CANELO VS GGG 2, la rivalidad se inflama
Tras su empate del año pasado, el mexicano y el kazajo se enfrentan este 15 de septiembre en Las Vegas por el Título Mundial de Peso mediano para establecer la supremacía boxística en una revancha llena de polémica.
Como le ocurría al Rey Midas con el oro, todo lo que toca Saúl Canelo Álvarez parece destinado a convertirse en bolsas importantes… y mucha polémica. El ascenso fulgurante del tapatío ha opacado las carreras de otros peleadores de su generación, e incluso hizo olvidar el empecinamiento en crear una rivalidad mediática con el hijo de la leyenda, Julio César Chávez Jr.
Ahora, a sus 28 años y en plena madurez como boxeador, el siempre cuestionado Canelo vuelve a verse las caras con el boxeador más completo y peligroso de su trayectoria pugilística: Gennady Golovkin, alias GGG, para unificar el Título Mundial de Peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). El kazajo de 36 años representa el mayor peligro a su integridad física y prestigiosa para el jalisciense; considerando el potencial de noqueador y los depurados recursos boxísticos de GGG, quien además lo supera en es- tatura y está considerado el mejor peleador libra por libra por la publicación The Ring.
Saúl Álvarez llega a su revancha con Golovkin envuelto en un escándalo por consumo de sustancias prohibidas (clembuterol por ingesta de carne contaminada) que le valió una suspensión temporal por la Comisión Atlética de Nevada y retrasó el cumplimiento de la revancha entre dos pugilistas mediáticos que se había pactado originalmente para el pasado 5 de mayo.
Tras el reacomodo de la velada para este 15 de septiembre, Canelo sube al encordado con el deber de demostrar a propios y a extraños sus credenciales de púgil. Si bien la credibilidad ha sido siempre una asignatura que ha cumplido con victorias, Álvarez se encuentra ahora ante un pleito que se calentó con las acusaciones de Golovkin sobre su ética como boxeador. Lleno de molestia, el kazajo definió al tapatío como “el rival más desagradable y más sucio que he tenido, sucio porque ha tomado sustancias prohibidas y trata de culpar a otras personas”.
Diana Varguez, arte y mexicanidad
Pero lo cierto es que Golovkin tampoco se siente cómodo ante la obligación de demostrar de una vez por todas su superioridad frente al Canelo. GGG resiente la edad, el campamento, la presión mediática. Entre cámaras y periodistas, ahí donde Canelo parece haberse adaptado a su elemento, GGG flaquea, protesta y exige distancia de los medios. Además, Golovkin es consciente de la peligrosidad noqueadora de Álvarez, quien fue capaz de incomodarlo en distintos momentos de su primera batalla que se declaró como empate en septiembre pasado.
Polémico como pocos, el episodio uno de la rivalidad dividió opiniones entre los fans, los expertos y hasta los propios jueces, y abrió una ventana para cuestionar al que se consideraba el peleador más dominante del boxeo de nuestros días. Hay una variable física a resaltar: en esta ocasión, Álvarez fue operado y esperará contar con la recuperación de su rodilla al cien por ciento para pelear en la distancia corta, presionar con sus golpes y hallar la combinación adecuada que le permita maltratar al campeón. Lo cierto es que el combate vuelve a delinear la posibilidad más que latente de un knock out. El mexicano ha asegurado que se plantará en el cuadrilátero con el deseo de derribar al campeón kazajo, y salvo que demuestre una verdadera superioridad round por round, sólo la estancia en la lona de GGG podrá asegurarle una victoria ante un rival tan complicado.
Por su parte, el púgil de Kazajistán también ha declarado que el tapatío se irá noqueado. En un vistazo a su hoja de estadísticas, Canelo tiene un porcentaje de casi 70 % de victorias por la vía del cloroformo, mientras que Golovkin ha ganado por KO en 34 de sus 38 victorias como profesional. Así que hay verdadero punch en ambos combatientes para asegurar una noche donde el honor se recupere a punta de golpes potentes y caídas estrepitosas.
