Finales inolvidables del futbol
Por:
Jafet Gallardo
05 Jun 2018
Brasil 1950 Brasil jugaba el partido final en impresionante estadio Maracaná, con un monstruoso aforo de 200 mil espectadores. Los […]
Brasil 1950
Brasil jugaba el partido final en impresionante estadio Maracaná, con un monstruoso aforo de 200 mil espectadores. Los uruguayos entraban como víctimas y perdían 1-0 al comienzo del segundo tiempo. El día anterior, los brasileños había recibido relojes de oro grabados con la frase “Para los campeones del mundo” y los periódicos ya tenían listas las planas para celebrar el campeonato. Incluso un empate hacía campeón a la Canarinha. Pero el destino tenía sus propios planes y un tiro pegado al poste del charrúa Alcides Ghiggia, a diez minutos del final, decretó el 2-1 y la consagración uruguaya.
Inglaterra 1966
La final jugada en el antiguo estadio de Wembley entregó una de las escenas más polémicas y difundidas en la historia de las Copas del Mundo. Se trata del famoso Gol Fantasma que marcó la victoria momentánea de 3-2 de británicos sobre alemanes. La tecnología de la época ya permitía apreciar que el tiro de Geoffrey Hurst había rebotado en el travesaño, picado en la línea de meta y salido de la portería. Minutos más tarde, el mismo Hurst marcó el 4-2 definitivo para los ingleses. Años después, Bakhramov, el juez de línea que decretó el gol dijo que nunca había visto entrar el balón. Fue uno de los mundiales de mayores irregularidades en calendario y arbitrajes.
México 1986
El Estadio Azteca fue el marco emblemático para una de las finales más emocionantes en la historia de los Mundiales. Argentina llegaba de la mano –literal y metafóricamente– de Diego Armando Maradona, mientras que Alemania mostraba un equipo sólido y disciplinado. Aunque los argentinos ganaban 2-0, los alemanes nunca cedieron ante la derrota y lograron empatar en los minutos finales con goles de Karl-Heinz Rummennigge y Rudi Völler. Pero a seis minutos del final, Maradona guardaba una última pincelada de inspiración y tras una serie de rebotes en el medio campo, con un toque superó a la descolocada zaga teutona y dejó solo y frente al arquero a Jorge Burruchaga, que condujo con velocidad y definió entre las piernas del arquero germano para coronar a Argentina como campeona del mundo.
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