Gaudí: El Sabor del Tiempo en el Hotel Imperial de Reforma

En el corazón vibrante de la Ciudad de México, el Hotel Imperial de Reforma se alza como una joya arquitectónica del Porfiriato.
Construido en 1896, este edificio de estilo Beaux Arts fue durante años el más alto de la capital, y aún hoy se mantiene como un símbolo de elegancia, historia y sofisticación.
Y justo dentro de sus muros centenarios, se encuentra Gaudí, un restaurante que rinde homenaje a la tradición, el buen gusto y la alta cocina española.
Historia que se saborea
Con más de 100 años de historia, el Hotel Imperial ha visto pasar a grandes figuras del arte, la política y el espectáculo.
Entre sus ilustres huéspedes destacan nombres como Mario Moreno “Cantinflas”, Orson Welles y Venustiano Carranza, quienes dejaron huella, y seguramente más de una velada inolvidable, en los salones del hotel.
Gaudí, el restaurante del hotel, conserva la esencia de aquella época con una decoración que nos transporta a los años dorados de la ciudad.
Desde su piano de cola al centro del salón, que aporta un aire bohemio y refinado, hasta los detalles con influencia francesa que se funden perfectamente con la arquitectura original del edificio.
Un festín español en tierra mexicana
La experiencia comienza de la mano de Francisco, el capitán de meseros, quien nos guía con la sabiduría de quien ha visto pasar cientos de historias entre mesas, copas y platos.
Él nos cuenta que el menú de Gaudí ha cambiado muy poco desde su apertura, un testimonio de fidelidad a sus raíces culinarias.
Entradas que despiertan los sentidos
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Iniciamos con una chistorra frita acompañada de pimientos dulces, una combinación jugosa y especiada que llegó al tiempo con pan caliente y mantequilla.
La textura suave del pan se funde con el sabor intenso del embutido español, haciendo del primer bocado una promesa cumplida.
Le siguieron unas croquetas de jamón serrano servidas en porciones generosas. Ocho piezas suaves, de sabor profundo, que maridamos con una mescalina de mango, una bebida que nos recordó por qué el mezcal merece su lugar en la alta coctelería mexicana.
Del mar y la tierra, a tu mesa
Como plato fuerte, pedimos unos camarones al ajillo: enormes, jugosos, perfectamente cocinados y acompañados por una ensalada fresca. También degustamos los medallones de filete al gusto, elegidos a la pimienta, cocidos en un preciso término ¾, conservando sus jugos y textura suave.
Cada platillo, servido con la generosidad que caracteriza a la casa, habla de una cocina sin pretensiones pero con alto estándar.
El dulce final
Para cerrar, no podía faltar la clásica Crema Catalana: base de yema de huevo, crema pastelera, y esa irresistible capa de caramelo que cruje al contacto con la cuchara. Acompañada por un carajillo, la noche llegó a su clímax entre música de piano, luces tenues y un servicio impecable.
Gaudí: Una cantina elegante con alma bohemia
Gaudí no es solo un restaurante. Es un portal al pasado, un santuario del buen comer, y una de las mejores experiencias gastronómicas que puedes vivir en la Ciudad de México.
Su menú clásico, sus porciones generosas, y el ambiente sofisticado lo convierten en un imperdible para quien busca saborear historia, arte y placer en un mismo sitio.
Y si hablamos de cocteles, aquí no hay lugar para los mocktails disfrazados: los tragos son honestos, cargados, con carácter y propósito. Justo como debe ser.
El Hotel Imperial y su restaurante Gaudí te esperan para escribir tu propia historia, entre copas, recuerdos y platillos que parecen detenidos en el tiempo.
¿Dónde?
Av. P.º de la Reforma 64, Juárez, Cuauhtémoc, 06600 Ciudad de México, CDMX
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