Lorenzo de Orgón, la nueva era del hombre
Por:
Jafet Gallardo
05 Jun 2018
Son tiempos en que la equidad de género no sólo es políticamente correcta, es un ideal. Poco a poco las […]
Son tiempos en que la equidad de género no sólo es políticamente correcta, es un ideal. Poco a poco las damas toman el lugar protagónico que les corresponde, las sociedades se reacomodan, un nuevo mundo está a la vista. Pero en este escenario cambiante, un personaje no quiere que el hombre pierda su mismo lugar, no uno que impida el avance de la mujer, si no que ponga en un pedestal a la masculinidad misma. En su opinión, hay cosas que simplemente no es que no deban cambiar, deben sobrevivir el cambio.
Este viernes será un momento muy importante para él, presenta su segundo material, columna de esta filosofía tan suya. A las 20 horas en el Casino Life de Insurgentes. Antes hablamos con él para que sea el mismo Lorenzo de Orgón, personaje creado para estos objetivos, quien explique este esfuerzo suyo.
Nombre del disco: Boy Power
Fecha y hora de presentación: 13 de diciembre del 2013, a las 20:00 horas
Lugar: Casino Life de la Ciudad de México.
Sello distribuidor: Inventora Laurentius.
Producido por: Lorenzo de Orgón.
Duración: 66 minutos.
Descripción breve: Tercer disco de Orgón que incorpora una audaz fusión de ritmos
Para bailar al mismo tiempo que letras para reflexionar.
¿Cómo te nació la idea?
– Dar al género masculino la opción de escuchar un disco donde no se insulte al hombre,
y como contestación a las mil artistas femeninas que lo agreden con sus canciones.
¿Qué es la dignidad masculina?
– No existe, pero a través de esta obra se intenta recomponer al varón y hacerlo entender,
como dijo el moderno ‘demolition man’, don Gabriel Carmona, que mientras más se agachen
los hombres ante las mujeres, más se les ve el fondillo.
¿De dónde surge la necesidad del Día Mundial Del Hombre?
– De atestiguar el fenómeno feminista de denostación y misandria contra el hombre actual,
haciéndolo ver como el gran villano de la historia y un represor de la mujer, imagen que
Lorenzo lucha por borrar predicando la dignidad del “Homo Novus” del siglo XXI.
¿Por qué escogiste el 20 de marzo?
– Es la fecha actual de inicio de la primavera, señal de sol, de fecundación, y comienzo del ciclo zodiacal que inicia en Aries, un signo generador y masculino; está cerca del 8 de marzo, que es el día Mundial de la Mujer, para que ambas celebraciones y ambos sexos vayan de la mano.

¿Cuál es el objetivo de vincular la dignidad masculina con marchas y logros físicos?
– Las marchas llaman la atención de la sociedad civil y de los gobiernos; reflejan una inconformidad social y provocan la reacción de grupos antagónicos como lo fueron las instituciones lésbico-gays, feministas, los partidos de izquierda, los inadaptados sociales y los narcopunks, que lanzaron piedras y altavoces represores contra la libertad de expresión del movimiento de dignidad masculina. Las hazañas físicas, como las marchas en la ciudad y a lo alto de montañas peligrosas,, son actos extremos que pueden conducir a la muerte, por tanto al efecto martirio que todo movimiento necesita para ser escuchado, considerado y twiteado.
La idea ha sido tachada de misógina y degradante por ciertos sectores de mujeres.
– Por supuesto, ya que el feminismo de tercer nivel al que hemos llegado, y que Lorenzo califica de femiterrorismo, crea un sistema presupuestal, gubernamental y burocrático que se siente amenazado ante el brote de una nueva rama de pensamiento que representa la antítesis y reacción hacia la zona de confort feminista, cuyo lenguaje político es la misandria, o rechazo a la figura varonil.
Creas el concepto “femipoder” y hablas de mujeres “Cada vez más egoístas, interesadas y rapaces”.
– Poder ejecutivo a través de curules, presidencias, hijas y esposas de expresidentes que toman el poder político. Poder judicial a través de leyes que protegen a la mujer y minimizan la libertad, el patrimonio y la patria potestad para los esposos, padres y compañeros de trabajo. Poder legislativo a través de leyes que restan cercanía de los padres con sus hijos y los divorcian del amor paterno, así como una Comisión de la Equidad de Género conformada únicamente por diputadas y ningún solo diputado. Rapacidad en que la mujer no ama al hombre sino el tipo de vida que el hombre le puede dar, y cuando no se lo da, termina prodigándole su desprecio.
¿Qué tanta adherencia real está generado la iniciativa?
– Mucha a nivel labial, casi ninguna a nivel eficacia, porque el sistema feminista de los cuatro poderes –ejecutivo, legislativo, judicial y mediático– existe para alimentar la ideología y los intereses del feminismo instituido, que vive para incensar los valores del eterno matriarcado. Nos parece que vivimos dentro de un sistema machista, pero en realidad éste es un subsistema del supersistema matriarcal que incluso en México hace del más macho, un agachado mandilón. Ya sabemos que las mujeres mandan. Dijo Catón el viejo: “Nosotros mandamos a las naciones, y nuestras mujeres nos mandan a nosotros.” Pero esta minoría debe ser escuchada, ya que debemos vivir en un sistema democrático, y dícese ser, de “igualdad de géneros”.
Me suena a que más que generar un contrapeso opuesto a las iniciativas femeninas deberíamos buscar la forma de complementarnos en igualdad de derechos y condiciones, ¿no crees que es mejor idea?
– Definitivamente. Ahora esa balanza de igualdad se inclina a favor del peso específico femenino. Los derechos actuales están a favor de la mujer.

Sin afán de ofender, pero me parece que la iniciativa sirve como un inflador de egos masculinos, ¿cuál es la esencia de todo esto?
– ¿No nos parece que toda la publicidad, los anuncios, las leyes, los spots televisivos, los blogs inflan el ego femenino? El “eterno femenino”, las modelos que admiramos, libros y publicaciones en torno a la grandeza de la mujer. ¿No es también una oda a la femineidad? Artistas más grandes que la realidad, nuestras revistas masculinas, por ejemplo, viven de inflar el ego de las mujeres. Varias veces he leído en ‘Playboy’ (ya que soy asiduo mirón) a las conejitas que se sienten felices de recibir miles de cartas de sus seguidores, y que viven del placer de saber que soldados en el frente de guerra, y que estudiantes universitarios tienen sus centerfolds pegados a su pared, haciéndose una paja por ellas.
¿Dirías que no hay nada malo en el movimiento? Haz una pequeña autocrítica para nosotros.
– Es tan malo como el crecimiento del movimiento feminista. Es tan malo como las marchas lésbico-gays y de orgullo femenino que critican y no permiten una sola expresión de orgullo por ser hombre y por intentar rescatar la imagen varonil despreciada por el lenguaje del feminismo. Si en el siglo XIX se tomó como una audacia el movimiento feminista, ¿qué tan malo, pregunto, puede ser un movimiento masculino en el siglo XXI, para equilibrar fuerzas ondulantes?
¿Hasta dónde te gustaría llegar con tu iniciativa?
– A LA INSTITUCIÓN DEL 20 DE MARZO: DÍA MUNDIAL DEL HOMBRE
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