Camila en entrevista: “Respeto más a la música que a la Iglesia”

En un mundo en el que las historias sólo duran 24 horas, constantemente se debe crear contenido nuevo para mantenerse relevante. De lo contrario uno puede ser olvidado en la realidad que parece sólo tener unos segundos de atención.

Por muchas razones, Camila no es una banda que siga las normas actuales de la industria. No tienen miedo en trabajar por cuatro años en un disco, durante las palabras que tuvimos con Mario, nos mencionó que son un vino de reserva. Una barrica con varios años de añejamiento en un mercado lleno de tempranillos.

Está por llegar un nuevo ciclo con el estreno de su nuevo disco, Cianuro y Miel. En el marco de su próximo estreno tuvimos una plática con los dos integrantes de Camila, Mario Domm y Pablo Hurtado, quienes nos confesaron las claves para seguir sobresaliendo en este mundo de líquidos.

PLAYBOY: Curiosamente con su disco debut Todo cambió, ¿esperaban este éxito inmediato? ¿Cómo lo vivieron?

MARIO: Sin duda no lo esperábamos, recuerdo que llegué preocupado con mi manager y le pregunté cuántas copias teníamos que vender para que Sony nos pudiera hacer otro disco, me contestó que teníamos que llegar a 50 mil por lo menos, y llevábamos 30 mil. A los meses seguíamos sin vender discos, se hizo una junta con todo Sony Music, ellos dijeron: “Camila va muy bien, en radio suenan mucho, la gente canta sus canciones; pero no están vendiendo discos. Como esto es un negocio hay que dar la carta de retiro”. Esto fue después del segundo single y votaron para promocionar un tercero, la mitad votó por el sí y la otra mitad por el no, sólo ganamos por un voto; por lo que invirtieron en Todo Cambió y a los dos meses vendimos un millón de discos.

Ahí sí se volvió una premonición Todo Cambió y nos dio gasolina para mostrar muchas más canciones. La gente que no creía en nosotros ahora sí creyó, los que no opinaban comenzaron a opinar y a los que no le importaba les comenzó a importar, y aquí estamos [risas].

PLAYBOY: ¿Cómo ha evolucionado Camila en este tiempo?

PABLO: Ha sido muy natural, creo que el ciclo de cada álbum (al ser de cuatro años) nos ha permitido vivir mucho entre cada disco y poder tocar temas distintos. Vamos creciendo y evolucionando, tanto personalmente como musicalmente, y el sonido de la banda en cada disco ha ido adquiriendo texturas diferentes; pero creo que ha habido una línea que se ha mantenido y esa es la esencia de Camila que nos gusta mantener y dentro de eso jugar con ciertos elementos.

Ahora ya somos papás, en estos 15 años de carrera hemos vivido mucho, hemos aprendido de lo bueno y lo malo, y todo eso se ha visto en cada álbum. Siento que este disco, que se llama Cianuro  y Miel, tiene unas letras muy distintas y tiene esa evolución personal y musical.

PLAYBOY: Este tiempo que se dan entre discos es algo de lo que pueden aprender otros grupos. Es muy necesaria esta especie de añejamiento; pero en este mundo que cambia completamente cada cuatro años, ¿cómo han visto esta evolución en la industria?

MARIO: Fíjate que nunca había escuchado ese ejemplo y es muy bueno. Creo que Camila es un vino que sí es reserva, sí está en la barrica un tiempo y no somos tempranillos [risas].

PABLO: Hemos visto esta evolución en la industria musical, del disco anterior al nuevo es totalmente otro mundo. Todavía nos tocó lanzar un disco donde era mayormente venta de copias físicas y ahora las plataformas digitales juegan un papel fundamental, creo que es positivo porque es la respuesta a todo ese caos que hubo entre la piratería y esta nueva etapa en la que ya está más controlado. Es una gran oportunidad de llegar a muchos países más, la música ahora ya no tiene fronteras.

PLAYBOY: Entonces ¿ven un avance con el streaming o es más difícil destacar en este mundo de miles de propuestas musicales?

MARIO: Es un arma de doble filo, la música buena siempre va a sobresalir. Es difícil saber qué música es buena, cuando uno hace canciones lo hace con mucho amor y vulnerabilidad; pero la gente es la que decide si conecta con lo que haces. En Camila siempre hemos hecho música y de las canciones que hemos hecho, unas tienen las piernas más largas y otras más cortas, unas llegan más lejos y otras ni siquiera despegan. Ese es el misterio maravilloso que viene de una energía que no se puede ver, por eso no todo mundo lo puede hacer, no hay fórmulas, simplemente uno crea y hace lo mejor posible. Siempre estamos con mucho apego a la hora de hacer un disco y después ¡Fuck It!, que se vaya, que camine y que pase lo que pase.

PLAYBOY: Con este auge del género Urbano, ¿no se han visto tentados a cambiar su estilo?

