Hecha y derecha: ¡Rómpase en caso de clavarse!

En estos tiempos, entre el internet y el sexo casual, las reglas del juego han cambiado; casi todas las relaciones comienzan siendo aventuras en donde el “vamos viendo” es el mantra de cabecera.

 

Pero, ¿qué pasa cuando ese “fling” empieza a parecer una buena opción de relación?

 

¿Sólo se juntan cuando están borrachos? ¿Se quedan a dormir? ¿Han salido a comer y hablado bien? ¿Sólo se mensajean para arreglar encuentros? ¿Uno siempre inicia el contacto? ¿Conocen a los amigos del otro? ¿Sus encuentros son secretos? ¿Te sientes cómodo con ella? ¿Te imaginas siendo su amigo?

 

Lo que más importa que tengas claro, es si realmente quieres una relación. Tener a alguien con quien acurrucarse después del sexo puede sonar muy tentador, pero una relación no es sólo eso, implica compromiso y hacer las cosas bien.

Piensa si tienes el tiempo necesario, piensa en tu carrera, tu familia, el resto de tu vida social y, lo que pasará cuando ella también esté en la escena.

 

Dile lo que quieres ¿Los dos quieren lo mismo? ¿Van a decirle a la gente que están saliendo? ¿Son monógamos a partir de ahora? Nadie puede leer tu mente, tienes que decir las cosas.

 

Si ya decidiste que quieres algo más, invítala a salir. Vete leve, no la lleves a conocer a tu familia o a la mitad de tu círculo social; el primer paso es sacarlos del cuarto para que hablen y convivan en otro ambiente.

 

Intenten hacer eso, salir y conocerse, sólo estar juntos. Si se llevan bien, todo irá acomodándose y progresando (probablemente hasta el sexo mejore). Cuando dos personas hacen click, las cosas fluyen naturalmente y, antes de que se den cuenta, estarán teniendo su primera pelea ;)