Lol Tolhurst: “aprendí que eres humano por lo mejor y lo peor”

Conoció a Robert Smith a los cinco años, cuando ambos subieron tomados de la mano para abordar un autobús que los llevaría a un pueblo cercano a estudiar en su nueva escuela. Era el inicio de un viaje prometedor y profético para Laurence “Lol” Tolhurst (Inglaterra, 1959) que lo llevaría a cofundar con Smith una de las bandas más emblemáticas de rock del siglo XX, The Cure, en el discreto pueblo de Crawley, Inglaterra.

Compartir la vida y una larga amistad al lado de Robert Smith deja una marca de por vida y quizá sólo puede tener una experiencia igual de intensa en su reverso: alejarte de él. Lol Tolhurst fue separado como baterista y tecladista de The Cure en 1989, luego de 13 años en el grupo, por sus problemas de alcoholismo. A partir de ahí, todo cambió y Tolhurst formó Presence y después, Levinhurst, un dúo junto a su actual esposa, Cindy Levinson. Además, escribió Cured (Malpaso, 2016), un libro paradigmático para comprender su vida, sus años de formación y su experiencia con la banda.

Luego de dimes y diretes que incluyeron una demanda contra el propio Smith, Lolhurst y el líder icónico hicieron las paces. Tolhurst se reintegró a The Cure en 2011 y charló con Playboy México sobre su amistad con Robert Smith, su experiencia en el grupo y la cultura del alcohol en la música durante su participación en el Hay Festival Querétaro 2019.

La Ciudad de México espera a The Cure en concierto el próximo 8 de octubre en el Foro Sol.

Los años 80 se ven increíbles en series como Stranger Things. Pero fueron un tiempo de profunda crisis política, económica, social. ¿Qué son los 80 para ti?

Los años 80 son como ahora, de verdad, sólo que nosotros tuvimos una salida. Los años 80 fueron un tiempo de revolución. La gente mira atrás con las series de televisión y yo digo: “wow, esto se trata de Madonna”. Pero era más: era una revolución.

¿Qué era la música en los 80 además de una revolución? ¿Qué significó para ti?

Probablemente la música formaba una parte central en la vida de la gente joven, porque no había internet, no había tantos videojuegos. Ahora creo que la música juega un papel en la vida de los jóvenes, pero a veces no tan esencial.

Robert Smith y tú se conocieron a los cinco años. Subieron a un autobús tomados de la mano, como lo cuentas en tu libro Cured. ¿Cuál fue la clave para una amistad tan duradera? Porque también tuvieron malos tiempos…

La única manera de explicarlo es que es como tu familia. Veo a Robert, a Simon (Gallup) y son gente con la que he estado desde mi adolescencia. Cuando conoces a alguien desde ese tiempos, sabes cosas que nadie más sabe, cosas sobre ellos que todos ignoran, porque los conoces desde que son niños hasta volverse hombres. Ese es realmente el lazo que nos une.

¿Cuál es tu recuerdo favorito en The Cure?

Una vez, creo que en 1985, tocamos en Atenas, Grecia. Era en un gran festival. Recuerdo que subí al escenario y vi a cientos de miles de personas esperándonos. Fue un gran sentimiento. Pensé: “¡wow, las cosas han cambiado y pudimos ser capaces de lograr esto!”.

¿Se daban cuenta de que estaban cambiando las vidas de muchísimas personas?

No en ese tiempo. Me fui dando cuenta cuando empecé a hacerme más viejo. Especialmente cuando escribí el libro. He viajado tres años por el mundo hablando sobre el libro y he conocido gente de 30, 40, 50 años, y ellos aparecen y sólo puedo agradecerles. Realmente he aprendido de ellos cómo las cosas cambiaron.

Has hablado de que encontraste redención con la escritura de este libro. ¿A qué redención te refieres?

Con esto, llegas a aprender que eres humano por las mejores y las peores razones. Llegas a reconocer tu propia humanidad. Eso es lo que yo aprendí.

¿Tu separación de The Cure fue el giro, el punto de definición en tu vida?

Fue doloroso. No creo que ningún punto defina tu vida, lo que te define es lo que haces con eso, porque pude decir: “ok, eso es todo, se acabó, no haré nada más con mi vida, sólo viviré en esta oscuridad”. Y decidí que no lo haría. No lo sé, fue muy difícil entenderlo.

¿Ha cambiado la cultura del alcohol y las drogas desde el tiempo en que viviste tus momentos más difíciles?

Tal vez. Yo hablo con músicos jóvenes y trato de advertirles que no permitan que su creatividad sea destruida. Creo que así ha sido siempre. Pero creo que esa es una de las razones por las que escribí el libro. He estado en muchos lugares. Tengo un amigo que dirige un centro de rehabilitación para músicos y ellos ponen mi libro como lectura ahí porque ellos pueden identificarse, entienden.

Después de The Cure formaste Presence y luego el dúo Levinhurst. ¿Cómo cambió tu música cuando encontraste a Cindy [su actual esposa y compañera en el grupo]?

Creo que me volví más honesto, más alegre. Este año estoy haciendo un nuevo álbum con un amigo mío, porque ambos hemos hecho el mismo camino desde lugares diferentes. En realidad, abrió mi mente.

En la actualidad tenemos crisis ambientales, cambios políticos, gobiernos que se construyen sobre el odio. ¿Podemos hallar una solución mirando atrás, a tu tiempo?

Es una muy buena pregunta. Yo pido y deseo que del mismo modo en que el mundo cambió en los setenta, especialmente en Inglaterra en el terreno político, algo así pueda suceder ahora para volver a poner al mundo en un lugar mejor. Me asusta muchísimo lo que está pasando ahora y sentirme impotente ante eso. Sé que tengo una plataforma en la que puedo hablarle a la gente y recuerdo ese dicho de que quienes no aprenden de la historia, están condenados a repetirla. Y espero que no tenga que ser así.

Muchos fans mexicanos aman a The Cure y sienten que la música actual no es tan fuerte como la suya. ¿Cuál es la inspiración de The Cure? ¿Animar a las nuevas generaciones a crear de nuevo música poderosa?

Sí, por supuesto. Es un hecho triste pero el arte se crea desde la lucha, el esfuerzo y la presión. Y creo que alguien vendrá desde la lucha a crear algo como esto. Eso deseo sinceramente. Si ellos lo hacen, yo estaré en la primera fila para animarlos.