Compartir
Suscríbete al NEWSLETTER

Irvine Welsh: “Hice todo lo posible por fracasar y triunfé”

Por: Arturo Flores 24 Feb 2021
El autor de Transpotting padeció en Oaxaca los excesos del mezcal. Le gusta que las cosas vayan mal, porque la […]
Irvine Welsh: “Hice todo lo posible por fracasar y triunfé”

El autor de Transpotting padeció en Oaxaca los excesos del mezcal. Le gusta que las cosas vayan mal, porque la felicidad no es interesante para escribir. Presentó Skagboys, su nuevo librom y dice que su propia vida es muy aburrida como para hacer una autobiografía.

Texto publicado originalmente en enero de 2015.

“Se levantó temprano, comió fruta y yogurt y regresó a su cuarto”, nos dice el mesero del Hotel de la Parra, adonde el autor de Trainspotting llegó a dormir la noche anterior. Aguardo por Irvine Welsh en una mesa a un lado de la piscina. Yo también necesito un café porque la fiesta de anoche, la penúltima de la 34 Feria Internacional del Libro de Oaxaca en la que el escritor escocés nacido en 1958 causó revuelo, concluyó cerca del amanecer.

Este video te puede interesar

Irvine Welsh: “Hice todo lo posible por fracasar y triunfé” 0

Diez minutos antes de la cita aparece el hombre que vino a México a presentar Skagboys, la esperada precuela de Trainspotting, que junto a Porno completa la trilogía de aventuras de la pandilla integrada por Renton, Sickboy, Begbie y Spud, los heroinómanos más entrañables de la historia. Rapado del cráneo, Welsh viste por completo de negro y anda pausado. Su mirada es fría, aunque se trata de un hombre afable y con gran sentido del humor. Sonríe sin esfuerzo y habla con un tono más bien bajo.

No parece el mismo tipo que ayer, después de beberse varios mezcales junto a sus colegas mexicanos, en vez de responder sobre el escenario de la Feria a las preguntas de J.M. Servín, prefirió cantar canciones de David Bowie hasta que el cuerpo le exigió descanso. Eso sí, antes de irse a dormir, firmó varios libros y se tomó fotografías con esos fans, lectores sin duda de sus libros, que lo han colocado como el gran rockstar vivo de la literatura. Como si el día de ayer no nos hubieran presentado y no hubiéramos brindado con Welsh un par de tragos, él me dice: “mucho gusto”.

Le comento que ya nos conocíamos y más adelante reconoce: “Disculpa, probé drogas durante mi vida, pero en serio: nada como el mezcal”.

PLAYBOY: Muchos autores se preocupan por escribir de una forma que todo el mundo entienda. Sin embargo, tus libros re- producen de una forma tan fiel el slang escocés de la calle, que resulta casi imposible comprenderlo.

WELSH: Me lo han dicho. Lo que sucede es que me gusta representar las culturas tal como las veo, como las vivo. No es que me pase el día sentado delante de la televisión. Definitivamente me gusta salir a la calle, aspirarla. Estar en contacto con las personas.

PLAYBOY: Eso me quedó muy claro ayer. Después de tomar algunos mezcales, en vez de ofrecer una conferencia te pusiste a cantar canciones de David Bowie. WELSH: Solía ser mucho más loco en los 90, ahora me he calmado. Lo que pasó ayer fue una excepción y es que el mezcal me voló la cabeza. Ayer prácticamente fue una vuelta al pasado. Creo que los escritores nos ponemos salvajes cuando nos invitan a festivales, porque la escritura es una actividad suma- mente solitaria y el hecho de convivir con otras personas nos vuelve locos. Cuando un chico se acerca a decirme que quiere ser escritor lo primero que le pregunto es: ¿estás listo para pasar mucho tiempo contigo mismo? Porque de eso se trata la literatura. Por eso pienso que las películas en las que un escritor es el protagonista representan todo un logro. Lo interesante de un escritor es lo que sucede cuando no está escribiendo, porque escribir, como espectáculo, es muy aburrido. Nada que ver con un concierto de rock. Pero volviendo a lo que decía; sí, ayer eché mucha fiesta pero fue algo excepcional. Ya no soy tan salvaje como antes.

PLAYBOY: La gente joven ama tus libros y ama a autores como tú, que escuchan rock y hablan de drogas y violencia, ¿crees que algunos intelectuales son tan solemnes que colocan una barrera entre ellos y sus lectores?

WELSH: Algo hay de eso. Pero cuando esas personas que se piensan tan serias acuden a una fiesta, son las más extrovertidas.

