Este 14 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, una conmemoración para concientizar sobre la importancia de dormir bien y para promover los hábitos del sueño saludable.
Asimismo, este día se invita a reflexionar sobre los trastornos del sueño y sus consecuencias.
Es por ello que aquí te contamos algunos secretos para un buen descanso.
Dormir bien no es un lujo, es una necesidad. Sin embargo, millones de personas en el mundo despiertan cada día con la sensación de no haber descansado lo suficiente. ¿La culpa es del estrés, de las pantallas o hay algo más que estamos pasando por alto?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que dormir menos de las horas recomendadas —al menos 7 horas diarias en adultos— puede aumentar el riesgo de enfermedades como hipertensión, diabetes, obesidad e incluso problemas de salud mental.
A pesar de ello, más del 45% de la población mundial no duerme lo suficiente, según la World Sleep Society.
En México, el problema es igual de alarmante: cerca del 30% de los adultos sufre de insomnio, y 1 de cada 4 niños tiene dificultades para conciliar el sueño o mantener un descanso reparador.
Según Patricia Beltrán, asesora de sueño infantil y adulto con más de 10 años de experiencia, muchas personas piensan que duermen mal por factores externos como el ruido o la luz, pero no consideran que la superficie sobre la que descansan podría ser la raíz del problema.
“Si te despiertas con dolor de espalda, sientes calor excesivo por las noches o te mueves constantemente en busca de una mejor posición, es probable que tu colchón esté afectando directamente la calidad de tu descanso”, explica Beltrán.
La ciencia del sueño ha demostrado que la calidad del descanso no depende solo de la cantidad de horas dormidas, sino también de la forma en la que dormimos.
Aquí es donde entra en juego un factor muchas veces ignorado: la superficie de descanso.
“El colchón no solo debe ser cómodo, sino que debe ofrecer el soporte adecuado para la columna y permitir una correcta circulación del aire para evitar la acumulación de calor”, agrega Beltrán.
Desde hace siglos, los humanos hemos buscado mejorar la forma en la que dormimos. La evolución de las técnicas y materiales de descanso ha permitido que hoy en día existan soluciones diseñadas para ofrecer una experiencia de sueño más reparadora.
La elección de un colchón adecuado, hecho con materiales naturales como algodón y lino, puede marcar una gran diferencia al permitir la regulación de temperatura y mejorar la postura durante el sueño.
Beltrán señala que “cada vez más personas entienden que el descanso es una inversión en su salud. La forma en la que dormimos impacta directamente en nuestro estado de ánimo, nuestro rendimiento y nuestra salud a largo plazo. Invertir en un buen descanso es invertir en calidad de vida”.
La importancia de dormir bien sigue cobrando relevancia en un mundo donde el estrés y las rutinas aceleradas afectan la calidad del descanso.
En este panorama, contar con las herramientas adecuadas para mejorar el sueño se vuelve una necesidad estratégica para la salud y el rendimiento diario.
El Día Mundial del Sueño no solo nos recuerda la importancia de dormir, sino también de dormir bien.
Invertimos un tercio de nuestra vida en la cama, y sin embargo, es uno de los aspectos menos considerados cuando hablamos de bienestar.
Dormir en un colchón adecuado no es un capricho, es una decisión que impacta directamente en el rendimiento diario, el estado de ánimo y la salud a largo plazo.
Y si bien cada persona tiene necesidades distintas, la clave siempre será la misma: dormir sobre una superficie que favorezca el descanso, no que lo obstaculice.
Este 14 de marzo, la pregunta no es cuántas horas duermes, sino cómo las estás durmiendo.
¿Sabes cuánto necesitas dormir? Acá te decimos