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Tizne Tacomotora: El humo que marcó un hito en los tacos de la CDMX

Escrito por:Kenia López

Conocí Tizne cuando aún no era “Tizne”. Era apenas una parada improvisada en la colonia Del Valle, de esas que alguien de confianza te recomienda como un secreto bien guardado. Fue un amigo quien me insistió: “Tienes que probar estos tacos”. Y sí, bastó un solo mordisco para entender por qué.

Lo que parecía un simple taco de guisado, tenía algo distinto: humo, profundidad, técnica. Era calle, pero con cabeza. En ese momento supe que este proyecto iba más allá de lo típico. Y no me equivoqué.

Desde entonces, se volvieron mis favoritos en ferias, festivales y eventos donde el humo del asador se mezclaba con jazz, libros o cumbia. Tizne no era una taquería más, era una forma distinta de reinterpretar la comida mexicana, desde su raíz más popular hasta una visión contemporánea y audaz.

Todo comenzó con humo, jazz y un triciclo

“Tizne fue nuestra manera de independizarnos de las cocinas donde trabajábamos”, me contó Jorge Linares, uno de sus fundadores, junto con Pilar García, en una charla llena de anécdotas, tropiezos y mucho aprendizaje.

“La idea era tener presencia en la vía pública de forma legal, aunque eso aquí es súper complicado. Entonces armamos un carrito, lo que hoy es la Tacomotora, y empezamos a buscar espacios donde sí nos dejaran estar: ferias culturales, conciertos, festivales de jazz, arte, ferias del libro… Fue ahí donde realmente conectamos con la gente”, recuerda Jorge.

Lejos de lo que uno imagina cuando piensa en un food truck, Tizne nació más cerca de la lógica de los carritos de camotes: callejeros, móviles, humeantes. Con un diseño pensado para salir a rodar, pero con una cocina obsesiva detrás.

“Nos gustaba cocinar en casa, los lunes, nuestro único día libre, nos inventábamos recetas, y de ahí nació nuestra fijación con el ahumado. Se volvió una obsesión. Por eso, cuando hablábamos de abrir algo, no pensábamos en una taquería cualquiera, sino en un concepto que hablara del proceso, del tiempo, del fuego. Y así nació Tizne”.

Pioneros del taco contemporáneo

Con técnicas como el ahumado lento, los tatemados, el uso de cenizas comestibles y una visión culinaria que mezcla creatividad con respeto a la tradición, Tizne Tacomotora marcó un parteaguas.

“Hace 10 años llegábamos a los festivales con tacos que no eran al pastor y la gente nos preguntaba: ‘¿Esto qué es?’ Algunos hasta se ofendían. Nos decían que estaba caro, 35 pesos, y que eso no era un taco. Hoy mucha gente hace lo mismo, pero en ese momento nos mentaban la madre”.

Hoy, el panorama ha cambiado. La CDMX vive una revolución gastronómica que, en buena medida, Tizne ayudó a encender.

Desde su sede actual en la colonia Roma, el proyecto ha madurado, sin dejar de ser fiel a su esencia: humo, música, y comida hecha con pasión. El local es pequeño, con vida en las mesas al aire libre, siempre ambientado con buena cumbia o jazz.

El menú

Cada taco en Tizne se construye como un platillo completo. Durante nuestra visita intentamos probarlos todos, pero el reto es real: las porciones son generosas y cada opción merece atención.

  • Brisket: pecho de res ahumado, gravy, tomate verde crudo, cilantro y hierbabuena.

  • Veggie: berenjena ahumada, puré de ajo, chilmole y hierbabuena —una explosión vegetal, sin necesidad de “suplir” la carne.

  • Pulled pork al pastor: pork shoulder marinado en adobo con piña, cebolla y cilantro. Todo lo que amas del pastor, con la potencia del ahumado.

Y el favorito de muchos: el Kalbi, costilla estilo coreano con miso, ajo, aceite de ajonjolí, cebollín y jengibre encurtido.

Mismo que pidieron un grupo de gringos en un tour de tacos por la Roma, y  es que a veces los turistas son quienes mejor nos recuerdan lo valiosa que es nuestra propia comida.

Además, hay opciones como el pork belly, el aguacate tatemado (imperdible para quienes evitan la carne) y un sorprendente Ice Cream Taco, ideal para cerrar con algo dulce.

Para beber: la Horchata Loca, con un toque de mezcal, y la limonada con sorbete de frutos rojos, perfectas para contrastar con el fuego de los tacos.

Entre críticas, pandemia y evolución

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Abrir en la Roma no fue fácil. Desde su primera sucursal en Del Valle, hasta su llegada a Córdoba (antes de la pandemia), y su posterior reubicación, el camino ha sido todo menos lineal.

“La gente siempre tenía una queja: ‘¿Por qué están tan lejos?’, ‘¿Por qué cerraron allá?’, ‘Está muy grande’, ‘Está muy chico’… Pero aprendimos algo: nunca vas a tener contento a todo el mundo. Por eso ahora solo hacemos lo que realmente nos gusta. El equilibrio entre vivir de esto y no perder nuestra identidad es lo más difícil”.

“Sigue habiendo un prejuicio con la comida mexicana”, reflexiona Jorge. “Se espera que sea barata, sin importar el trabajo, los ingredientes o las condiciones laborales. Pero no puedes construir una mejor gastronomía si no te lo tomas en serio desde el taco”.

Tizne, más que una taquería

Hoy, Tizne tiene dos versiones:

  • Tizne Restaurante, ideal para una experiencia completa, con servicio en mesa y ambiente relajado.

  • Tizne Express, una versión nocturna con menú reducido, perfecta para una dosis rápida de tacos fuera de lo común.

Y si quieres llevarlos a tu evento, también hacen catering, manteniendo su sello de calidad y creatividad.

Tizne Tacomotora no solo redefinió el taco: lo elevó, lo quemó, lo ahumó y lo celebró. Es el resultado de una obsesión convertida en proyecto, de una pareja que no esperó permiso para crear, y de un país que, con suerte, empieza a entender que su comida merece más que una tortilla al vapor.

Si aún no los conoces, ya estás tarde. Si ya fuiste, sabes que siempre hay razones para volver. Porque como bien dicen ellos:

“No necesitas pretextos para celebrar. Sólo hambre y buena actitud”.

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