No poder mantener una erección por mucho tiempo o de plano no alcanzarla es un problema más allá de la salud, afecta la autoestima, la confianza y genera una gran ansiedad. En hombres jóvenes puede ser fruto de muchos factores, principalmente externos, que se ven reflejados en la actividad sexual.
El estrés es uno, mata erecciones por naturaleza. Cuando estamos muy estresados la mente suele estar en otro lado, perdemos la excitación o no podemos encontrarla y por lo tanto nuestras erecciones se ven afectadas. Lo peor es que es muy fácil caer en un círculo vicioso, ya que entre más complicado sea tener una erección, más estrés y ansiedad nos da.
Lo que debes hacer en ese caso es ponerte a hacer ejercicio, encontrar una terapia ocupacional y hablar con tu chava para que te ayude a relajarte. Con el tiempo, poco, estarás recuperado.
Pero si tu problema no es el estrés o nada parece funcionar, tal vez debas replantearte tu estilo de vida. El abuso en el consumo de tabaco, alcohol y hasta comer grasa en exceso puede mermar la salud y el flujo de sangre. Eso estaría provocando tus problemas de erección, así que bájale porque además, es una gran llamada de atención de que tu salud se está viendo afectada por esos hábitos.
Por último, si no fumas, no bebes, comes sano y no estás estresado el problema sí puede ser una enfermedad, así que debes acudir con un médico que te examine y te diga qué tratamiento seguir.