MARIACHELA 2019: Hablemos de cerveza

Por Jennifer García

Cuando pienso en Querétaro mi mente me transporta a sus deliciosos quesos, excelente vino y un clima cálido, pero en esta ocasión visitar al estado que alberga el centro del país, me provocaba especial entusiasmo. No era un visita como las otras. Los sabores que nos esperaban valían completamente el tráfico provocado por los capitalinos que deseaban con ansias escapar de la ciudad y empezar el puente.

Así es, el pasado 17 y 18 de noviembre fuimos invitados al festival de cerveza artesanal más grande del país, Mariachela, quien regreso por segunda vez este año para deleitarnos los sentidos con su edición de Día de Muertos.

¡Salud!

Cuatro hectáreas, 26 grados centígrados y más de 250 tipos de cerveza artesanal fueron la mezcla perfecta ese fin de semana en la Explanada del Lienzo Charro Hermanos Ramírez en Corregidora. La experiencia empezaba unas calles antes, la música que sonaba a lo lejos anunciaba la fiesta que albergaba el festival y con eso las ganas de unirte.

Conforme nos acercábamos a nuestro destino, se hacía evidente la razón del éxito de este festival que se celebra desde hace 5 años. Lo que empezó como un proyecto escolar ahora era el punto de reunión de más de 45 casas cerveceras. Las placas de los automóviles nos daban un indicio de que valía la pena viajar de todos los rincones del país para estar ahí, desde Baja California hasta Yucatán no dejaron pasar la oportunidad de asistir.

¿Por dónde empiezo?

Una chela siempre es una buena idea, más cuando el calor y el ambiente lo ameritan, pero cuando tienes cientos de opciones eso se puede convertir en el paraíso o en la tortura más dulce. Eso era el perímetro de MARIACHELA -que en mi caso se convirtió en una tortura- en donde una vez dentro lo difícil era saber por dónde empezar.

Países como Bélgica, Alemania e Inglaterra se unieron a la temática del Día de Muertos junto con sus emblemáticas y tradicionales cervezas, pero quienes se robaron la escena por completo fueron los productores nacionales con sabores tan exóticos como los de nuestra tierra.

Hasta de chocolate

Caminar por el festival y degustar las cervezas invitadas era como un recorrido por los sabores del país, cada maestro cervecero había reunido lo más emblemático de su Estado para plasmarlo en sus creaciones. Desde las clásicas cervezas achocolatadas hasta cervezas sabor mole (creación de la Cervecería Onomatopeya), sin duda una de las más exóticas que pudimos encontrar. Opciones era lo que menos faltaba.

Una vez que encontraras la chela ideal, lo que quedaba era disfrutar del resto del festival, porque no, cervezas no eran lo único que podías encontrar. Si lo tuyo es chelear con amigos, algo tranquilo, tenías la opción de quedarte en algunas de las mesas que se encontraban al centro del recinto y para quienes disfrutan de una buena cerveza acompañada de buena música existía la opción de sentarse en el pasto frente al escenario al del festival, el cual estuvo encargado de amenizar toda la jornada. Claro, si lo que buscabas era más comodidad, también estaba la zona VIP que contaba con sus propias mesas, pufs, una barra y su propio food truck.

La colaboración

Hablando de comida, pudimos encontrar muchísima variedad en los múltiples food trucks que se hallaban al fondo del recinto, solo era cuestión de elegir la comida que mejor pudiera acompañar a tu cerveza. La recomendación por excelencia para acompañar cualquier alimento debido a su ligereza fue MUERTOCHELA, la cerveza conmemorativa que cervecería Primus, cervecería Toro y el Festival Mariachela elaboraron especialmente para el festival.

¿Qué sería un festival de cerveza sin juegos para tomarla? Un acierto del festival sin duda fue el ambiente familiar que siempre estuvo presente, Mariachela permitía que toda la familia se pudiera divertir sin importar si lo hacían con una cerveza en la mano o no, esto incluso en el área de juegos donde habían algunos vasos gigantes para jugar beer pong y hasta una área de billar igual de grande en donde chicos y grandes se enfrentaron todo el día. En este festival los juegos no sabían de edades.

Hasta la calaca

Con la noche casi encima los espectáculos más esperados dieron comienzo, los DJ´s que amenizaron toda la tarde dejaron el escenario para darle paso a orquestas que pusieron a bailar a más de uno en el festival con música tropical y banda. Además, se contó con la participación de Fermín la Calaca y Erick D Luna “La catrina de los mil trajes” quienes estuvieron conviviendo con los asistentes, tomándose fotos y, en el caso de Fermín la Calaca, pintando coloridos cuadros y las prendas del público.

La voz de Café Tacvba

Lo mejor siempre llega al último y Maricahela lo sabe, fue así que para la media noche los asistentes (quienes para ese punto ya sonreían y reían a causa del efecto de las cervezas de la tarde) se reunieron al pie del escenario a disfrutar de una de las participaciones más esperadas de la noche; la del vocalista de Café Tacuba, Rubén Albarrán. Poco importo la temperatura que para entonces ya había descendido hasta los 6 grados centígrados, eso no impidió que el público bailara y cantara con chela en alto al ritmo del músico.

Sin duda, Mariachela fue una experiencia de lo más agradable, su ambiente familiar te permitía disfrutar de todo el festival sin ningún problema, la gran variedad de sabores y texturas dejaron a todos los asistentes satisfechos y con ganas de volver. Mariachela es un viaje por México que todo amante de la cerveza debe realizar alguna vez, es otra cara de Querétaro que debes conocer.

Galería MARIACHELA 2019