This is who I am de Jorge Tellaeche
Por:
Jafet Gallardo
05 Jun 2018
Realizar una visita al estudio de un artista es algo que particularmente disfruto. Poder husmear en el lugar de trabajo […]
Realizar una visita al estudio de un artista es algo que particularmente disfruto. Poder husmear en el lugar de trabajo donde se está gestando una nueva exposición siempre resulta fascinante. En esta ocasión recibí una invitación por parte de Jorge Tellaeche -pintor mexicano emergente de la camada de artistas formados en Tijuana- para conocer su nueva serie: This is who I am,previo a su aparición en público.
El trabajo de Jorge, al menos el que conocemos hasta la fecha, se ha caracterizado por ser explosivamente colorido y sumamente estético. Sus piezas siempre han reflejado una construcción perfeccionista, gráficamente simétrica, por lo que su obra resulta amable a la vista y digerible para un amplio espectro de observadores.
Desde hace ya 15 años Tellaeche está activo en el universo del arte, y como todos aquellos que caminan el terreno de esta profesión, ha formado un estilo que lo distingue del resto y que lo somete al reto diario de la experimentación.
Para quienes conocemos su trabajo, seguramente al escuchar su nombre, un animal perfectamente trazado, acompañado de colores y de una frase contrastante aparece de inmediato en nuestra mente. Fenómeno que por un lado es extraordinario, ya que pocos artistas logran desarrollar un estilo reconocible al instante, pero que por otro lado puede resultar en un especie de estancamiento para el artista. Al hablar sobre esto con Jorge, ejemplificó la sensación experimentada con una relación personal, “… la relación de un artista con su trabajo se puede estancar, como una relación, y la experimentación es sentir mariposas de nuevo.”
This is who I am es el producto de la experimentación que Tellaeche ha vivido desde finales del 2011, “El año pasado estaba haciendo animales, después pasé a dibujar guerreros con animales en la cabeza, luego personajes peludos que se convertían en animales; todo el final del año pasado y el inicio de este fue experimentar hacia dónde iba todo esto. Muchas de estas obras sí se vendieron, de hechos los guerreros se vendieron todos, pero en realidad no lo sentía mío o muy personal. Esta nueva serie la desarrollé hasta abril mas o menos, cuando surgió el primer dibujo con una máscara, en ese momento todo hizo un click perfecto. A partir de ese momento ha sido pura experimentación con diferentes técnicas: dibujo, acrílico sobre madera, acrílico sobre tela, colaboraciones con arquitectos…”
El trabajo de Jorge en varias ocasiones ha sido señalado como decorativo, inclusive ha sido juzgado por muchos como un trabajo que en el fondo carece de un discurso. Estas son afirmaciones completamente erróneas ya que Tellaeche siempre ha utilizado su talento artístico para expresar su punto de vista sobre la sociedad en la que vive. Comenzando por contrastar las conductas humanas con las animales, para llegar al punto en el que se encuentra en este momento, mostrar la energía y espíritu de las personas a través de máscaras. Esto podría resultar confuso en un principio ya que las máscaras tienen la característica de ocultar y disfrazar a una persona, pero justo ahí radica lo interesante de esta serie. Jorge en sus palabras me explicó la premisa de esta exposición, “La premisa es sencilla e increíblemente infantil, me gustaría poder leer a las personas de una forma visual.
Tuve varios desprendimientos a finales del año pasado, terminé mi relación de un chingo de tiempo y después la dinámica con la gente que me trataba de ayudar y al mismo tiempo no; en la chamba fueron decepción tras decepción… Siempre he estado en un rollo californiano en el que la actitud ante la vida es percibir todo bien, pensar en que todos los obstáculos se soluciona, y que cuando la gente te dice algo se hace. La realidad en nuestro país es otra, y me harté, tuve la necesidad de decir: me encantaría conocer a alguien y sus intenciones desde el primer encuentro. Si son buenas personas, malas, si te están mintiendo.. Y te digo es muy infantil esa idea, muy lógica, el chiste de estas máscaras… me seducía la idea de agarrar algo que todos conocemos, un objeto como una máscara que te protege, te oculta, del cual ya tenemos una idea muy clara. Encontré la forma, o la oportunidad, de agarrar algo tan conocido y darle la vuelta, darle otro significado. Las máscaras de esta serie son “máscaras energéticas mutantes”, que van cambiando tanto de tamaño como de colores, de formas, están en constante movimiento.”
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