PLAYBOY: Hablemos de otra de tus pasiones, el futbol. También está presente en Skagboys. Hay un exjugador argentino, Jorge Valdano, que se refiere al balompié como lo menos importante de las cosas más importantes, ¿qué piensas de esta frase?

WELSH: (Risas) Estoy de acuerdo. Lo que me apasiona del futbol es su carácter tribal. Cuando tienes cariño hacia un equipo, hacia una camiseta, exaltas ese sentido de pertenencia. Esa pasión primaria permanece entre los viejos hinchas, por mucho que las transmisiones televisivas la estén asesinando.

LLEGA EL PRIMER TRAILER DE TRAINSPOTTING 2

PLAYBOY: Mucha gente identifica a Escocia como la cuna de los Hooligans, ¿cuál es tu posición respecto a la violencia en el futbol?

WELSH: Realmente me intriga cómo una persona puede perder la cabeza de esa forma. En el Reino Unido puedes ir preso por participar en actos violentos en el futbol y en lo personal tengo un amigo que puede ir a la cárcel cada sábado. Debe haber pasado cinco años de su vida encerrado, y cuando le pregunto, ¿cómo puedes perder tanto tiempo así?, me responde que no sabe, que es adicto a ello.

PLAYBOY: En una de las líneas más memorables de Breaking Bad, Gus le dice

a Walter que nunca debe confiar en un junkie, refiriéndose a Jesse. Tú has creado a los junkies más célebres de la literatura contemporánea e incluso, fuiste uno de ellos. ¿Se supone que debo confiar en ti?

WELSH: Es complicado, porque el principal requisito para volverte un buen adicto es que seas un mentiroso muy hábil. Un adicto está pensando todo el tiempo en satisfacer su adicción y no le importa pasar por encima de sus seres queridos o cualquiera de sus relaciones, así que, en efecto, el junkie no es una persona en la que uno pueda confiar. Y para ser escritor también hay que ser un buen mentiroso.

PLAYBOY: Alguna vez leí que tú eres el autor cuyos libros más se pedían en las bibliotecas para no devolverse jamás. ¿Cómo puedes explicar tu asombrosa popularidad?

WELSH: En buena medida se lo debo a las redes sociales. Soy muy activo en Twitter y a la gente le gusta leer en tiempo real lo que estoy haciendo o pensando. Vivimos tiempos desesperanzados y hay a quienes les gusta leer historias acerca de gente sin esperanza, como mis personajes. Lo único que me decepciona de esta nueva generación es que le interese más lo que pasa en las redes sociales que en la vida fuera de ellas. Por eso huí de Facebook. Deberían ver menos porno y tener más sexo, como siempre digo.

PLAYBOY: Con el lanzamiento de Skagboys has cerrado una trilogía que comenzó con Trainspotting y continuó con Porno. Tal vez hayas escrito una saga para quienes no se identifican con las sagas de vampiros y de hobbits.

WELSH: Puede ser, visto así (risas). Creo que está bien. Hay para todos los gustos, en ocasiones la gente quiere ser entretenida y en otras quiere tener un reto a su intelecto. Y no estoy diciendo que una sea mejor que la otra. Sencillamente son distintos escenarios. Yo también he intentado incursionar en la ciencia ficción con algunos relatos, pero al final creo que me llama mucho más la atención lo crudo de la realidad, esa parte podrida de la sociedad y en específico del Reino Unido. Me atraen más los personajes que las historias. Me gusta crear las segundas a partir de los primeros.

PLAYBOY: Ahora que mencionas al Reino Unido. Sé que estás a favor de la Independencia de Escocia e incluso, en Skagboys se menciona a Margaret Thatcher. ¿Cómo fue esa vez que la encontraste?

WELSH: Había estado de fiesta con unos amigos y al día siguiente fui a curarme la resaca desayunando en un hotel muy lujoso, el Doorchester. No entiendo cómo mierdas acabé ahí, pero ella estaba en el restaurante, con dos guardaespaldas. Sentí mucha pena por ella. Estaba sola y murió sola, según dicen, hasta comiéndose los periódicos por culpa de la demencia. Thatcher, la mujer que quiso desintegrar a la sociedad.

PLAYBOY: En Skagboys planteas algo muy similar a lo que experimentamos en México hoy: ante la carencia de oportunidades en México, los jóvenes se vuelvan al uso de las drogas. ¿Crees que la legalización sea una ventana?

WELSH: Puede ser, porque el principal problema de la prohibición es que el mercado esta dominado por pandillas y ante la desesperanza los jóvenes se suman a ellas.

