Si buscas un escape donde el calor no solo venga del sol, el Temptation Cancún Resort, parte del prestigioso Original Group (los genios detrás de Desire Resorts y un exclusivo crucero para adultos), es el lugar donde tus fantasías encuentran un escenario vibrante.

Las chicas que fotografiamos en el Motel del Rock and Roll

Este hotel, enclavado en las playas de Cancún, no es un espacio swinger declarado, pero su atmósfera cargada de sensualidad y libertad lo convierte en un imán para quienes buscan explorar sin prejuicios. Aquí, la línea entre la seducción y la diversión se difumina en un torbellino de cuerpos bronceados, fiestas temáticas y noches que, aunque a veces se cortan a las 2 de la mañana, te dejan con ganas de más.

Un ambiente que enciende los sentidos

Temptation no es un resort cualquiera. Aunque el 90% de los huéspedes que vimos eran parejas, el lugar abre sus puertas a hombres y mujeres solteras, lo que añade un toque de imprevisibilidad a la mezcla. No esperes playrooms al estilo de un club swinger. Aquí la magia sucede en las fiestas sexies, la alberca topless opcional y, si la química fluye, en la privacidad de tu habitación. El ambiente es el verdadero protagonista: parejas con cuerpos espectaculares, risas, miradas cómplices y una energía que te envuelve desde el primer cóctel.

Hotel Quinto Elemento: el escenario temático para tus fantasías

Las fiestas temáticas son un espectáculo por sí solas. Cada noche trae un nuevo pretexto para desinhibirse: desde lencería hasta noches de neón. Y no exagero cuando digo que nunca había besado a tantas mujeres de tantas nacionalidades en una sola tarde. La diversidad de los huéspedes –brasileñas, canadienses, europeas, estadounidenses, mexicanas– convierte cada encuentro en una aventura global.

Gastronomía que seduce el paladar

No todo es fiesta. La comida en Temptation es un placer en sí misma. En el restaurante Flame, los cortes de carne son tan jugosos que casi se sienten pecaminosos. Cada bocado es una experiencia, y la atención del personal eleva la noche a otro nivel. Desde mariscos frescos hasta postres que te hacen cerrar los ojos, la oferta gastronómica es un punto altísimo que no decepciona.

Lo que brilla… y lo que podría brillar más

No todo es perfecto. Aunque el hotel está bien cuidado, las instalaciones muestran signos de desgaste en algunos detalles: un azulejo suelto aquí, una pintura que pide renovación allá. Por el precio, uno esperaría un estándar más cercano a un cinco estrellas, pero la verdad es que el ambiente y las fiestas tienen un efecto obnubilador que hace que estos detalles pasen a segundo plano. Es como enamorarse de alguien con defectos: los ves, pero no te importan tanto cuando estás en el calor del momento.

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Un par de cosas prácticas: como en todo Cancún, hay que pagar un impuesto local, y el hotel requiere dejar un boucher abierto de 400 dólares como garantía, algo estándar pero que vale la pena tener en cuenta para no llevarte sorpresas.

El veredicto

Temptation Cancún es un lugar donde la libertad y el deseo se respiran en cada rincón. Es perfecto para parejas que quieren avivar la chispa, solteros con ganas de aventura o cualquiera que busque un espacio donde las reglas del mundo exterior se queden en la puerta. Las fiestas, los cuerpos, la comida y ese ambiente electrizante lo convierten en una experiencia inolvidable.