Tianguis turístico y el efecto cangrejo
Por:
Jafet Gallardo
05 Jun 2018
Hace 14 años asistí, por primera vez, en el puerto de Acapulco, a un Tianguis Turístico, era el segundo año […]
Hace 14 años asistí, por primera vez, en el puerto de Acapulco, a un Tianguis Turístico, era el segundo año que cubría la fuente periodística especializada en turismo y debido a mi poca experiencia todo parecía ser perfecto: aquí se encontraban todos los actores del sector turístico, quienes interactuaban con los medios de comunicación a través de entrevistas y conferencias de prensa, perfecto para buscar historias y plasmarlas en el diario que representaba en aquellos años.
Era el año 2000 y el gobierno de la república era representado por Ernesto Zedillo, la Secretaría de Turismo estaba encabezada por el priista Espinoza Villarreal, el mismo que fue acusado en el año 2000 por la entonces perredista, Rosario Robles –hoy priista-, debido al delito de peculado y desvío de fondos de 420 millones de pesos hacia una campaña del PRI.
Como mi primer congreso turístico descubrí que el secretario era un personaje totalmente mediático, a la menor provocación se acercaba a la prensa, era de la vieja escuela que seguía al pie de la letra la frase “el que se mueve no sale en la foto“, dicha por el casi eterno líder sindical de la CTM (Confederación de Trabajadores Mexicanos) don Fidel Velázquez. Sí, se trataba de un tipo carismático que, a simple vista, demostraba un buen manejo de las relaciones públicas, buscaba ascender al poder, aunque ya había quemado todos los cartuchos políticos, años antes fue regente de la Ciudad de México de 1994 a 1997.
Sin embargo, aunque todo parecía miel sobre hojuelas, descubrí que la mecánica del tianguis, en materia de información, era caduca. Por ejemplo, pude constatar que la mayoría de las conferencias de prensa anunciaban productos que ya existían, sólo le cambiaban el nombre; también era notorio que el discurso de muchos de los secretarios de turismo carecía de preparación, se trataba de un guión meramente político, apegado a la agenda de gobierno de la entidad respectiva.
Hoy, a casi 15 años de haber sostenido aquel encuentro y después de haber asistido en múltiples ocasiones a otras ediciones de esta cumbre turística, todo sigue igual o incluso ha empeorado si se considera que en los últimos años México ha descendido como potencia turística mundial, esto en gran parte al poco interés por parte de los gobiernos federales y estatales (¿recuerdan que incluso el ex presidente Felipe Calderón trató de desaparecer dicha dependencia durante su gobierno mientras hizo su guerra por todo el territorio nacional?). Sí, las secretarías de turismo son el patito feo del gabinete gubernamental, aunque demuestren lo contrario, son, para muchos, escaleras políticas.
Flashback turístico
Aunque pareciera que quien esto escribe es un renegado, hay conocimiento para hacer esta crítica. He tenido la oportunidad de participar en diversas congresos, ferias y seminarios turísticos alrededor del mundo (al igual que los mismos actores políticos que tienen en sus manos una gran responsabilidad en este sector), donde a diferencia de lo que pasa durante estos eventos en nuestros país (incluyendo a FITA), en Estados Unidos con el congreso Pow Wow; Canadá mediante el Go Media; España con FITUR y Alemania mediante el GMT, sí hay acciones que benefician a todos: gobierno, iniciativa privada y medios de comunicación, éstos últimos beneficiados al obtener información relevante mediante citas debidamente coordinadas, cronometradas.
Muy diferente, en México, la sede es de por si ya un problema, es algo así como la manzana de la discordia, ya que durante 36 años este encuentro se llevó a cabo en el puerto de Acapulco, hasta el año 2011, cuando Felipe Calderón da instrucciones a Gloria Guevara Manzo, entonces secretaria de turismo, para que éste se volviera itinerante debido a varios factores:
1.- La mayoría de los actores del sector afirmaban que el modelo estaba agotado, que no contaba con instalaciones dignas para mostrarlo ante los “turisteros” internacionales.
2.- La ola de inseguridad azotó al puerto, un peligro inminente para los visitantes. Incluso, durante la última edición que se llevó a cabo en este destino guerrerense un comando armado dejó una camioneta con cuerpos destazados y narcomantas afuera del centro de convenciones, antes de que el ex presidente inaugurara el evento.
Durante una conferencia, la entonces secretaria, Gloria Guevara Manzo, afirmaba: “es un tema de percepción, todo México es seguro para viajar”. Esto mientras estaba escoltada por cuerpos de seguridad que portaban armas largas afuera del recinto.
3.- Otros entidades federativas demandaban que era justo que el Tianguis Turístico se moviera a sus estados, donde, afirmaban los voceros, sería mejor que los anteriores, además que mostrarían los encantos del destino turístico sede.

Sin embargo nada ha sido así. Las últimas tres ediciones no han alcanzado el objetivo propuesto, aunque la Secretaría de Turismo Federal diga lo contrario. Ejemplos:
El que se llevó a cabo en Nayarit y Jalisco, en el año 2012, fue cansado para los visitantes. Imaginen asistir a eventos sociales en sitios que se encontraban hasta a dos horas de distancia.
En 2013, en la ciudad de Puebla, la oferta hotelera se quedó corta. Hubo participantes que tuvieron que hospedarse en Tlaxcala. Sumado a una desorganización en materia de transporte.
Pero lo más triste fue en Riviera Maya – Cancún, los destinos número uno de México, los cuales, parecía, les había quedado grande el congreso, por lo menos así lo demostró con el ineficiente centro de convenciones Lakam Center, el cual se encontraba lejos de todo, con una pésima señal de Internet –un dolor de cabeza para los visitantes extranjeros- y una sala de prensa obsoleta. Aunque gran parte de la culpa lo tuvo la Secretaría de Turismo Federal, que erróneamente eligió a la agencia Llorente y Cuenca, empresa con poca experiencia en el desarrollo de eventos de este calibre, sumado a un presupuesto por parte de la SECTUR, tan pobre, que ni siquiera pudieron contar con el número correcto de gafetes para cada participante que se inscribió en tiempo y forma.
Ingenuamente yo pensaba que a través de los años el Tianguis Turístico evolucionaría, sería mejor, pero nada fue así, todo sigue igual, tal y como la primera vez que asistí. Los organizadores siguen con el discurso oficial, el cual, me atrevo a decir, no le interesa, en absoluto, al consumidor final. O ¿Alguien conoce a un turista que decida visitar cierto destino turístico gracias a la firma de un convenio entre gobierno y empresarios?
Contra viento y marea, a todos los líderes del sector responsables les deseo un buen viaje. Sólo hay que recordar que en nuestro país somos más gente buena que mala.
Este video te puede interesar