La Condesa tiene la esencia mexicana y se saborea con este chile en Nogada
En 1821 las contradicciones de la Nueva España encontraron una resolución con la promulgación de la independencia. Muchos de los criollos que se levantaron once años antes buscaban la forma de autogobernarse, mientras que buena parte de la élite novohispana veía en la Constitución de Cádiz una amenaza en contra del status quo.
La Independencia combinó los dos sentimientos, Iturbide por un momento se convirtió en la fuerza unificadora que representaba el sentir de la recién concebida nación. Todos se unieron a la celebración, el fin de un largo conflicto debía ser conmemorado y el naciente espíritu mexicano se manifestó en el Ejército Trigarante.
Ya fueran las monjas agustinas del convento de Santa Mónica o esposas de soldados del regimiento de don Agustín las mentes detrás del chile en nogada, buscaban que sus cocinas fueran invadidas con la celebración.
Los colores de la bandera de las fuerzas triunfantes sirvieron como guía para una invención culinaria que se convirtió en un testimonio de la lucha reciente y resolvió las contradicciones en un platillo: sabores dulces que se mezclan perfectamente con los salados.
Un homenaje sin comparación
Con septiembre llega la temporada de chiles en nogada, las opciones son múltiples y en tiempos parecen infinitas. Es un mundo en el que uno se puede perder fácilmente.
En este tiempo de celebración nacional, Fonda Garufa se une a la tradición culinaria y como cada año presenta sus tradicionales chiles en nogada. Esta temporada comenzó antes, así que nos invitaron a una degustación y podemos asegurar que se tratan de unos de los mejores de la Ciudad.
Presenciamos el arte de realizar este platillo de la mano del chef Ramón Godínez, que nos contó los secretos del platillo de temporada y la razón por la que los chiles de Fonda Garufa son únicos.
En el relleno se sigue la tradición artesanal y orgánica de Fonda Garufa, al emplear frutas frescas (durazno, pera, manzana y plátano macho), pasas, nueces, almendras, hierbas de olor y un toque de vino tinto. El chef nos aseguró que se trata de una cocina responsable, por lo que se dejó de utilizar el acitrón, cuya cactácea se encuentra en peligro de extinción. En cuanto a la conocida combinación de carne de res y cerdo se le añade carne de cordero, lo que resalta su grandeza.
Lo que destaca a este chile entre los demás es la nuez pecana, que se blanquea con agua para que no altere el color de blanco tradicional. La nogada se completa con la tradicional nuez de castilla, lo cual logra que el paladar goce de una fiesta de sabores. Para rematar, el chile es adornado con el tradicional perejil, granada y piñón.
El chef nos recomendó maridarlo con un vino espumoso o un vino blanco para que el gusto resalte y se mezcle a la perfección con la nogada. Afortunadamente, Fonda Garufa es consciente de esta combinación y ofrece un paquete que incluye una copa de vino junto con su famoso chile.
