MUÉVETE RÁPIDO Y ROMPE COSAS…
EXISTE UNA RAZÓN POR LA QUE COREA DEL SUR NO TIENE SU PROPIO SILICON VALLEY, PORQUE ANTES DE VERSE COMO EMPRENDEDOR, EL RECIÉN EGRESADO BUSCA OBTENER UN TRABAJO EN EL GOBIERNO.
Seúl, Corea del Sur. El edificio está ubicado en una de las zonas más costosas, rodeado por el barrio financiero, uno de artistas y cerca tiene una calle llena de restaurantes de cocina internacional, que se convierte todas las noches en refugio para extranjeros que extrañan el hogar, y lo más que se le parece a ello es un plato de comida caliente. Acá, deben saber si no han estado por estas tierras, la comida apesta. Y no lo estoy diciendo con un tono despectivo, pero sí, si no están acostumbrados a los olores y sabores fuertes, basados en alimentos fermentados y mucho ajo, se pueden deprimir de hambre.
POR: Hiroshi Takahashi @takaink
Rebekah Han, manager de la Korean Business Angels Association, dice que este espacio fue pensado para que los emprendedores lleguen sin pena en busca de gloria. En esta nación luchan contra muchos obstáculos en ese renglón. Uno de los principales tiene que ver con un asunto cultural, de familia.
Kim Yong Chul, vocero de la provincia de Gangwon, dice que aquí no es como en Australia o Reino Unido, Estados Unidos o tal vez Turquía. Aquí, una vez que comienzas a buscar trabajo, te casas con la empresa. Es decir, sales de la universidad y postulas y compites por varios cargos abiertos en el mercado. Y si, por ejemplo, te aceptan en Samsung, toda tu vida laboral defenderás esa marca. Es una cuestión incluso de honor.
Rebeka Han dice que lo que más buscan los jóvenes es trabajar en el gobierno, hacer carrera laboral como servidor público. Servir al gobierno, además de que tiene implícita su carga de estatus social, ofrece un buen retiro y estabilidad. Pero esos trabajos están muy limitados, no todos pueden entrar.
No estar en una gran empresa, si no llegaste a ocupar una posición en el gobierno, es visto como un fracaso profesional ante los ojos de esta cruel sociedad. Entonces, si dices que vienes de Caltech o Seoul National University, y eres emprendedor, pues de inmediato eres visto como perdedor. Y esto le ha impedido a esta nación, hasta cierto punto, tener su propio Silicon Valley.
Pero cientos de jóvenes han entendido que no necesariamente dejar a medias la universidad y comenzar una empresa representa tirar el dinero de sus padres a la basura. En TIPS Town, como llaman a este edificio, somos testigos de una ceremonia de venta de proyectos. En una sala repleta de jóvenes, vemos cómo en pocos minutos ponen su orgullo en la basura y tratan de convencer al público, lleno de niños como ellos, de que su idea hará millones o cambiará al mundo. Son casi 100 en este espacio combatiendo por fondos.
Rebekah Han dice que pueden recibir 100 mil dólares para arrancar y en dos años demostrar que tenían razón. Los inversionistas ángel sólo pueden quedarse con hasta el 30 por ciento de las acciones, por lo que los creadores aseguran el control. Y al final, sólo deben regresar cinco mil dólares, el equivalente al 10 por ciento de lo que en total deben destinar a investigación y desarrollo.
En un país que ha hecho fama como replicador de tecnología y luego como creador del futuro (LG o KIA, dos ejemplos), resulta claro que una vez que más millennials entiendan que el gobierno los está becando para inventar empresas al menos por dos años, en un hermoso edificio en una de las mejores zonas de Seúl, pronto habrá sorprendentes resultados.
Rebekah Han nos muestra un anuncio en la entrada de uno de los búnkeres principales, dice: “Muévete rápido y rompe cosas”. Le digo que es una frase de Mark Zuckerberg a uno de los emprendedores, dice que estoy equivocado, que es un pensamiento de un emprendedor coreano, cuyo nombre no vale la pena memorizarlo. Pero esa es la idea y la están ejecutando.
