La Mac Pro 2013, a juicio

Un paso más arriba, los esquemas se siguen rompiendo desde el epicentro de la innovación informática en Apple con su nueva generación de Mac Pro, una belleza cilíndrica y ultrapoderosa.

 

Esta actualización de la máquina de escritorio fue la razón por la cual el ejecutivo de Apple, Phil Schiller, exclamó la ya célebre frase: “¡No se puede innovar más!”.

 

También cuesta miles de dólares y es mucho más máquina de lo que la mayoría de la gente necesitará en su vida. El equipo cuenta con procesadores de siguiente generación Intel Xeon E5, dos GPUs de AMD estilo Workstation, memoria EEC DDR3 que corre a 1866 MHZ; esto, traducido a lenguaje cotidiano, te permitirá editar un video en resolución 4K de manera sencilla, desde la comodidad de tu estudio u hogar.

 

La Mac Pro está dirigida a un reducido mercado de profesionales del diseño, la fotografía, el video y la animación. La llegada de esta gigante, que es 2.5 veces más rápida que el modelo actual, provocó reacciones contradictorias que le auguran un futuro incierto.

La nueva Pro es una maravilla de diseño en comparación con su predecesora. Se trata de un cilindro negro y estilizado que se parece poco a las computadoras que imaginamos tradicionalmente.

 

Es también el primer Mac para enviar el doble de GPU, que le permite soportar hasta tres pantallas 4K. Se espera que llegue a tiendas a finales de este año, junto con la nueva actualización OS X Mavericks.

 

Cuenta con dos veces más de almacenamiento flash, el doble de rendimiento del CPU, y Thunderbolt 2 para la expansión externa.

 

 

 

Es más pequeña, pero no puede expandirse y personalizarse tanto como el sistema anterior. Apple construyó una máquina tan singular que sus usuarios tendrán que “construirla hacia afuera” y agregarle accesorios externos, como discos duros y tarjetas PCI.

 

El rediseño completo del dispositivo ha conseguido una compactación impresionante, con una excelente refrigeración  pero en el mundo profesional no es suficiente. Hasta ahora, el Mac Pro era el único dispositivo de Apple en el que el ser humano podía meter mano, ya que disponía de multiples bahías de expansión, para que lo personalicemos según nuestras necesidades.

 

El nuevo Mac Pro pierde esta filosofía, y pasa a ser otro robusto y compacto ordenador de Apple, con una casi nula capacidad de ampliación más allá de discos duros o memoria RAM (igual que el los iMac o MacBook). Para solventar estas dificultades, los de cupertino han añadido la friolera de 6 puertos thunderbolt (que a su vez pueden convertirse en 12 FireWire si se desea), permitiendo la conexión de todo tipo de dispositivos a una velocidad similar a estar en placa.

 

 

Los usuarios de la nueva Mac Pro tal vez quieran alejarse del sistema cerrado de Apple. Layhe, quien ha filmado y editado cine desde hace 28 años, tiene siete Macs en su empresa. Está en proceso de construir una hackintosh; una computadora personal hecha a la medida que usa las mismas tarjetas y circuitos que usa una Mac y que puede correr software de Mac, pero cuenta con más puertos USB y tiene capacidad para tarjetas adicionales. Construir estos sistemas no oficiales puede costar tan solo 1,500 dólares.

 

La Mac Pro se presentó en 2006 y es uno de los productos más costosos de Apple: la configuración más básica cuesta 2,499 dólares y la más poderosa hasta 12,000 dólares, sin incluir monitores ni accesorios. El costo de la nueva miembro de la familia no ha sido revelado.

 

Los usuarios de la Pro son sólo una fracción de los clientes de Apple. Las Mac representaron solo el 19% de los ingresos de la empresa durante el primer trimestre de este año, mientras que la venta de iPads es el 21% y la de iPhones el 49%.