Timeleft: ¿Te atreves a cenar con 5 desconocidos?
La primera en llegar fue la sobrecargo. Yo estaba sentado en la cabecera. Ella se acomodó a mi izquierda. Dejó el celular sobre la mesa y se disculpó por el retraso. Le dije que era mi primera vez cenando con extraños y lo que me respondió no sonó esperanzador: “Es raro que lleguen todos, aunque confirmen. La vez pasada fuimos solo tres”.
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Timeleft es una aplicación creada en 2023 por Maxime Barbier, un emprendedor francés de menos de 40 años, que publica un blog en el que reúne las 100 cosas que le gustaría hacer antes de morir. “La vida es demasiado corta para empezar el día de mañana”, escribió en la primera entrada.
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Mesa para seis… potenciales amigos
De acuerdo con el comunicado de prensa, Timeleft se creó con la idea de combatir la epidemia de soledad que sufre gran parte de la sociedad. Yo llegué a ella por curiosidad: quería escribir una crónica acerca de lo que podría representar acudir a una cita con personas a las que no conoces. Suena exótico. Sobre todo en un presente en el que la hiperconectividad, el cambio en las reglas de comunicación interpersonal (como preguntarle a alguien si puedes llamarle por teléfono) y hasta la crisis de seguridad que atravesamos —porque nadie se siente cómodo cuando un desconocido lo aborda en la calle— nos han obligado a rehuir cualquier tipo de interacción social espontánea.
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Pero de eso se trata Timeleft. En resumidas cuentas: uno descarga la app, elabora un perfil que después se verifica, responde un cuestionario cuyo objetivo es proveer información a un algoritmo para relacionarnos con personas de intereses similares y, una vez que la sensación de protagonizar un capítulo de Black Mirror comienza a desaparecer, se nos convoca a una cena en un restaurante entre semana.
Yo también pensaba: “¿Por qué una persona común y corriente haría algo así?”. Pero, de acuerdo con la información que me proporcionaron, desde su llegada a México en 2024 y hasta septiembre de este año, más de 100 mil usuarios se han registrado en el país y se han sentado en las más de 10,000 mesas organizadas por un robot que parece conocernos mejor que nosotros mismos.
Maxime Barbier, cofundador de Timeleft.
Mezclarse con los terrícolas
Delante de mí están sentadas tres de esas personas. No les mentí: les dije que soy periodista, un infiltrado que habrá de contar algo de lo que ellos me digan.
—A esta edad ya cuesta hacer amigos nuevos —dice uno, politólogo de carrera pero dedicado a un negocio de Inteligencia Artificial, de más de 45, como el resto de nosotros—, sobre todo que no se hayan casado y tenido hijos, y que tengan tiempo de salir.
La sobrecargo no podría estar más de acuerdo. Trabaja para una aerolínea que vuela por casi todo el planeta. Ella nos mostrará una cuenta de Instagram llena de fotografías tomadas en los sitios más remotos, pero también nos compartirá una confesión singular.
—Llega un momento en que tus amigos te dejan de invitar a sus reuniones, porque nunca puedes. Siempre estás viajando.
Tanto viajan los sobrecargos y pilotos que nuestra amiga nos dijo que, entre ellos, se refieren al resto de nosotros como terrícolas. Sí, así como en el universo de Harry Potter a los seres no mágicos se les conoce como muggles.
En ese momento dejé de sentirme un reportero en ejercicio. Su declaración me golpeó la memoria. A mí también me pasa que, debido a lo impredecible de mi trabajo, nunca voy a compromisos o, peor aún, los cancelo a última hora como Morrissey con sus conciertos. Inclusive fui el último en llegar a una de mis fiestas de cumpleaños porque se me atravesó una cobertura. La mitad de mis invitados estaban borrachos y la otra, muy enojada.
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Ese es el perfil de los usuarios de Timeleft: personas instaladas en una soltería o que no hace mucho salieron de un compromiso (el tercero de nosotros se había divorciado; su trabajo lo hacía viajar mucho y, en una de esas escapadas, estaba intentando formalizar con una mujer… de otro país). Aunque cada vez que le cuento a alguien de qué se trata, lo primero que responden es: “Ah, una aplicación de ligue”. Nada más alejado de la realidad. Doy fe: lo que sucedió en aquella mesa en la que nos sentamos cuatro completos desconocidos se pareció mucho más a un grupo de autoayuda que a un ritual romántico. Empezando porque éramos cuatro hombres y una mujer, pero también porque, como ignorábamos si nos volveríamos a ver, nos sentimos libres de hablar de política, futbol o religión.
Ayudaba mucho que hubiera una copa delante. Nadie bebió más de una, pero sabemos que el alcohol funciona como lubricante social. Tampoco estorbaba que desfilaran platones con ensaladas, flautas de jamaica, un filete de pescado y una humeante sopa de tortilla. A medida que descubrimos que el grupo compartía el gusto por la comida, los tragos y los viajes, tuvo mucho más sentido que nos hubiera seleccionado un robot. No se trataba de un capricho del azar, sino de la Inteligencia Artificial.
Instrucciones para romper el hielo
Pero en caso de que la plática no fluya, la app contiene un juego que sugiere preguntas para romper el hielo.
—La última vez, en otro grupo, lo hicimos… y acabamos hasta las tres de la mañana contándonos nuestras verdades —reveló uno entre risas.
Otro de mis compañeros de mesa confesó haber usado Timeleft en otra ciudad. Entre cenar solo en su hotel, en medio de una comisión laboral, o conocer nuevos amigos, se decantó por lo segundo. Yo habría hecho lo mismo.
Después de tres horas de conocernos, formamos un grupo de WhatsApp en el que, hasta la fecha, seguimos en contacto. Hablamos poco, pero nos enteramos. Por eso sé que la mayoría continúa utilizando Timeleft.
Confieso que a mí también me han dado ganas de repetir. Ya lo dijo Maxime Barbier en su blog: “Si vivo 90 años, quiere decir que solo me quedan 624 meses para disfrutar. Hay que empezar de inmediato y no esperar ‘el momento adecuado’, pues no sabemos qué nos deparará el futuro”.
Importante
- Los restaurantes saben que vienes a una cena de Timeleft. Anúnciate en la puerta y te conducirán a tu mesa.
- Las cuentas se separan de antemano. No es necesario solicitarlo, y eso te ahorra un momento incómodo.
- Si no haces click con tus compañeros, nada te obliga a quedarte hasta el final.
- Timeleft también está disponible en otros países. Todos los detalles se explican en la app, así como los costos de las membresías.
- Mismo caso con Last Drink: pasada la cena, la app revela la locación de un bar al que llegan los invitados de las diferentes cenas para disfrutar de una copa. Nada te obliga a asistir, pero es una buena manera de seguir conociendo gente.
