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Redes Ocultas: YouTube, donde el desnudo es más peligroso que la violencia

Por: Iván Montejo 22 Ago 2019
Esta semana YouTube se ha visto envuelto en una nueva controversia donde el discurso de odio y la libertad de prensa están en juego, ¿qué pasó?
Redes Ocultas: YouTube, donde el desnudo es más peligroso que la violencia

Hace unos días, YouTube cerró nuestro canal oficial argumentando que el contenido no seguía las políticas de la empresa y no podíamos hacer nada para cambiar la decisión. Se trató de una decisión sorpresiva, generalmente este tipo de suspensiones son precedidas de una serie de strikes con los que se te indican las razones de la acción; pero en esta ocasión no tuvimos una advertencia previa, de la noche a la mañana cerraron el canal.

Afortunadamente, unos días atrás pudimos recuperarlo, pero esta situación y el problema por el cual está pasando la plataforma de Google me ha puesto a pensar sobre su naturaleza.

Extrañas normas

Antes que nada hay que entender que estamos ante una compañía privada y como tal puede modificar y alterar sus políticas de la forma que quiera. Por esta razón puede borrar y suprimir contenido que vaya en contra de sus políticas (siempre y cuando éstas no vayan en contra de las leyes estadounidenses).

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De esta manera, YouTube tiene la posibilidad de crear leyes internas que prohíban la presencia de videos con contenido sexual. En este sentido, su decisión con respecto a nuestro canal es totalmente válida, si la página prohíbe que se publique cualquier contenido erótico está en su derecho y los videos de Playboy no caben en la plataforma.

Afortunadamente pudimos resolver el conflicto y nuestro canal ya se encuentra disponible. No obstante, este problema es sólo un síntoma de lo que implican las normas de la comunidad de YouTube.

El mundo digital en los últimos días se ha visto marcada por la controversia generada alrededor de Steven Crowder, prominente YouTuber de derecha; y Carlos Maza, periodista del medio estadounidense Vox. Todo comenzó cuando este último publicó un video donde se pueden ver todos los insultos y ataques que Crowder le ha hecho en los últimos meses.

 

Maza agregó que los videos en principio tienen la intención de responder su contenido, pero cada vez se ven acompañados de una ola de acoso por parte de los seguidores del YouTuber.

Los insultos editados claramente hacen referencia a su preferencia y su descendencia: “Angry little queer”,  “gay Mexican”, a pesar de que es de ascendencia cubana, y “lispy queer”.

Steven Crowder respondió a la crítica argumentando que cada uno de sus videos está dirigido a refutar los videos que Maza sube constantemente y que los insultos simplemente son un recurso cómico que no tiene nada que ver con un discurso de odio.

 

 

Las normas de YouTube con respecto al contenido de incitación al odio son claras: “[…] no admitimos contenido que promueva o consienta la violencia contra individuos o grupos por motivos de raza y/u origen étnico, religión, discapacidad, sexo, edad, nacionalidad, condición de veterano de guerra, orientación sexual o identidad de género; ni cuyo fin principal sea incitar al odio por alguna de dichas causas”.

Por otro lado, en cuanto al acoso, escribe: “Publicar vídeos y comentarios ofensivos en YouTube no es apropiado. En aquellos casos que el acoso sobrepase los límites y se convierta en un ataque malintencionado, puedes avisarnos para que retiremos el contenido. En ocasiones, los usuarios pueden resultar algo molestos o comportarse de forma inadecuada; en tal caso, te recomendamos que no les prestes atención”.

La primera respuesta de YouTube tomó el camino de esta última frase. Argumentó que cada video de Steven Crowder seguía las normas de la comunidad y que no podían hacer nada, todos tienen su derecho a réplica.

La respuesta dio origen a una gran cantidad de críticas por parte de la comunidad LGBTQ y medios de prensa, quienes no podían explicar esta postura ante lo que claramente era un ataque que se alimentaba del odio y racismo. YouTube al ver la presión terminó por desmonetizar el canal y bajar varios de los videos controversiales.

Los límites de la libertad

Mark Zuckerberg alguna vez dijo “Muévete rápido y rompe cosas. A menos que estés rompiendo cosas, no te estás moviendo lo suficientemente rápido”, uno de los mejores resúmenes de la mentalidad de Silicon Valley y uno de los mayores problemas de la industria.

Es una mentalidad destructora que pone por encima de todo el crecimiento de las plataformas. No importan las leyes ni la moral, se trata de una dictadura de la data donde los números son los únicos que importan.

En el caso particular de YouTube, han hecho que su sitio se convierta en el lugar perfecto para la radicalización. Las páginas harán todo lo posible para que el usuario pase el mayor tiempo posible en su plataforma,  los algoritmos son esenciales para cumplir este objetivo aprendiendo y ofreciendo contenido relacionado con los intereses del visitante.

El problema radica cuando una persona tiene posturas extremas, los algoritmos naturalmente hacen su trabajo y presentan al individuo con una serie de discursos que refuerzan su postura, además de contactarlo con personas con los mismos prejuicios.

De esta manera se encuentran los que creen que las vacunas producen autismo, los que aseguran que la masacre de Sandy Hook fue una creación de los medios liberales y los que niegan la existencia del holocausto. Grupos que viven en una burbuja de desinformación, un aislamiento informativo alimentado por los algoritmos de YouTube.

Se trata de un problema sumamente complejo, un caso que implica los límites de la libertad de prensa, los derechos de las minorías y la extrema derecha. Temas que por años se han intentado racionalizar desde el plano intelectual y están en manos de una empresa más interesada por eliminar los desnudos de su página.

 

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