MARIO: No, hemos tenido muchas ofertas. Cuando uno pone las manos en el piano y te das cuenta que sería completamente antinatural, pretencioso y negativo para nuestra carrera. Además que no nos gusta, es un tipo de música que nos la pasamos bien en la playa bailándola; pero a la hora de crearla no es un traje que nos quede. Siempre hemos sido muy coherentes, respeto más a la música que a la Iglesia, hay que ser muy cuidadoso con lo que decimos y con lo que cantamos en las canciones. Camila no rellena espacios, todo lo que escucharás que hacemos es porque fue pensado, concebido y descargado con alevosía y ventaja.

PLAYBOY: Volviendo un poco a sus inicios, ¿hay algo que les hubiera gustado saber antes de alcanzar el éxito que han tenido?

MARIO: Está buenísimo uno darse unos chingazos por su propia cuenta [risas]. El otro día me di cuenta que soy el más joven de todos mis amigos, no sé por qué la vida me ha puesto con gente que admiro y que sólo con estar cerca uno se da cuenta de lo que tiene que hacer. Camila es una banda que comenzó con muchos otros grupos que ya no existen, aprendemos de eso… qué pasos dieron (para no darlos) y qué pasos dieron los grandes para darlos.

PABLO: Ir observando mucho la carrera de otras personas, hay muchos ejemplos de lo que hay que hacer y lo que no. Creo que la perseverancia es algo bien importante, que hagan las cosas por amor a la música, la fama  no es el objetivo, sino hacer música que conecte con la gente y con la que te sientas cómoda haciendo.

MARIO: En este tiempo en el que la industria está tan confundida, la urna de la música está tan revuelta que yo me siento feliz de decir que tengo más canciones que followers.

PLAYBOY: La vida de los músicos se puede dividir en dos: el estudio y las giras; pero en Camila es mucho más notable, ¿cuál esfera les gusta más?

PABLO: Disfruto las dos por igual, el estudio es el momento para poder crear, experimentar con sonidos y tratar de plasmar algo diferente; como en nuestro caso esto ocurre cada cuatro años, es un tiempo de acumular experiencias y aprendizajes. Tratar de plasmarlo en un disco siempre es una gran oportunidad. Sin embargo, el poder tocar en vivo es algo mágico, la interacción que tienes con el  público, esa retroalimentación de energía es única, es algo a lo que te puedes volver adicto: ver a la gente coreando las canciones, como que el tiempo se congela y se vuelve una experiencia bien potente.

MARIO: En mi caso, tocar en vivo me gusta mucho, me relajo y me divierto mucho. Puede ser un copy paste, uno ya tiene el show montado, vas cada noche y lo reproduces (con sus cambios porque cada público exige diferente); pero ya es una cosa que haces un poco en automático. En el estudio, son tantas las decisiones que vas tomando en cada momento, es cansado. En mi caso estar creando las canciones a la hora de producir, son demasiadas decisiones que van a marcar el resto de tu vida. Uno tiene que estar tomando las decisiones con el alma, dejar la mente afuera del estudio y ver qué realmente te emociona. Es difícil.

PLAYBOY: Hablando de su nuevo material, ¿cuál creen que es la esencia de Cianuro y Miel?

PABLO: Seguimos hablando del amor, pero desde perspectivas muy distintas. Hay una canción que habla de un embarazo complicado, se llama ‘Nueve meses’; está ‘Sobreviviendo’ que se centra en los hermanos y la importancia de la familia, la trampa de crecer y dejar todo lo simple a un lado. Es un disco más profundo que los anteriores, con mucha honestidad, de repente con verdades fuertes. Musicalmente es la evolución natural de la banda, respetamos la esencia y dentro de eso intentamos innovar, tomar elementos que nos gustan de la música actual.

PLAYBOY: Parece que explorando otras facetas del amor.

MARIO: No sé si es bueno encasillarnos en que siempre hablan del amor, hay mucho de qué hablar. Eso es lo bonito, cuando uno escribe canciones te das cuenta que la hoja está vacía y puedes crear lo que sea y hablar de lo que sea. Hemos hablado de protesta, de migrantes, de orgasmos, de infidelidad por internet, de embarazos, de exparejas. Nos falta tanto por hablar. Antes preguntaban mis compañeros autores: “no te da miedo repetirte”, ahora lo pienso y te digo: es difícil repetirse con tanto qué decir, sólo hay que tener bien claro cómo lo dice uno y tener un poco de colmillo a la hora de aterrizar las canciones.

PLAYBOY: Precisamente les iba a preguntar si en algún momento habían tenido problemas para escribir después de tantos años, pero ya me contestaron que no tienen este problema.

MARIO: Claro que tenemos, pero con el tiempo hemos aprendido que esas cosas pasan y que la inspiración no está a tu merced, es al revés. Hace un momento estaba escribiendo con Natalia Jiménez, de La Quinta Estación, y me decía “es que no sé para dónde ir”; le contesté “juntémonos pero no sólo una vez, muchas veces porque seguramente la mayoría vamos a fallar”. La inspiración está ahí pero hay que buscarla.