Teletrabajo: la gran oportunidad para México
México es, sin lugar a dudas, uno de los destinos más espectaculares del mundo para los turistas. Como España, gran parte de nuestras economías depende directa o indirectamente de los visitantes extranjeros. Aunque en México es más importante aún: cuando tienes una divisa débil, la entrada de dólares o euros se torna fundamental para el desarrollo empresarial y social de muchos territorios.
Pero el mundo ha cambiado. Y les tengo una noticia: no va a volver a ser igual. Nuestras mentalidades mediterráneo-latinas nos dicen que esperemos, que pasará el temporal, capeará y todo volverá a su “orden”. Para bien o para mal, este 2020 es el detonante de una nueva era, en la que la mayoría de los aspectos de nuestras vidas se verán alterados. El nuevo coronavirus es, al fin y al cabo, una máquina del tiempo, un acelerador de procesos. Todos esos que pensábamos que se tardarían una década en dar.
Y en tiempos de cambio siempre ganan los valientes. Bueno, los que tienen visión y se atreven a ser valientes. Los negocios que no se adapten, los territorios que no innoven y las personas que no se rediseñen, lo pasarán mal. Probablemente San Miguel de Allende, Puerto Vallarta o Playa del Carmen aguanten mejor el reto, pero nadie está realmente a salvo en este huracán. Todos debemos reinventarnos.
Y he aquí la mega oportunidad para México: el teletrabajo. ¿Y por qué?. Muy sencillo: uno de los procesos que ha acelerado la pandemia es la transición a los trabajos remotos. Bueno, transición no ha habido, sino un cambio abrupto. Hemos pasado de la oficina al zoom, del café con compañeros a interminables jornadas delante de la computadora. Se estima que un tercio de la población mundial pasó directamente al teletrabajo sin haberlo hecho antes en estos meses.
Desde el inicio de la industrialización hasta hace no mucho, la ciudad “robaba” capital humano a territorios menos urbanos por un motivo de fuerza mayor: el trabajador debía estar físicamente ligado a la producción. El cambio de industria a servicios y especialmente la revolución del 2020 han acabado con ese binomio. Y esto tiene un sinfín de derivadas segundas.
La ciudad es el centro de ocio y oportunidades por excelencia. Con el ocio completamente modificado (incluso cancelado) y sin la necesidad de ir a la oficina, somos cientos, millones de profesionales en todo el mundo que estamos cambiando nuestro modelo de vida. Sin ir más lejos, estoy escribiendo estas líneas en un avión, camino de Málaga, donde estaré un tiempo trabajando en un pueblo costero.
México ya no recibirá millones de franceses, españoles o canadienses cada año, al menos hasta 2022. Pero sí puede recibirnos a los que ya no necesitamos pisar oficinas, ir a comidas para cerrar negocios o sentimos la necesidad de socializar en eventos. Un entorno privilegiado como México, con las mejores playas del mundo, montañas de 5.000 m, una gastronomía maravillosa y una hospitalidad única, es el lugar perfecto para nosotros. Pero ya no en la CDMX, ya no en Monterrey. Los destinos ahora serán más pequeños y seleccionados con mucha atención.
Desde Repueblo llevamos desde 2018 ayudando a territorios y empresas a llevar a cabo esta revolución. Y estoy convencidos que los destinos que lideren este cambio, atraerán a ese nuevo turista, que ya no viene por una semana, sino por temporadas de meses: el nómada. Antes ese nómada era más bien un hipster que se dedicaba a la programación.
Hoy, nómada puede ser cualquiera, desde una directiva de IBM hasta un entrenador personal. Y nada me haría más feliz que qué encontraran en México su lugar idílico para ejercer en remoto su profesión, y dejen en esa tierra que amo tanto sus divisas, generen nuevas comunidades y surja la serendipia, fruto de la mezcla entre semejantes distintos. Esa es la oportunidad de México, convertirse en el hub de mentes brillantes del mundo que quieren atender a su cliente de Amsterdam mientras disfrutan de los viñedos del Valle de Guadalupe o de un champurrado en Oaxaca.
Pero no podemos despistarnos. Esta nueva tendencia se la llevará quien sepa dotar de una oferta congruente al turista nómada. Es el tiempo de revolucionar México y liderar el nuevo concepto de turismo mundial.
