A 45 años del disco en el que Iggy Pop se pelea a golpes con su público
La banda The Stooges fue uno de los pilares en los que se basó el decadente y rebelde edificio del punk. Su música era diferente a las demás, mientras que la mayoría buscaba sonidos más refinados, ellos querían mantenerse lo más crudo posible.
El único que podía encarnar este sentimiento a la perfección era Iggy Pop, el vocalista de la banda que no le importaba explotar su cuerpo con tal de provocar una reacción en el público (ya fuera negativa o positiva). Se embarró de carne de hamburguesa y crema de maní, se cortó con vidrios y en varias ocasiones acabó completamente desnudo, Pop creó un extraño mundo en el que el stage diving era un juego de niños.
La banda fue un relámpago que lo cambió todo, incendió a la industria e inspiró a varios jóvenes a crear un nuevo género, un movimiento que le escupió en la cara a la música popular. El resplandor eléctrico creó un incendio que nadie pudo controlar; sin embargo, de la misma manera en que llegó, desapareció abruptamente.
El fin de la destrucción
La tormenta inició en 1969 y terminó cuatro años y tres discos después. Una banda cuyo combustible eran la rebeldía, el alcohol, el sexo y las drogas, no podía aguantar semejante intensidad. Las bandas legendarias tienen un último concierto épico, un estadio lleno de apasionados fanáticos que lloran cuando sus cuerpos son poseídos por sentimientos. No obstante, este adiós no iba de acuerdo con The Stooges, la despedía debía ser infame como su música.
El 9 de febrero de 1974 la banda dio su “último concierto” (se volvieron a reunir en 2003). Se grabaron todos los hechos debido a que se trataba de su presentación final. Dos años después del evento se publicó en un disco llamado Metallic K.O. y de inmediato se apartó de todas las presentaciones en vivo: más que una grabación de un concierto se trató de un documento auditivo en la historia llamada The Stooges.
Durante sus presentaciones, Iggy Pop parecía que se alimentaba del odio, no importaba si era hacia la sociedad, otro género o su mismo público. El Michigan Palace albergaba la mezcla perfecta con unos asistentes hostiles y borrachos que incluían a varios miembros de bandas de motocicletas.
Errores de la banda, insultos, ciertos miembros del público y el clásico exhibicionismo de Iggy provocaron la tromba. En el disco la hostilidad se puede escuchar en la introducción de ‘Rich Bitch’, donde el padrino del punk le grita al público: “no me importa si avientan todo el hielo del mundo, ustedes pagaron 5 dólares y yo estoy haciendo 10 mil, entonces ¡jódanse!”.
La tensión y decadencia llegó a su cúspide con ‘Louie, Louie’, desde ‘Rich Bitch’ la banda ya había perdido el ritmo en varias ocasiones y en la canción compuesta por Richard Berry, Iggy decidió cambiar notablemente la letra. La “nueva versión” incluyó una gran cantidad de insultos al público, a los que muchos contestaron con botellas que tenían como destino el cuerpo semidesnudo de Iggy.
Al final de la canción el vocalista de The Stooges se dirigió a un motero en específico y le gritó: “Escucha, pendejo, si me molestas una vez más voy a bajar y voy a patearte el trasero”, quien recibió la advertencia le contestó “Jódete, pequeño punk”. Iggy bajó del escenario, corrió entre el público y el asistente lo recibió con la paliza de su vida: Metallic K.O.
Ese nocaut fue el final del concierto. Iggy terminó siendo atendido por un doctor privado en su hotel, mientras que la banda de moteros al día siguiente prometió matar al vocalista si tocaban de nuevo en el recinto. Los Scorpions no cumplieron su amenaza y el golpeado terminó convirtiéndose en una leyenda del punk.
