Me imagino que a muchos de ustedes les ha pasado: van a un bar con sus amigos y ven a una morra que les mueve el piso; según ustedes van bien y, de repente, la chica les hace una jeta de “No, gracias” o, les suelta un “Bueno, voy con mis amigas”.
“¿¡Qué hice maaal!?”, se preguntan… Ahí les va:
1. Huevos tibios
El primer bajón que deben evitar a toda costa es merodear. Nosotras nos damos cuenta de cuando nos pusieron el ojo encima y esperamos dos cosas: o aprecian nuestra belleza, sonríen y vuelven a lo suyo o, se acercan. Evita a toda costa la onda stalker.
2. De idas y venidas
Este es simple: cuando te le acerques, hazlo desde un ángulo de 45 grados, nunca por detrás (la vas a asustar). Después de un rato de conversación, vete, ve por los tragos y habla con tus amigos unos cuantos minutos (te gusta, pero no estás ahí por ella, la acabas de conocer ¿recuerdas?).
3. Esos ojos
Los dos extremos son malos, señores: Hay hombres que no nos miran ni por equivocación y otros que nos escanean como si fuéramos una foto de Playboy. Entiendo que esto de la mesura es todo un arte ¡pero tienen que empezar a aprenderlo!
4. La plática
De nuevo, cuestión de prudencia: Si sólo hablas de ti y lo chingón que eres, la vas a aburrir; si sólo haces pregunta tras pregunta sin escuchar siquiera sus respuestas, la vas a asustar y va a notar que no estás en la plática.
Aprende a estar presente, a escuchar y responder.
5. El “luego, luego”
Ella se está riendo, están hablando cool, ella coquetea y tu confianza crece… Al 90% de las morras, no les va a gustar que hagas una movida física, así sea tan simple como tomarla de la cintura. Mejor aprovecha para pedirle su teléfono o su Facebook, eso abre muchas más opciones.
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