PLAYBOY: Como alguien que experimentó las consecuencias de una adicción, ¿cuál sería un buen consejo para alguien que tiene la inquietud de probarlas? WELSH: No existe un buen consejo. La gente que está en drogas no quiere escuchar consejos, ni a nadie que le diga que le hará daño o que lastimará a sus seres queridos. Estar en drogas es estar comprometido con ellas y, aunque suena triste, es complicado salir. Como dicen, nadie experimenta en cabeza ajena.

PLAYBOY: Me llama la atención en tus historias y específicamente en Skagboys que tus protagonistas son jóvenes. Inclusive esta novela se trata de la juventud de Mark Renton y compañía, que en Trainspotting ya tenían pocos años, ¿cómo es que a tus 56 años conectas tan bien con gente que, como James Dean, “vive rápido para tener un cadáver hermoso”?

WELSH: Fundamentalmente se debe a que, como escritor, me interesan los personajes con médula, con drama, y ésos tienen que ser jóvenes. La gente joven tiene las vidas más interesantes porque durante los primeros años, entre adolescencia y los veintes, es cuando vives al límite, cuando te atreves a tomar riesgos y no mides las consecuencias. Después, a medida que envejeces, te vuelves mucho más precavido y sí, aburrido. Te retiras, te casas, anhelas la paz. Y eso no me atrae para escribir. Hice Skagboys cuando me di cuenta de que los apuntes que guardaba se referían a esos personajes, los de Trainspotting, a que aún tenían mucho qué decir.

PLAYBOY: Cuando envejeces te vuelves precavido; o sea que tú te estás haciendo aburrido.
WELSH: Sí (risas), si me hago viejo, me vuelvo un poco más aburrido. Pero es bueno, hay que bajar el ritmo un poco.

PLAYBOY: En una línea de la canción “Atlantic” de Keane, cuyo video dirigiste, dice: “No quiero envejecer y dormir solo”. Quizá por eso te volviste a casar, aunque en tu página web habías prometido que no lo harías otra vez.

WELSH: Sí, cuando uno está atrapado en una relación sin sentido dice muchas tonterías, pero luego me di cuenta de que no era demasiado tarde para comprometerme una vez más. Soy monógamo, lo he dicho mu- chas veces, aunque se imaginen lo contrario.

PLAYBOY: ¿Todavía sigues considerándote un punk?
WELSH: Sí, algo hay en la forma en que pienso, pero la música ya no es tan punk. En ese sentido, me siento afortunado de haber visto tocar a grandes bandas que enloquecían a la gente. Ahora la música electrónica ocupa ese sitio. Creo que lo más punk que he hecho es estar fuera de Facebook. El nihilismo, eso es punk.

PLAYBOY: Es curioso, porque las redes sociales representan la nueva adicción. De acuerdo con un estudio británico, los adolescentes de hoy fuman y beben menos pero pasan más tiempo en Facebook.

WELSH: Sí, no me extraña. Es un síntoma de la “cibernetización” del mundo.

PLAYBOY: Y en vez de jeringas, están los likes.
WELSH: Estoy de acuerdo y es una elección, una forma de sentirse y hacerse visible. Yo, por ejemplo, casi no leo noticias pero sí leo muchos libros.

PLAYBOY: ¿Y prefieres leer libros electrónicos o en papel?
WELSH: Definitivamente en papel. Me canso de leer en pantalla, además de que cuando escribo paso mucho tiempo detrás de la pantalla. Tengo un amigo, un músico irlandés, al que ayudé a escribir canciones y con él sí leí mucho en el monitor.

PLAYBOY: Hablemos de música, que es una de tus grandes pasiones. Ayer quedó clara tu admiración por Bowie, cuando no dejaste de cantar sus canciones, pero ¿dirías que es la auténtica última estrella de rock viva?

WELSH: Adoro a Bowie. Actualmente vivo en Chicago y hace poco visité la exposición David Bowie is… Y fue maravilloso. Es un tipo que nunca deja de sorprenderte, pero si de estrella de rock se trata, de vivir lo que conocemos como una estrella de rock, tengo que mencionar a Bobby (Gillespie), de Primal Scream, ¡definitivamente soy su fan!

PLAYBOY: ¿Quiénes formarían parte de tu propia versión de Rock of Ages? WELSH: Algo de música electrónica, me gustan mucho los beats. Pero definitiva- mente Bowie, porque ha sido una de las influencias más grandes que he tenido. Representa el temple completo del artista, porque cualquiera puede reconocer su peso en diferentes escenas, sea la del punk o la de la electrónica. La forma en que escribe, en que compone, en que canta, todo es un paradigma. También pondría algo de New Order y Joy Division. Cuando Ian (Curtis) murió, estaba seguro de que había nacido una leyenda.

