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MAKJ: “TRABAJÉ POR OCHO DÓLARES LA HORA”

Escrito por:Jafet Gallardo

MACKENZIE Johnson es uno de los dj ’s más importantes del momento, además de un expiloto de carreras. Viajamos a Cancún para entrevistarlo y descubrimos que antes de tocar en el Festival TomorrowWorld, preparaba sándwiches en un local.

Por ARTURO J. FLORES
Fotografía de ROMÁN GÓMEZ @PLAYADURA

¿Cuál es la mejor parte de un show?

Los diez minutos después de que me bajo. Tengo el cuerpo lleno de endorfinas. También depende mucho del tipo de show: si se trata de una noche larga, con amigos y de fiesta, es el paraíso; pero si tengo que ir del hotel al show y de regreso, me ataca un sentimiento muy extraño y tengo que confinarme en el silencio de una habitación.

La política no va nada bien en el mundo, pero los dj’s como tú se encargan de hacernos bailar. ¿Reflexionas a menudo sobre la importancia de tu trabajo?

Suena a cliché, aunque es real. Estoy aquí por las personas. Incluso si sólo te quedan dos dólares en el bolsillo, querrás divertirte, tomar un trago, ir a un club. Así que si puedo brindar alegría a la gente por esos últimos dos dólares, ¡me siento realmente bien!
A propósito del tiroteo ocurrido en Cancún, durante el BPM, ¿crees que deberíamos luchar más por nuestro derecho a la fiesta, como dicen los Beastie Boys?
¡Definitivamente! Un Festival se trata de música, pero también de política, porque la industria de la música y la industria de las drogas son igual de enormes. Lo que pasó con el bpm fue una gran tragedia. Algunos de mis amigos estuvieron ahí.
Fuiste piloto profesional. ¿La música electrónica y las carreras de autos tienen algo en común?
La adrenalina. Cuando corría, trabajaba solo; cuando pongo música, hago equipo con la gente. Cuando corría era para mí; cuando toco es para ellos.
Gente como Steve Aoki y Tiësto aparecen como headliners de los grandes Festivales de rock. ¿Estás de acuerdo en que los dj’s son las nuevas estrellas de rock?
¡Absolutamente! Soy mucho más exitoso como dj de lo que hubiera sido dentro de una banda. Todo lo que necesito viene dentro de una usb, la conecto y listo. A los promotores les conviene. Hacen más dinero contratando a un dj que a una banda con diez personas a la que hay que pagarle. Se trata de un formato distinto, porque yo no puedo hacer lo mismo que una, pero puedo dar un gran show en un club para docenas de personas. A veces me siento una mierda cuando veo lo dominada que está mi generación por la tecnología.Estuve viendo tus actuaciones en YouTube, ¿no te sientes un poco solo ahí arriba, cuando tocas en un Festival?
Un poco. Pero trato de concentrarme en mirar las primeras filas. Cuando hay 30 ó 40 000 personas delante de ti es lo único que alcanzas a ver.

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Velo de este modo: Los hombres asistimos a los clubes por una sola razón, para ligar. Si las chicas no están bailando, será más complicado para ellos convencerlas de ir a la cama. Así que me siento responsable. Lo que más me gustaría es que ellos dijeran: “¿Recuerdas el set de Makj de Cancún? Me acosté con una chica al final”.

¿El spring break es tan salvaje como en los viejos tiempos?
Nunca lo viví en los 90 y el de los dosmil lo experimenté a través de fotografías y videos, pero sí creo que la locura se transformó. Un hombre me platicó que antes era bartender de un lugar por el que pasaban miles de universitarios cada noche. ¡Durante siete semanas! Ahora la gente se revienta con todo el primer día, porque no quiere arruinar el resto de sus vacaciones.

¿Y con las drogas es similar?

El público de cada país es distinto porque cada uno usa diferentes drogas. El tequila es lo que más se bebe en Cancún, pero en mi país se acostumbra más el vodka. En los festivales europeos se meten más MDA, que les da más energía para bailar y concentrarse en las luces.

¿Cómo fue vivir en China?

No te lo imaginas. A la cultura asiática le fascina lo occidental, tanto que China es uno de mis mejores mercados. Son muy hospitalarios. Había una celebridad local que era actor, cantante, comediante, todo en uno, y me invitó a su programa de tv. ¡Todos querían ser una Kardashian!
Como corredor, ¿alguna vez estuvo en riesgo tu vida?
Me rompí la cadera en un accidente. Fue una de las últimas competencias en las que participé en el sur de Asia.
¿Cuál fue el mejor consejo de tu maestro dj Am?
Que tratara a todo el mundo con el mismo respeto con el que trataría a mis padres. No sabemos qué vueltas dé la vida y un día te puedes arrepentir de haber tratado a alguien como una mierda.
¿Te gusta la música electrónica exclusivamente?
No solamente. Led Zeppelin, Tom Petty, ese tipo de artistas son los que oigo por placer. Todo el día estoy sumergido en la música dance.La gente ya no quiere comprar música, sino bajarla gratis.
Es el más grande de los contratiempos a los que nos enfrentamos. Metallica fue uno de los primeros combatientes contra las descargas ilegales. Grupos como ellos confiaban en que la gente iría a una tienda a comprar sus discos, pero la realidad se encargó de darles una lección. Si no hubiera sido por esos blogs de intercambio musical seguramente que yo no estaría aquí. Las descargas ilegales construyeron mi carrera. Justo mañana regalaré uno de mis remixes a la red. La gente no quiere comprar una canción de 99 centavos. A nadie le importa si te tomó 15 horas completar la mezcla.

¿Te gustan los tutoriales de YouTube para hacer música?
Son maravillosos. Antes la gente no hacía tutoriales porque todo el mundo quería esconder el conocimiento. Yo por fin comprendí que hay algo que la gente no puede robar: mi creatividad. Puedo enseñarte cómo hago mis remixes, pero nunca te quedarán idénticos a los míos.

¿Eres un geek?
Sí. Siempre he reconstruido mis computadoras. La música me permitió llevar mis pasiones nerds al extremo, porque sólo necesito mi laptop. La gente cree que los dj’s grabamos canciones en estudios de dos millones de dólares, pero no. Soy yo con mis audífonos en Starbucks.

Los rockeros dicen que los dj’s no son músicos, ¿te consideras un músico?
En cierta medida, sí. Soy dj desde los 15, desde entonces animo fiestas, y mi sensibilidad musical radica en leer a una audiencia. No existe nada más incómodo que poner música y que la gente no reaccione.

Están haciendo un documental sobre ti. ¿Ya te acostumbraste a que te sigan las cámaras?
No es tan extraño como imaginé. Hablar con la cámara es como hacerlo con otra persona y como mi manager siempre me dice: “Cuando alguien te ponga nervioso, imagínatelo sentado en el excusado”.

¿Cuándo te diste cuenta de que eras famoso?

Cuando una amiga de mi mamá, de 61 años, me pidió que le firmara la carcasa de su celular porque me vio tocar en Coachella. ¡Pero si no soy Tom Hanks!, pensé.

Pero puede no ser para siempre ¿Te atormenta el futuro?
Ni siquiera sé lo que haré la semana que entra. Sólo me preocupa poder vivir a mi manera. Antes de hacer esto, tuve el peor trabajo de mierda del mundo. Preparaba sándwiches en un local, ganaba ocho dólares la hora y me regalaban cerveza. Lo que más deseaba era salir de ahí, ser mi propio jefe. Y mírame, hoy estoy en Cancún. A veces necesito que alguien me diga: “Date cuenta, tu vida es maravillosa”.