Brayan: “al primero que maté fue a un cliente de la prostituta de mi madre”

Conocimos a un joven de 25 años, al que llamaremos “Brayan“, cuya vida no ha sido nada fácil. Ha estado 3 veces en la cárcel por asesinato, robo a mano armada, robo de autopartes y desde que tiene uso de razón vivió entre drogas y prostitución.
¿Cómo es un día en tu vida?
Normal, me levanto después de medio día, salgo a limpiar mi moto, me fumo un churro en la azotea y a veces vienen compas por mercancía (marihuana y cocaína). Si me acuerdo como o cuando mi esposa me visita. Ya en la madrugada salimos a dar el rol y robamos algunas autopartes para vender en la colonia San Felipe.
¿Cuándo comenzaste a delinquir?
Desde que recuerdo mi mamá se prostituía en la vecindad y mientras estaba con sus clientes yo les sacaba dinero de su cartera, si después de irse no tenía nada o no robaba, me agarraba con la chancla y me dejaba sin comer. Así era mi jefa (risas).
¿Y tu papá?
No me acuerdo, mi jefa dice que lo mataron en la cárcel y que por eso se tuvo que vender. Por eso quiero mucho a mi hijo y trato de estar con él siempre, para que no le falte su padre.
¿Y si un día le faltas?
Ya he estado lejos de él, por eso lo tiene su mamá. Cuando me metieron al bote por asesinato me visitaba y así lo veía. Sé que está mal, pero qué podía hacer, prefiero que me vea así que no saber de mí.
EL HOMBRE QUE TRAICIONÓ A PABLO ESCOBAR
¿Cuántas veces has estado en la cárcel?
Tres, las demás solo me guardaban en el municipio para que se relajaran y después me soltaban. Una fue por asesinato, pero yo no fui, fue mi compa que se le jaló el gatillo en un asalto y me echaron todo a mi porque él escapó. Después me soltaron con una lana y mi compa se entregó. Él sigue preso y a mi me soltaron. Las demás fue por robar una casa y la última fue por robar un carro. Tiene como 7 meses que me dejaron ir porque pagaron la fianza. Todo se maneja con dinero en el Gobierno.
¿Recuerdas la primera vez que mataste?
Sí. Ya tenía 18 años y fue a un cliente de la prostituta de mi madre que le empezó a pegar, entonces nos agarramos a golpes y saqué un cuchillo. Me dio mucho coraje y se lo encaje unas tres veces. Él se fue corriendo y lo encontraron desangrado en el camino, a unas cuadras de la vecindad. Esa vez nos escondimos por varios meses para que se olvidara y pues aquí sigo.
¿Cómo te sentiste?
Primero me dio gusto y después nada. No es algo que me dé orgullo pero después lo sentí como algo muy natural.
¿Por qué seguir robando y no buscar un buen trabajo?
Nel, eso no deja. Además, cuando ya estás bien metido en esto, es difícil salir a menos que te vayas del país o a otro estado y está complicado.
¿También eres narcomenudista?
Un tío me dio para vender y me mandaba a los clientes, sí deja el asunto de las drogas. Yo planto marihuana en el patio de atrás y la droga que llego a tener la vendo rápido porque esa sí está más “cabrona”. Una vez los federales hicieron redada y sin avisar entraron a la vecindad, me encontraron un kilo de coca y pues me llevaron. Pero después me soltaron.
¿Toda tu familia se dedica a eso?
Casi todos, menos mi abuela. Pero entre primos nos ayudamos y robamos carros. Una vez intenté asaltar, pero sé que a la gente le cuesta su lanita, así que solo lo he hecho una vez. Prefiero el robo de autopartes.
¿Qué futuro quieres para tu familia?
Que mi hijo estudie, ahora es muy pequeño, pero si me gustaría que él se saliera de todo esto. También por eso no lo tengo conmigo, para que no se acostumbre a la mala vida.
¿Tienes algún sueño?
No, solo vivo mi día a día.
¿Qué es lo más difícil de esta vida?
Brayan: Sobrevivir (risas).