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Kohunlich, paraíso en la Tierra

Por: Jafet Gallardo 05 Jun 2018
Me considero una flor de asfalto, así que cuando me dijeron que nos íbamos de vacaciones a un hotel en […]
Kohunlich, paraíso en la Tierra

Me considero una flor de asfalto, así que cuando me dijeron que nos íbamos de vacaciones a un hotel en medio de la selva –es decir, para mí en medio de la nada– casi entré en pánico. Sin embargo, la experiencia bien valió la pena.

Primero, tomé un avión a Chetumal. Ahí tomé un jeep que me llevó varios kilómetros por una carretera un tanto descuidada para adentrarme por brecha siete kilómetros adentro de la selva. Después de tremendo bamboleo llegué a uno de los hoteles más encantadores en los que he estado: The Explorean Kohunlich. 
 
Se trata de un hotel con varios búngalos con todas las comodidades que requiere una flor de asfalto como yo, pero el encanto es que se encuentra en medio de la selva. Por supuesto, no hay televisión, pero ni falta que hace. Por la noche, los senderos que llevan al restaurante y al lobby del hotel se adornan con pequeñísimas ranitas que buscan la luz y el calor de las lámparas. Por la mañana, el canto de los pájaros junto con el aroma del café recién hecho en la terraza de tu búngalo, te invitan a iniciar una aventura selvática. Eso sí, más vale que salgas pronto por tu charola de pan y café si no quieres que algún mapache se acabe tu desayuno… literal.
 
 
El hotel toma su nombre de unas ruinas impactantes. Tal como si fueras Indiana Jones, te adentras por senderos de vegetación exuberante hasta llegar a las ruinas. En ellas, crecen los árboles y las plantas, creando un ambiente mágico y surreal. El sitio arqueológico es bastante grande y fue descubierto en 1912, sin embargo, todavía hay muchos montículos sin explorar debido a la invasión de la vegetación.
 
A no mucho tiempo de ahí se encuentra también Bacalar, la laguna de los siete colores, misma que hace honor a su nombre pues posee tonalidades que van del turquesa al azul oscuro. Un deleite visual y una prueba fehaciente de que el paraíso en la tierra sí existe. Ahí, es posible nadar, practicar kayak o simplemente disfrutar del escenario.
 
Para los que gustan de conectarse con la naturaleza y madrugar, estar en la selva es perfecto para hacer avistamiento de aves. Muy tempranito, cuando apenas empieza a amanecer, caminar por la selva a la par que escuchas los trinos de los pájaros que empiezan a despertar, es maravilloso. Si tienes suerte, es probable que veas también las mariposas azules más impactantes que yo haya visto antes, su color es azul eléctrico y su tamaño las hace parecer sacadas de una película de ciencia ficción. Mágicas.
 
Hotel The Explorean Kohunlich
explorean.com

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Foto perfil de Jafet Gallardo
Jafet Gallardo Digital Editor Periodista de formación. Creador de contenidos, analista, especialista en viajes, entretenimiento y estilo de vida.
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