20 preguntas: Viktoria Modesta, la mujer biónica
Originaria de Letonia, a sus 29 años, la cantante Viktoria Modesta desafía la percepción de la belleza alterada y se rebela ante la palabra discapacidad. Su eslabón de batalla: la prótesis de su pierna izquierda que cubre con diamantes Swarovski.
20 preguntas a Viktoria Modesta
Por Milagro Urquieta /Fotografo: Yeha Leung/ Stylling: Creepyyeha /Locación: Lafayette House
Alguna vez dijiste: “A la gente aún le cuesta saber qué pensar o sentir sobre un amputado que no intenta ser un atleta olímpico”. ¿Este pensamiento ha cambiado?
Todavía no. Sin embargo, la cultura pop es lo más cercano a Disney y yo creo en Disney. En la magia moderna. Creo que es el momento perfecto para perseguir la magia de la invención y romper cualquier límite que alguien restrinja.
Me queda claro que marcar límites no está en tu vocabulario.
Hubo días en los que pensé en suicidarme por tanto hostigamiento. Dejé la escuela a los 14 años y nunca más volví. Pero, irónicamente, siempre me he levantado.
El modelaje fue tu primer gran paso.
Una de mis películas favoritas cuando era muy joven era Striptease con Demi Moore. Me gustaba la idea de la sexualidad y el poder de la moda. Pero, por el problema que tenía en la pierna, encontré mi hogar en la vanguardia, en escenas alternativas donde podía crear personajes que fueran valorados como en el extraño mundo de Matthew Barney, McQueen y Marie Chouinard.
¿Cómo graficas la sexualidad?
No como es vista por el mercado. La sexualidad va más allá. Es la conexión más desnuda y cruda con tu propio cuerpo y con otros seres.
¿Y las fantasías sexuales?
No estoy en contra de ellas, pero apuesto por prioridades más realistas. Tienen más sentido. Alguien con una disfunción sexual que proviene de un trastorno emocional no necesita una muñeca sexual, sino una terapia. Aprender a estar conectado emocionalmente con una pareja.
Para muchos, la discapacidad y el goce sexual no representa una sinergia natural. ¿Cómo enfrentas este concepto?
Siempre he sido muy consciente de ello. La identidad sexual es un derecho humano básico. En mi trabajo, enfatizo la conexión con el arte, la tecnología y el concepto del yo más allá del cuerpo, pese a que eso no se ajuste a los estereotipos de los medios. Para ellos, alguien mayor, con sobrepeso o discapacitado no tiene identidad sexual. Eso es una forma de discriminación, similar al sexismo y al racismo.
Pienso en la controversia sobre los asistentes sexuales a discapacitados.
¿De qué se trata realmente la controversia? ¿Es impactante que las personas que tienen un cuerpo diferente o pierden una parte del cuerpo debido a un accidente tengan los mismos deseos? Es importante mirar a través de la historia para ver cómo la actitud hacia el sexo y los deseos se- xuales ha cambiado. Se ha vuelto pecaminosa y antinatural.
Citando una de tus canciones, ¿qué hace que “tu piel sude con deseo”?
Hay tantas posibilidades salvajes. Tal vez alterando la energía con imanes o conectándome a alguien através de sensores nerviosos. Ahora que, en un nivel más real, soy una imbécil para el amor.
En el videoclip de ‘FEVAH’, describes la apasionada simbiosis entre el hombre y la máquina.
Me gusta pensar en cómo la innovación puede ayudarnos a ser mejores. El cortometraje que acompañó a ‘FEVAH’ es una reinterpretación biónica moderna de El sueño de una noche de verano, de Shakespeare. En la película, el director Sing J. Lee y yo queríamos explorar el concepto de la realidad virtual.
En ‘PROTOTYPE’ apareces como una especie de Betty Boop del futuro. ¿Cuáles son las más reales?
Adoro la tendencia de ser la versión segura de uno mismo. Si va a optar por realizar algún cambio en su cuerpo, asegúrese de que sea porque lo mejora.
¿Tienes nostalgia por el futuro?
Crecí viendo Disney, así que siento que está incrustado en mi ADN. No podemos cambiar el pasado, pero podemos afectar el futuro con cada decisión. Creo en la capacidad humana de crear un mundo mágico.
Un ejemplo de ello es la evolución de tu primer EP hasta Counterflow.
Cuando comencé a hacer música aún estaba muy involucrada en la escena más alternativa en Londres. Esocreó algunas restricciones en mi mente. No tenía la confianza total para tomar decisiones audaces en cuanto a los sonidos que estaba buscando. Ahora experimenté con valentía soni- dos orquestales, pop y electrónica.
Counterflow estuvo planeado en tu mente durante mucho tiempo…
Parte fue grabado en Berlín en un estudio en el antiguo edificio del aeropuerto Tempelhof. Encontré, además,a una bruja compañera: Rebekah Dobbins, que se ha metido profundamente en las letras conmigo. Algunas canciones fueron producidas por Sampleshoff, un colectivo joven de Berlín y otras pocas por la escena de un club, Jodie Harsh.
La gente esconde sus aparatos ortopédicos debajo de la ropa. ¿Cómo los pensaste como objetos de deseo?
A los 15 años, cuando vi Cremaster. Me pareció la opción más maravillosa: una transformación definitiva de Cenicienta. Tardé cinco años en lograr un final. El punto de jugar con la silueta del cuerpo y mostrar cuán natural o artificial puede ser una pierna me sirvió para resaltar que el cuerpo no te define.
¿Y si tuvieras que hacerlo?
Para mí, la belleza significa autoconocimiento. Sí, la externa puede abrir algunas puertas, pero no te mantendrá en la habitación. Yo siempre he luchadopor alcanzar el potencial en todos los niveles.
¿Es ese el rediseño de la identidad del que hablas en tus canciones?
Yo busco empoderar. Uso la música como banda sonora de mi trabajo y letras para alentar a las personas a hacerse cargo de sus acciones y de ellos mismos.
¿Cómo es el proceso de construcción de tus prótesis?
Siempre he participado en el diseño o al menos guiado la ropa y las creaciones protésicas. Se basan en cómo me quiero mostrar, qué quiero hacer con ellas y qué ropa usaré en el resto del cuerpo.
Como sucedió en la ceremonia de clausura paralímpica…
Actué como Reina de las Nieves y sugerí que usáramos una prótesis con incrustaciones de diamantes para complementar el atuendo. El estilete representaba poder. Algunos lo ven más elegantemente, como un zapato de punta, otros piensan que es sexy o peligroso como un arma.
En la serie de televisión Killjoys personificaste el poder y la sexualidad de las mujeres. ¿Te consideras feminista?
Siempre y cuando no signifique cuidar sólo los derechos de las mujeres o una sola parte de ellas. Puedes ser glamurosa e inteligente, disfrutar ver tutoriales de maquillaje y aprender sobre la ciencia o el Universo. La diversidad de las mujeres no se ha representado, siempre trata de ser lineal.
¿Cuáles son los riesgos creativos que enfrentas como artista?
Son muchos. Más ahora que estoy tratando de cerrar la brecha entre el mundo de la academia y la cultura pop. Me estoy ocupando de temas realmente difíciles de tragar en mi trabajo, como mujeres que trabajan con tecnología o un cuerpo con discapacidad. Creo que las personas merecen tener acceso a todo el espectro de conocimiento.
