Cuentan que Ren estaba muy insatisfecho con su bajo salario y los trabajos que encontraba, por lo que en 1987 fundó Huawei. Los representantes de la empresa evitan hablar de su pasado militar.

Probablemente entenderás la tensión que se vivió en Las Vegas en ese momento, cuando el poder de los creadores de tecnología china se puso a prueba y todos se preguntan cómo responderían, como dragones heridos con sed de venganza, o como los sumisos chinitos que nos pintan en las películas de vaqueros.

Hace unos años, altos directivos de Huawei me regalaron un libro, “El arte de la guerra”, de Sun Tzu. En alguna de las páginas dice: “Un verdadero maestro del arte de la guerra somete a las tropas enemigas sin luchar. Conquista las ciudades sin asediarlas y derroca sus reinos sin campañas prolongadas en el campo”.

La presencia de los chinos en el CES dirá mucho.

Otra vez Sun Tzu: “Si tus fuerzas son iguales, puedes luchar. Si tus fuerzas son inferiores, emprende la retirada”.