Un viaje supersónico que parece más una historia de ciencia ficción que real. Si no es porque millones de personas vieron todo en vivo sería poco creíble.
Fueron siete años de preparación y ahora su nombre será recordado por mucho tiempo. A bordo de una cápsula elevada gracias a un enorme globo de helio, el atleta pudo alcanzar la cima del mundo.
En posteriores declaraciones dijo “A veces es necesario llegar muy alto para comprender lo pequeños que somos”. Sin duda una experiencia humana de gran trascendencia, también manifestó: “A pesar de todo, el mundo es un lugar maravilloso”.
Después de más de dos horas de recorrido llegó el momento. Las indicaciones de los responsables fueron avanzando hasta que Felix se encontró en el borde de la cápsula. Una imagen memorable. Después de unos segundos ¡se lanzó! Logró alcanzar una velocidad de 1,342 km/h, lo máximo que ha conseguido un humano. Fueron 4 minutos 20 segundos de caída libre, le faltaron 16 segundos para romper el récord. Sin embargo, esa altura fue impresionante. Nadie había llegado tan alto.
Una hazaña más para un hombre admirable pero que de inmediato se traduce en parte de la historia de la humanidad.