Algo de historia: Cuando Irlanda declaró la independencia de la Corona inglesa en 1919, Inglaterra embargó todas las exportaciones de esa tierra, incluyendo el whisky, lo que privó a ese país de uno de sus mercados más importante. Mientras, en Estados Unidos (donde Jameson, una de las insignias de esta bebida, se vendía mejor que pan caliente) se aprobaba el Volstead Act, mejor conocido como la prohibición. Estos dejo a los irlandeses sin mercado para distribuir su producto lo que redujo la industria al mínimo; para cuando la Corona levantó el embargo y los estadounidenses abrieron de nuevo el gañote, el daño ya estaba hecho. Hoy sólo quedan cuatro destilerías, pero su crecimiento es inminente y pueden volver a la cima.
Particularidades: como el scotch, el whisky irlandés requiere ser madurado en barricas de madera en un tiempo no menor a tres años y tiene que tomar lugar en Irlanda, además de que el volumen de alcohol debe ser menor a 94.8%. A diferencia del scotch, el whisky irlandés puede contener encimas especiales que ayuden a convertir los almidones en azucares. Finalmente, de acuerdo con un comité regulador: “el destilado debe contener aromas y sabores derivados de los materiales usados.
Ahora te presentamos las principales destilerías de esta gran región donde producir buen whisky es toda una tradición:
La destilería Cooley
Uno de los varios puntos de controversia entre los escoceses y los irlandeses es el modo en el que le whisky debe ser destilado: los escoceses aseguran que dos es más que suficiente, mientras que los irlandeses prefieren tres. Pero esta casa coincide con los escoceses, argumentando que una tercera destilación puede dañar el sabor. Y quizá sepan de qué hablan, luego de ganar el premio al Destilador Europeo por dos años y sus vitrinas lucen incontables medallas doradas de la IWSC.
Whiskys notables:
Greenore: un forastero de la línea inglesa. Sus ocho años de añejamiento se realiza en barricas de bourbon traídas de Kentucky, pero es mucho más suave que su primo político.
Connemara: quizá el único whisky irlandés comparable con el scotch, realizado una sola malta cuenta con una sabor poderoso. No apto para el aficionado.
Tyrconnell: 10 años de añejamiento, no sirve para digerir la cena. Similar al sotch, su esencia permanece en el paladar, con tonos de vainillia y cereza.
Destilería Old Bushmills
Clama el título de la destilería más vieja en Irlanda (su licencia data de 1608), son expertos del aguardiente. Para ldarse una idea, el Distilled Spirits Council (otra organización lucrativamente nombrada) y el Instituto de Pruebas de Bebida le otorgaron un muy honroso 93 de calificación en 2008 y 2011.
Whiskys notables:
Bushmills 10 year: añejado en barricas de bourbon americano, es un plus para su hermano original y a la par de los que enlistamos más abajo. Recuerde: la edad de cualquier whisky determinado no necesariamente es sinónimo de sabor superior. Este no es mejor, es diferente.
Bushmills 16 year: como su superior de 21 años, este se añejo tanto en barricas de bourbon americano y de jerez español. A diferencia de su superior de 21 años, el de 16 se guardó en una pipa de oporto y la diferencia es notable.
Bushmills 21 year: añejado 15 años más de lo que dura la mayoría de los matrimonios, este hace tránsito por tres diferentes barricas durante su maduración: primero en bourbon americano, después oloroso español de jerez y, finalmente, unos dos años en madiera antes de embotellarlo.
Destilería Kilbeggan
Estuvo cerrada casi medio siglo y reabrió en 2007, que coincidió con su 250 aniversario. Aunque no tendrá productos para su distribución masiva sino hasta 2014 (hoy Kilbeggan es embotellado y distribuido por Cooley), la casa ha llegado a lo que llama “espíritu de nueva hechura” con muestras de un mes, un año y dos años. Un dato curioso: su dueño original, un tal señor John Locke, nada más el padre del liberalismo moderno y enunciador de las palabras que sirvieron de base para la Declaración de Independencia de Estados Unidos.
Whiskys notables:
Kilbeggan: nombrado por alguno como el whisky perfecto para adentrarse al mundo irlandés. Kilbeggan regresa a casa luego de 50 años.
Locke’s Blend: llamarle suave realmente no le hace justicia, nosotros le llamaríamos cremoso, pero usar esa palabra para un whisky puede resultar contraproducente. Aún así, este es suave.
Destilería New Midleton
Si hay una Nueva Destilería Midleton, naturalmente que debe haber una vieja. En 1966 John Pwer & Son, John Jameson & Son y Cork Destillery Company fundaron lo que llamaron el Grupo Irlandés de Destiladores y decidieron cerrar su destilerías y unir sus productos bajo un mismo techo. El resultado: una de las destilerías más modernas del mundo, capaz de producir 19 millones de litros al año.
Whiskys notables:
Jameson: mientras que para algunos puede resultar “estándar”, nosotros decimos “por algo será”. Jameson es la columna vertebral de la industria de whisky irlandés, cada una de sus variedades valen la cruda de la mañana siguiente.
Redbreast: cualquier cosa embotellada con fuerza de barril es serio, muy serio. Con 12 años de años de añejamiento, es muy poderoso, pero sorprendentemente baja con sutileza.
Midleton very rare: cualquier cosa con el mote very rare (muy raro), también debe ser muy caro. Aunque no recomendamos empinarse botellas durante una fiesta, bien vale la pena servirse un trago de vez en vez.

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