La vaginoplastia es una cirugía destinada a crear, reconstruir o reparar la anatomía vaginal, y aunque muchas personas la asocian exclusivamente con los procesos de afirmación de género, su uso abarca diversos contextos médicos, reconstructivos y funcionales que benefician a mujeres cisgénero y a personas trans.
La vaginoplastia forma parte de las intervenciones ginecológicas y reconstructivas que pueden mejorar la salud íntima y la calidad de vida de quienes la requieren. Entre sus principales aplicaciones se encuentran:
Algunas mujeres cisgénero pueden necesitar esta cirugía debido a:
Malformaciones congénitas, como el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser.
Secuelas de traumatismos o accidentes.
Tratamientos contra el cáncer u otras cirugías que afectan la anatomía vaginal.
En estos casos, la vaginoplastia contribuye a recuperar la funcionalidad, mejorar la comodidad y permitir un desarrollo íntimo pleno.
El paso del tiempo, el parto, algunos procedimientos médicos o lesiones pueden generar cambios que impactan la anatomía vaginal. Para estas situaciones, la vaginoplastia puede ayudar a:
corregir estrechamiento o laxitud,
mejorar el confort durante las relaciones sexuales,
tratar cicatrices o molestias,
favorecer la salud íntima integral.
Más allá de la apariencia, este tipo de cirugía puede tener beneficios tanto físicos como emocionales.
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En el caso de mujeres trans, la vaginoplastia es una intervención fundamental dentro del proceso de afirmación de género. Mediante técnicas especializadas —como la inversión peneana o injertos de tejido— es posible crear una vagina funcional y con apariencia femenina. Además del papel anatómico, esta cirugía contribuye profundamente al bienestar psicológico y social de quienes la eligen.
La vaginoplastia puede incluir:
creación o reconstrucción del canal vaginal,
remodelación de labios vaginales,
uso de injertos de piel o tejido,
cuidados especiales según la técnica empleada.
Como en cualquier cirugía mayor, requiere seguimiento médico y, en algunos casos, terapia de dilatación para mantener la funcionalidad del canal.