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Laura Bedolla: “un porrito, un beso y estoy hecha una cascada”

Escrito por:Arturo J Flores

Laura Bedolla es una influencer canábica. Así se le conoce y ella misma se considera, debido a que suele hablar de los beneficios (y también de los maleficios) de la planta, en su contenido. Pero a la vez, es una modelo de OnlyFans a la que le gusta abordar su vida dentro del hinduismo y hasta del ocultismo, a través de las fotografías en las que muestra su sensualidad.

“Un porrito, un beso y estoy hecha una cascada”, dice ella en algún punto de la charla. Y las razones nos quedan muy claras. Para nosotros, escucharla y admirarla también nos tiene convertidos en un volcán.

Háblame de ti, ¿cómo te convertiste en influencer canábica?

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Debo reconocer que la principio tenía un tabú hacia la mariguana; o ganja, como se le conoce, pero a través del hinduismo descubrí sus propiedades medicinales.  Shivam mi deidad, se la entregó a la humanidad para que se curara de múltiples padecimientos. Cuando yo era muy joven, tomaba muchos antidepresivos, pero además de que no era una persona funcional, seguía con depresión. Así que un día decidí hacerle caso a mi religión, dejé los ansiolíticos y los cambié por cannabis. Así descubrí que la cannabis medicina me venía tan bien que compartí mi testimonio en las redes sociales y así empecé a ser portavoz de la comunidad en la Cámara de Diputados y en el Senado.

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¿Qué es lo que la planta le ha dado a tu vida?

Sin ella vivía en la ansiedad y no tenía paz interna. Me ha brindado muchas alegrías y lecciones, porque hay que saber dosificarse. Es una gran responsabilidad y hay que decirle a la gente que no hay que abusar, porque todas las plantas mágicas conllevan una dualidad. El cannabis es un maestro interno. Si la tomas con bondad, te puede hacer muy bien, pero si abusas de ella, te puede hacer mal. Te puede convertir en una persona floja y sedentaria. Por eso hay que respetar a la naturaleza.

Háblame de la forma en que te involucraste en la religión. ¿Qué es exactamente o que profesas y cómo es el día a día?

Desde muy niña inicié en el hinduismo porque soñaba con deidades, soñaba con Shiva. Inicié estudiando libros en sánscrito, que la verdad ni les entendía, pero trataba de interpretar las imágenes. Mi vida ha sido la búsqueda por comprender las religiones de la India y, de hecho, pasé por varias de ellas, como los Vaishnavas, que son adoradores de Vishnu, fue en los primeros templos en los que viví.

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Pero después probé otros puntos de vista de la misma religión. Así me pasé al Tantra, que es un poco más flexibles, que es para personas más inquietas como yo, que soy una bomba. En los Vaishnavas hay muchísimas más restricciones y en el Tantra hay un poco más de permisos de vivir la vida a conciencia.

 

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Me sorprendió mucho el dato de la cebolla, ¿me lo explicas a profundidad?

Es una manera de evitar de caer en la lujuria y en la ira… la cebolla sobre todo te ayuda a controlar la ira. Los seres humanos podemos contemplar nuestro temple de acuerdo con lo que comemos. Por ejemplo, si tienes un tipo de alimentación en particular, puedes dar a entender que te gustan más ciertas cosas. Pero los monjes no comemos cosas muy fuertes o condimentados, como la cebolla o el chocolate, para no caer en lujuria ni en ira. A mí, ambas me pueden dominar… a pesar de que sí me gusta mucho el chocolate.

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Sin ofrecer detalles, ¿cómo fue la época en la que participaste en una relación de poliamor?

Fue una época muy bonita y de mucho aprendizaje. Nunca me llamó la atención hasta que vi la película “Vicky Cristina Barcelona”, que era acerca de una relación de tres y dije: a mí me gustaría probar eso. Luego tuve un novio que, al mes, me contó que tenía otra mujer y que ella me quería conocer. Acepté conocerla y la verdad es que ella me acabó gustando más que él. Así que éramos muy felices tres. Y en el poliamor, como en todas las relaciones, hay problemas. Es común que dos se gustan más y el otro se siente desplazado. Ni modo, así es. Y hay celos, sí. Pero la intimidad es muy divertido, vale muchísimo la pena.

Hoy en día, ¿qué importancia tiene el sexo en tu vida?

Siempre ha sido muy importante, me gusta tanto que por eso me metí a ser monja… si no, me iba a desbordar. Necesito controlar este deseo que tengo todo el tiempo. Así descubrí que el sexo es sagrado. Ya probé muchas cosas y entendí que nada me aportó lindo a mi vida, además de las aventuras. Actualmente ya no necesito sexo sin amor. Si mi pareja me mantiene feliz en la cama, no necesito voltear a todo lado. Ganas no me faltan, pero no soy actriz porno porque a mí me gusta llevar mi sexualidad de una forma muy pura. Soy hipersexual, pero estoy muy tranquila con una sola pareja y prefiero desbordar esa parte en forma de fotografías y arte.

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¿Te atraen las chicas?

¡Muchísimo! El cuerpo de las mujeres es muy bello, sus senos están ahí para dar y son hermosos como sean, chiquitos o grandes. La mujer es preciosa y está hecha para ser admirada. Cuando estoy soltera, y no tengo una pareja masculina, me veo sólo con mujeres. Soy 90% lesbiana.

¿Cómo inició tu relación con Playboy?

La marca está presente desde mi papá, tenía el logo en sus plumas y había revistas en sus estantes. Siempre me pareció prohibido y bonito. Cuando ya las pude ver, me pareció admirable cómo son retratadas las mujeres en sus páginas. Y cuando salió el reality en la tele, me volví fan. Me gusta mucho Holly. Por eso, esta entrevista me vuela la cabeza.

¿Qué es lo que más te excita en el mundo?

La verdad… los besos. Me prende muchísimo. Un porrito, una sesión de besos y estoy hecha una cascada. Lo recomiendo 100%.

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Tienes una parte oscura, ¿dirías que le gana a la parte luminosa?

Sí, la tengo. Soy muy explosiva, estoy llena de lujuria y de ira. Si me dijeran que si soy un demonio o un ángel, soy más bien un demonio que todos los días trata de calmarse cantando mantras. Desde niña, siempre me he identificado más con las villanas. Pero en la oscuridad hay luz y viceversa. El que enciende una vela, encuentra también una sombra. Por eso, trato de calmarme con la antorcha del conocimiento.

¿Cómo mezclas las clases sobre deidades y figuras como Baphomet con el contenido de OF?

Además de Hinduismo, estudié mucho ocultismo. Le sé también al Luciferismo. He descubierto que tiene mucho en común con el Tantra y todo este conocimiento que he podido registrar, quiero compartirlo con las personas. Por eso, por medio de mi cuerpo atrapo la atención de las personas. Mientras me ven el escote, puedo decirles cosas interesantes. Tal es el caso de Baphomet, que la gente piensa que es el diablo, pero en realidad se una figura de mucha luz y mucho conocimiento. Por eso soy como las Apsaras, que son mujeres de otro planeta que vienen aquí a impartir una lección de luz. Y mientras mi cuerpo me lo permita, así lo haré.