Maridajes perfectos con vino para este verano

El verano está hecho para disfrutarse. Las tardes se alargan, los planes al aire libre se multiplican, y la comida se vuelve más fresca, ligera y espontánea. En medio de esta temporada vibrante, hay un acompañante que eleva cualquier momento: una buena copa de vino.
Aunque muchas veces se asocia al vino con el invierno o cenas formales, lo cierto es que sus beneficios y versatilidad lo convierten en el aliado perfecto para el calor. Desde blancos jóvenes y rosados refrescantes hasta tintos con carácter, hay una etiqueta ideal para cada plan veraniego.
¿Por qué tomar vino en verano?
Además de su capacidad para maridar con alimentos de temporada y realzar sabores, el vino, en especial los blancos, rosados y espumosos, puede ser refrescante, ligero y perfecto para consumir frío. Bien elegido, no solo es delicioso: también es una experiencia sensorial que transforma cualquier encuentro en algo memorable.
Beneficios clave:
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Hidratación elegante: Aunque no sustituye al agua, un vino ligero y bien frío aporta frescura al paladar.
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Ideal para comidas veraniegas: Su acidez natural armoniza con frutas, pescados, quesos y vegetales.
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Un momento para bajar el ritmo: El ritual de abrir una botella y brindar crea espacios de pausa y conexión.
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Versatilidad: Desde el parque hasta la terraza, el vino es portátil y fácil de adaptar a cualquier lugar.
¿Qué vino abrir según tu plan de verano?
Para un picnic en el parque:
Lleva contigo una botella de godello joven, como El Zarzal de Bodegas Emilio Moro. Con notas cítricas y florales, es ideal para maridar con bocadillos frescos, frutas de temporada y quesos suaves. Además, es fácil de transportar, tomar frío y compartir sin complicaciones.
Para una parrillada en la terraza:
Un tinto con carácter como Malleolus, también de Emilio Moro, es el match perfecto para cortes de carne, hamburguesas gourmet y vegetales al grill. Sus taninos firmes y notas a frutos negros resisten el sabor intenso del fuego y se mantienen presentes incluso con el calor.
Para una noche de sushi con amigos:
Atrévete con un blanco fermentado en barrica como La Revelía, un godello con notas minerales, sutil madera y acidez precisa. Su perfil lo convierte en el acompañante ideal para nigiris, tiraditos o rolls con toques especiados.
Para una tarde de rosado y atardecer:
No hay nada más veraniego que un rosado elegante y aromático. Elalba de Emilio Moro, con su color sutil y frescura floral, es perfecto para tardes relajadas en la playa, en el balcón o junto a una alberca inflable. Solo necesitas una copa (o varias) y buena compañía.
Brinda por los buenos ratos
El vino tiene ese poder único de convertir momentos cotidianos en recuerdos especiales. No importa si estás en un picnic improvisado, una cena íntima o viendo el atardecer desde tu ventana: la botella correcta transforma la experiencia.
Este verano, atrévete a explorar etiquetas diferentes, servir el vino bien frío y dejar que cada copa te recuerde lo que realmente importa: disfrutar el presente.