Wellness, una palabra que hace unos años nos remitía solo a spas con música ambiental, batidos de kale y rutinas de meditación ocasionales.
Pero en 2025, el wellness se ha transformado en un universo integral, profundo y más accesible, que va mucho más allá de lo físico.
Hoy hablamos de salud mental, descanso digital, movimiento consciente y relaciones sanas. Porque sentirse bien no es un lujo: es una necesidad.
Lo que comenzó como una moda entre celebridades y figuras del fitness, hoy se ha convertido en una prioridad transversal.
Millennials y Gen Z, sobre todo, han impulsado una nueva forma de cuidar el cuerpo y la mente con un enfoque más realista, inclusivo y emocionalmente inteligente.
El wellness actual no impone estándares estéticos imposibles. No se trata de lograr un “cuerpo perfecto”, sino de construir una relación sana contigo mismo: nutrirte bien, moverte con intención, dormir lo necesario, regular tu ansiedad y, sobre todo, desconectarte del ruido.
La pandemia dejó claro que la salud mental no es negociable. De ahí el auge de prácticas como el journaling, la terapia online, los retiros de silencio, la meditación con inteligencia artificial o incluso el uso terapéutico de microdosis de psicodélicos en contextos regulados. El autocuidado se ha vuelto personal, individualizado y profundamente necesario.
Finalmente, el wellness actual no es solo personal, también es colectivo y ético. Elegimos marcas con impacto social, productos cruelty-free, terapias sostenibles y consumimos con conciencia. Porque hoy sabemos que estar bien también implica el bienestar del planeta y de quienes nos rodean.
Es por ello que aquí te traemos algunos paraísos del wellness que puedes encontrar en el país.
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