PLAYBOY: ¿Crees que un personaje como Ziggy Stardust es también un protagonista literario más que musical?

WELSH: ¡Sin duda! Todo ese disco puede leerse como un libro. Es un álbum conceptual y acercarte a él te da la certeza de que Bowie es un gran contador de historias. Ésa es otra de las conclusiones a las que llegué después de ver su exposición.

PLAYBOY: Hace rato decías que la juventud encierra los años más interesantes de las personas, ¿cuáles fueron tus épocas más salvajes?

WELSH: Definitivamente mis veintes, son los que me han dado para contar historias. A veces suelo juntarme con amigos y un vaso de ginebra a escuchar esas historias. Todo eso te recuerda que estás vivo.

PLAYBOY: ¿Por qué entonces no has escrito tus memorias?
WELSH: ¡Rayos, me lo han propuesto muchas veces! El problema es que soy un escritor de ficción, me cuesta mucho trabajo verme como un personaje, porque mi trabajo es diseñar personajes. Hace poco leí la biografía de Bernard Sumner, Chapter And Verse (New Order, Joy Division And Me) y me encantó. En sus páginas puedes escuchar su voz contándote la historia de la banda. En mi caso creo que mi vida es muy común. No sabría qué decir. Prefiero dedicar mi tiempo a buscarle voces a mis personajes. Como te dije antes, el trabajo del escritor es aburrido, no es intenso como un concierto de rock.

PLAYBOY: Sin embargo, no puedes negar que en tus libros hay fragmentos de tu vida.
WELSH: Claro, puedes saber bastante de mí a partir de Skagboys, Porno y Glue.

PLAYBOY: Pues no parece una vida para nada aburrida.
WELSH: Bueno, pero es que ahí es donde incide tu habilidad como escritor para que parezca interesante.

PLAYBOY: Has dicho que intentaste ser futbolista, músico, un poco de todo antes de escribir.
WELSH: Sí, pero no conseguí destacar en nada. Además, los deportes se terminan muy pronto cuando dejas de ser joven. La música tampoco se me dio, no tengo una buena voz. Pero en la escritura encontré una forma de vida. Eso sí, tuve que “no” estudiar literatura para conservar mi gusto por la lectura, porque había gente mucho más concentrada en analizar novelas que en disfrutarlas. Me gusta el fracaso porque cuando las cosas van mal se ponen interesantes. Yo hice todo lo posible por fracasar en mi vida y triunfé. Eso es un fracaso en cierta forma (risas).

PLAYBOY: ¿Qué sensación te provoca que las películas de Crepúsculo sean a los dosmil lo que la película de Trainspotting, de Danny Boyle, a los 90? WELSH: Me parece natural. En los tiempos de mayor oscuridad hay quienes buscan algo que los saque de la realidad. Quizás en los 90 necesitábamos de ese tipo de historias punk. Mira, la felicidad no es interesante como inspiración. Cuando alguien es feliz, tiene ganas de reír, de besar a su pareja. En cambio, las cosas interesantes suceden en la oscuridad, en la podredumbre del ser humano. Cuando el ser humano se enfada o está deprimido es capaz de matar, de cometer acciones de las cuales se puede escribir.

PLAYBOY: ¿Alguna vez has pensado en el suicidio?
WELSH: Jamás, me parece una cosa terrible. Un par de personas cercanas a mi lo hicieron y me dejaron con un sabor amargo, ¿cómo es posible que se rindieran? Mi lógica de la vida apunta a que nada es para siempre, ni lo bueno, ni lo malo. Si estás pasando por un momento de mierda, resiste porque va a terminar. Y si es un momento de alegría, disfrútalo, porque tampoco será eterno.

PLAYBOY: Has dejado las drogas, muchos de tus fans lamentarán que no mueras de una sobredosis.
WELSH: Bueno, ayer estuvo a punto de pasarme con el mezcal.

 

Te recomendamos
Foto perfil de Arturo Flores
Arturo Flores arturo.flores
Descarga GRATIS Calendario Revive el Poder 2024
Calendario
Descarga AQUÍ nuestro especial CALENDARIO REVIVE EL PODER 2024.
Suscríbete al Newsletter
¡SUSCRÍBETE!
¿QUÉ TEMA TE INTERESA?