“¿Sabes dónde es lo de Oasis?”, me pregunta un desconocido cuando doy el primer paso en Plaza Carso este lunes.
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“No”, le respondo, “pero supongo que es para allá”, digo, señalando a una chica que avanza apresuradamente hacia las entrañas del centro comercial.
Ninguno de los tres sabemos quién es el otro, pero no nos cabe duda de que vinimos aquí a lo mismo. Nos delatan, no únicamente las canas (a mí) y la parka (que me mi novia de la pop-up store londinense) que llevo encima, sino también el bucket hat de la chava y la camiseta del desorientado que me abordó, impresa con los rostros de los hermanos Gallagher y que seguramente alguien (o él mismo) le hizo el favor de comprarle en otras geografías.
A los tres nos condujo hasta aquí la inauguración de la Official Fan Store de Oasis.
Y no, no está la colección que Adidas lanzó en colaboración con los músicos. Lo reitero porque fue la pregunta que más se escuchó durante la apertura de la tienda. Pero no por eso desmerece. Ya sea que hayas visto a los Gallagher con “el Jesús en la boca” antes de 2009, cuando cada segundo sin que se mataran era ganancia, o bien ahora que hasta salen al escenario tomados de la mano, asistir a la tienda se impone como un must.
La *pop-up store* tendrá vida desde este lunes 25 de agosto y hasta el sábado 13 de septiembre, justo durante la segunda de dos fechas que Oasis dará en el Estadio GNP.
A las citas habría que llegar rigurosamente uniformados: con la pasión de un hincha del Manchester City y la paciencia de Job. Porque así como hubo que aguardar sentados y con los dedos cruzados para que Noel y Liam eligieran un destino distinto al de Caín y Abel, los fans tendrán que resguardarse vía online para asegurarse un lugar en la tienda de Oasis.
Quienes prefieran montar una guardia parecida a la que mantiene la Guardia del Rey en el Palacio de Buckingham, podrán apostarse a la espera de que se desocupe algún turno.
Si algo nos sobra a los mexicanos es disciplina para hacer filas y masoquismo para avanzar a paso de tortuga.
Aun si no compras nada —porque pese a las advertencias viniste en busca de la mercancía de Oasis intervenida por la marca de las tres franjas—, la Fan Store te ofrece algunas paradas para tomarte la foto. Desde un cubículo construido con pantallas que te sumergen en un asfixiante torbellino rockero, hasta una pantalla verde en la que —por menos de 200 pesos— te colocan en las portadas de *What’s the Story Morning Glory?* y *Definitely Maybe*.
Se vale, aunque más barato (y con los mismos resultados) podrías lograrlo en tu celular con ayuda de Photoshop.
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Si los Gallagher hacen chillar a las guitarras, aquí la intención es hacer llorar a la tarjeta de crédito. Lo mejor es invertir en alguna camiseta. Yo lo hice con la conmemorativa del sencillo *Cigarettes & Alcohol* (ese último, un vicio que los hermanos supuestamente ya superaron) y otra en cuya retaguardia se anuncian las 18 ciudades de esta gira que llevará a Oasis por 11 países en 3 continentes.
Para quienes una camiseta, una hoodie (que por lo menos el lunes aún no llegaban a Carso) o un bucket hat como los que Liam luce en el escenario —para cantar con las manos cruzadas a la espalda— no es suficiente, en la tienda también se ofrecen libretas tipo Moleskine, plumas, prints de la fotógrafa Jill Furmanovsky o ediciones en vinilo de la discografía de quienes durante décadas nos han hecho cantar “Don’t Look Back in Anger”, “Wonderwall” y “Champagne Supernova”.
¿Vale la pena ir a la tienda?
Depende.
Si eres uno de esos enfermos que este lunes (y durante dos semanas) se reportarán con “gripe rockera” en el trabajo o se volarán una clase para venir a formarse con la esperanza de entrar a una tienda: sí.
Si estás dispuesta o dispuesto a forzar tus límites crediticios hasta la ignominia: también.
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Incluso si solo vienes por la foto en los spots —como el cubo-Matrix-oasisiano—, valdrá cada maldito segundo.
Pero no: no hay ni habrá colección de Adidas.
