El escritor chino Mo Yan se lleva el galardón más importante del mundo de las letras.
Como cada año, la atención del mundo entero se centró en la Academia sueca responsable de otorgar los galardones más prestigiosos del planeta. En esta ocasión, el veredicto favoreció a Mo Yan por encima de nombres que sonaban fuerte como el de Murakami y Roth.
El jurado dijo basar su elección en el realismo alucinatorio de la escritura de Yan que permite dibujar la historia de su país para sus contemporáneos.
En Occidente la sorpresa no ha sido menor. El nombre del escritor acaso había sido escuchado por algunos conocedores. El síntoma más palpable se refiere a la relevancia cada vez mayor de China dentro del panorama mundial que ahora también en el ámbito de la cultura se deja sentir.
Se dice que a este autor de culto el premio le hace justicia ya que una de las razones de ser del Nobel es dar resonancia a escritores cuya obra, por las razones que fueren, no la han conseguido.
Otra de las cualidades que destacan de Mo Yan son su humor e ironía. Por ejemplo, como se hace llamar, seudónimo que significa “no hables”.
Algunas de sus novelas traducidas al español son La república del vino, Sorgo rojo, Grandes pechos, amplias caderas y La vida y la muerte me están desgastando.
Los lectores del mundo comienzan a conocer a este personaje de 57 años, nacido en una humilde región China de nombre Shandong que ahora se vuelve el escritor más importante del orbe. 1.2 millones de dólares y el reconocimiento global seguro tienen a Mo Yan más que contento.