Desde la década de los 50 sería imposible pensar en fútbol americano sin relacionarlo con las porristas que engalanan cada temporada de la National Football League. En cada estadio logran animar hasta al más apático y causar envidia de más de una mujer. Ahora estas más de 15 mil trabajadoras alzan la voz para pedir igualdad de derechos en su trabajo y hacer respetar su dignidad.
Mientras que la NFL las sigue considerando como trabajadoras independientes para escatimar en gastos, ellas desean ser tratadas con las mismas prestaciones que el resto de sus compañeros. Cabe mencionar que los ingresos de la NFL dan lo suficiente como para poder consentirlas; tan solo el año pasado tuvieron ganancias de 11,200 millones de dólares y esta es una cifra que cada año crece aún más. Tristemente, la remuneración de las “cheerleaders” es inferior al salario mínimo, nadie registra el total de sus horas trabajadas y no tienen protección básica, por lo que piden al Departamento de Trabajo de Estados Unidos escuche su petición y regule la situación.
Algunas franquicias como los Bucaneros de Tampa Bay y los Raiders de Oakland ya han accedido a indemnizarlas con más de dos millones de dólares por deuda salarial. Caso contrario a los Gigantes de Nueva York, los Toros de Chicago, los Empacadores de Green Bay, los Cafés de Cleveland, los Leones de Detroit y los Acereros de Pittsburgh que actualmente no tienen equipo de animación. Ojalá las acciones de la NFL no nos hagan perder sus rutinas:
de los Jaguares de Jacksonville
de los Patriotas de Nueva Inglaterra
de los Santos de Nueva Orleans
de los Cargadores de San Diego
de los Halcones marinos de Seattle
de los Pieles rojas de Washington
¿Tú a qué equipo le vas?
