No todo son malas noticias, hay escenarios fílmicos en los que a pesar de la tragedia latente, la humanidad nos levantamos triunfantes…
Por Erick E. Tapia
La Guerra de los Mundos (2005, Paramount)
Una inicial y una nueva versión, la original de H. G. Wells salió en 1953 basada en una invasión ficticia de los marcianos a la Tierra. Pero en el remake de 2005 protagonizado por Tom Cruise y dirigida por Steven Spielberg, cuando parecía que los alienígenas y su tecnología avanzada acabarían con todos, son los seres más pequeños del globo quienes nos terminan salvando.
El Día de la Independencia (1996, Twentieth Century Fox)
Otra de extraterrestres. Una civilización muy superior tecnológicamente amenaza con extinguir a la humanidad para quedarse con nuestro planeta y explotar sus recursos naturales. Para nuestra fortuna un ingeniero en computación descubre la manera de atacar a esta conflictiva raza y en una contraofensiva terminamos por vencerlos. Pa’ que vean con quién se meten.
Wall-E (2008, Pixar Animation Studios)
Animada. Nuestra hermosa Tierra es abandonada por la humanidad cuando la reducimos a un enorme tiradero de basura. Los humanos se vuelven seres completamente sedentarios alimentados por serviciales máquinas que viajan por el espacio en un eterno crucero sin fin específico. Todo cambia cuando un robotito especializado en manejo de deshechos organiza el retorno y la salvación de este bello cuerpo celeste.
Sunshine (2007, DNA Films)
El sol se muere y con él la vida en nuestro planeta. La humanidad prepara un proyecto para hacer renacer a nuestra estrella mediante una mega explosión nuclear. La misión dura años y es aislamiento espacial provoca reacciones que complican todo. Al final el objetivo se cumple, el Astro Rey vuelve a brillar como antes. El film es dirigido por el inglés Dany Boyle, suficiente carta de presentación.
The Mist (2007, Dimension Films)
En esta adaptación de una obra de Stephen King una serie de criaturas comienza a invadir poblados de Estados Unidos. La gente de un pequeño pueblo se ve rodeada de una densa nieblas que les impide saber qué sucede, las comunicaciones se pierden y parece que será el fin de nuestros días. Pero el ejercito estadounidense se pone las pilas y recupera el control justo a tiempo. El final es una cuestión para estómagos fuertes.
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