Originario de Singapur aunque establecido en Estados Unidos, Brandon Wade es el creador y actual CEO de SeekingArrangement, una plataforma digital que se dedica a establecer contactos entre hombres acaudalados y mujeres jóvenes en busca de establecer una relación de sugar daddy y sugar baby.
La inspiración para fundar su empresa provino de un consejo que le dio su madre cuando aún estudiaba la universidad.
Su timidez le impedía relacionarse con chicas e invitarlas a salir, recuerda.
“Mi madre me dijo que mejor me concentrara en la escuela, porque cuando fuera un tipo exitoso las mujeres estarían ahí, esperándome. En 2006, yo ya era muy exitoso, pero seguía teniendo los mismos problemas para ligar, así que me recordé las palabras de mi madre e inicié la compañía”, comenta.
Brandon Wade atiende nuestra videollamada desde Orlando, Florida. Trae puesto un cubrebocas con la caricatura de un perro que realiza la “Britney-señal” con las patas delanteras y una camiseta en la que puede leerse la leyenda “Part time cowboy”.
Le pregunto al vaquero de medio tiempo si se encuentra en el Aeropuerto, pues no se alcanza a distinguir su escenario. Entonces él realiza un paneo con su teléfono celular para explicarme que está en una concesionaria de Mazda.
“Estoy comprando un auto nuevo con una de mis novias”, explica.
A cuadro aparece una joven rubia que lleva un cubrebocas negro y una ombliguera. Me saluda alegre y desaparece.
A punto estaba de averiguar si sus obligaciones como CEO de SeekingArrangement y de los otros sitios afines, WhatsYourPrice y MissTravel, aún le permiten a Wade utilizar sus propios sitios.
“Algo de lo que primero aprendí como empresario, es que entre más éxito tiene tu compañía puedes contratar a más personas y delegar obligaciones. En un principio, yo me encargaba absolutamente de todo, desde la atención de los clientes, el soporte técnico y las campañas de marketing. Actualmente, tengo a más de 100 personas que me apoyan”.
Brandon Wade es ingeniero en software egresado del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y la MIT Sloan School of Management, donde se graduó en Administración.
Sus marcas han sido objeto de constante controversia. El señalamiento más común es que promueven la prostitución.
Wade argumenta que aunque en lo personal no tiene nada en contra del trabajo sexual legal y regulado, lo que él propone es el establecimiento de una relación entre dos personas adultas.
Puntualiza además que aunque el dinero y el sexo pueden estar incluidos en el acuerdo, no siempre es así. Hay casos es los que lo único que los sugar daddies buscan es compañía.
“La prostitución no está permitida en nuestros términos. En el momento en que detectamos que alguien ofrece o solicita sexo a cambio de un pago, se le da de baja. Queremos que se establezcan relaciones genuinas y no transacciones de sexo”, aclara.
En ese mismo sentido, añade, la seguridad de las chicas como de los usuarios de sus sitios representa una prioridad. Está consciente de que el tráfico de personas es una de las problemáticas más preocupantes de los últimos años, por lo que SeekingArrangement se enfoca en su prevención y combate.
“Invertimos mucho en la ciberseguridad. Disponemos de inteligencia artificial que se asegura que sólo personas mayores de edad se puedan registrar como sugar babies. También tenemos tutoriales sobre cómo tener citas en un ambiente seguro, que la gente se conozca mejor en línea antes de dar el paso a verse en personas. Respecto al tráfico de personas colaboramos con Free For Life International, que ha diseñado un protocolo de acción en caso de que llegue a detectarse alguna señal de esta práctica”.
A la vez, Wade sostiene que una relación de sugar daddy y sugar baby no tiene por qué ser desventajosa para una de las partes.
“Todas las relaciones parten de un contrato. El matrimonio es un contrato social en el que dos personas acuerdan vivir juntas y tener hijos. Un sugar daddy tiene poder económico, pero una sugar daddy también ejerce el empoderamiento a través de su belleza. Ambas partes están solas y se buscan porque necesitan algo”.
A raíz de la pandemia, el comportamiento de sus usuarios ha cambiado. El confinamiento, sumado al miedo que generan los contagios de coronavirus, hizo que cada vez más relaciones entre sugar babies y sugar dadies se concreten de manera virtual.
“Al principio de la pandemia, experimentamos un descenso en las suscripciones, pero después empezaron a subir. La gente se sentía sola y buscaba interacción con otras personas, aunque fue de manera remota. Ahora está invirtiendo más tiempo que nunca en conocerse”.
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SeekingArrangement ha hecho pública parte de sus estadísticas. De acuerdo con sus estadísticas, las sugar babies tienen una media de edad de 24 años, mientras que los sugar dadies 42. Los ingresos anuales de estos últimos superan los 250mil dólares anuales.
Las chicas que se postulan como sugar babies –hacerlo es gratuito– son principalmente estudiantes universitarias de biología, arte y psicología, además de meseras, cosmetólogas y enfermeras.
Los sugar daddies trabajan como ingenieros, son dueños de sus propias compañías o prominentes médicos y abogados. Ellos sí pagan una membresía por pertenecer a la plataforma.
Estados Unidos ocupa el primer sitio en el listado de suscripciones a SeekingArrangement. Después le siguen Reino Unido, Canadá, Australia, Canadá y México, siendo nuestro país el único latinoamericano en la lista, además de Colombia.
Brandon Wade no descarta impulsar también una plataforma especializada en sugar mommies en un futuro cercano.
“Me hicieron una entrevista la semana pasada y al final, el camarógrafo se me acercó para contarme que tenía una sugar mommy. Casi no se habla de ello, pero más mujeres con posibilidades deberían hacerlo. Hay que cambiar nuestra cultura para que más personas estén dispuestas a compartir sus historias”.