Hablemos de VIH: Hombres Gais y problemas psicoemocionales y sexuales
Para muchos hombres gais y en genera en la comunidad LGBT, parece que el proceso de encontrar pareja se ha vuelto muy complejo y parece que en la actualidad atravesamos por diferentes retos al momento de querer salir y encontrar espacios y/o personas para tener encuentros o vínculos sexo-afectivo.
Para algunos parece un proceso fácil y sencillo, sin embargo, para otros parece un proceso complicado y lleno de mucho dolor ya que se enfrentan a los estereotipos convencionales de lo masculino y lo atractivo; vivimos una sociedad donde lo atractivo es enteramente lo masculino de cuerpo atlético y fornido con piel de tonos claros.
Debido a esto el motivo de consulta de muchos pacientes gais que vienen a psicoterapia suele ser: “Además de no ser guapo, ni estar delgado me toca lidiar ahora con el VIH en una sociedad tan dura, ¿así quien me va a querer?”. Son nuestros pensamientos irracionales respecto a las ideas que tenemos del amor y de la pareja y también sobre la percepción de uno mismo; lo que nos lleva al dolor emocional y a exponernos a conductas de riesgos que puedan ponernos en circunstancias cumbres.
Tal es el caso de lo que sucede con el ChemSex, el potencial adictivo del cristal es muy alto, sin embargo, entre otros factores, uno de los elementos que mas contribuye al desarrollo de esta adicción es la confianza y la seguridad con la que la persona se siente, ya que cuando una persona consume cristal para tener sexo: SE DESINHIBE y no hay preocupaciones al momento de encontrarse desnudo y sexualmente con otro u otros. Además más allá de todo lo relacionado al autoestima, tambien aparecen otros reforzadores “positivos” que incrementan la ocurrencia del consumo como es el caso de la “facilidad para socializar, la facilidad de ser aceptado, la facilidad con la que la persona tiene una sensación de estar a gusto y la facilidad con la que la persona despeja de sus pensamiento todas las preocupaciones respecto a si mismo y todo lo que circule u ocurra en su vida actual”.
Derivado de la experiencia con mis pacientes me he dado cuenta que uno de los elementos psicoemocionales mas comunes que también favorece al desarrollo de una adicción al cristal, tiene que ver con las propias percepciones que la persona tiene sobre su desempeño sexual. Los cuestionamientos respecto al tamaño de su pene, o incluso el rol sexual juegan un papel fundamental.
Cuando todos o alguno de estos elementos están presentes, la vida emocional de un hombre gay se vuelve compleja y si a esto se le agregan los desafíos que requiere el consolidar una relacion de pareja considerada “estable”, entonces empiezan a aparecer los malestares psicoemocionales.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta para prevenir que nuestros propios pensamientos irracionales nos expongan o propicien a circunstancias de riesgo, son las siguientes:
- Si tienes alguno de estos pensamientos o sentimientos respecto a ti, tu cuerpo o tu sexualidad, es importante buscar apoyo psicológico profesional.
- Diversificar los espacios de socialización y encuentros sexo-afectivo, ya que, si solo te enfocas en las aplicaciones de ligues tradicionales, con el tiempo tu percepción de las relaciones sexo-afectivas puede verse modificada.
- Todos podemos tener inseguridades respecto a nuestra sexualidad, lo importante es QUE haces con esa inseguridad y como podrias convertirla en un área de oportunidad a trabajar.
- Mantener activadas y funcionales las redes de apoyo es fundamental, los amigos, la familia, lo espacios de recreación son siempre una gran ayuda.
- Comunica, comunica todo lo que sientas o pienses respecto a tus experiencias, a veces puede producir vergüenza o inseguridad el expresarnos, sin embargo, el no hacerlo es un detonante para que nuestros pensamientos empiecen a “crear” historias que distorsionan nuestra autoestima y autoimagen.
