Ferrari se reserva el derecho a elegir comprador, aunque sea millonario
Jean Valjean, protagonista de Los miserables, logra dejar atrás su vida de pobreza gracias a la bondad de un obispo, gesto que le da la oportunidad de cumplir todos sus deseos e incluso convertirse en alcalde de Montreuil-sur-Mer. El cambio de su vida se originó con cubiertos y candelabros de plata, riqueza que le abrió las puertas para transformarse.
Pensamos que con el suficiente dinero es posible obtener cualquier objeto que se desee, pero en el caso de Ferrari se trata de un requisito más en una larga lista que pocas personas en el mundo pueden cumplir.
Más allá del dinero
Como consumidores estamos acostumbrados a elegir, nosotros tenemos la última decisión sobre cuál producto comprar y el único impedimento es la cantidad de dinero que tengamos disponible. Sin embargo, los Ferrari no son un producto normal, para poseer uno el efectivo no es suficiente y se deben cumplir ciertos requerimientos para tener el privilegio de comprarlo: Ferrari elige a los propietarios.
Las condiciones aplican para cualquier tipo de auto de la marca, desde los más “básicos” hasta las ediciones especiales. En primer lugar, estudian el historial de autos que una persona ha tenido, las posibilidades son mínimas en caso de no haber tenido un Ferrari. Asimismo, muchos vendedores no tomarán en serio a una persona con menos de 40 años que lo deseé.
Las relaciones con las agencias son fundamentales, por lo que poseer alguno en ocasiones no es suficiente. Para obtener una edición limitada, es necesario introducirse en las “políticas” de cada agencia, lo que significa establecer una relación de años e incluso haber sido invitado a la fábrica en Maranello.
A veces no es suficiente
Al cumplir estos requerimientos puedes conseguir un Ferrari “normal”, pero en las ediciones limitadas puede que no sean suficientes. Como en el caso de Preston Henn, antiguo piloto, multimillonario y propietario de más de 18 Ferrari, que en 2016 demandó a la compañía italiana por rehusarse a venderle un LaFerrari Spider, aunque al poco tiempo la retiró.
El deseo por las ediciones limitadas se explica con lo que implica ser elegible para comprar una. Ferrari tiene una lista de la que selecciona a sus mejores clientes, los afortunados tienen la oportunidad de visitar las oficinas centrales para ver por primera vez del modelo, incluso antes de que se produzca el automóvil.
La clave de Ferrari
Las razones detrás de los numerosos requisitos es la escasez. Ferrari nunca anuncia el número de modelos que produce cuando introduce uno nuevo, aunque nos dimos una idea gracias a Gordon Ramsay, que el año pasado aseguró que únicamente se realizaron 150 unidades del codiciado LaFerrari Aperta.
Se estima que este tipo de modelos son los responsables del 10 % de las ganancias totales de la empresa. Su importancia es tal que en algunas ocasiones para adquirirlo se deben firmar contratos que le dan a Ferrari la posibilidad de comprarlo del propietario si la compañía lo decide. Razón por la cual, se tiene una lista negra de las personas que busquen crear un negocio al revenderlos.
Ferrari, gracias a la exclusividad, ha alcanzado un nivel único. Los vehículos han dejado de valer por los costos que generan producirlos, se tratan de símbolos que crean un status y en ese aspecto su precio es incalculable. Creó un mundo donde el dinero quedó relegado, donde los productos eligen a sus propietarios.
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