Rap VS Pop

Fey vs. Eminem. OV7 vs. Cartel de Santa. Nuestro colaborador analiza sesudamente las letras de los principales exponentes de los géneros musicales de moda para concluir que ambos persiguen metas no muy distintas.

Por: Facundo

La música nos define. La que elegimos escuchar cuando vamos en el tráfico, la que ponemos para relajarnos o para darle a una mujer la pasión de nuestras entrañas, dice algo de nosotros. La música es personalidad y si se habla de personalidad una de las más fuertes la tiene el RAP… sólo igualada en intensidad por su primo incómodo el POP.

No voy a tomar partido… Soy un investigador serio. Así que sin hacer juicios de valor, como decir que el pop es para adolescentes retrasadas mentales y jotitas de clóset, o que el rap es de puro mariguano bueno para nada, voy a hacer un análisis bastante mediocre de lo que representa el alma de estos dos géneros.

El rap es rudo y el pop es feliz… En el rap, al amor se le llama coger, y en el pop, es un subidón. Y aunque hay temas compartidos, es una realidad que cada género tiene sus tópicos de elección.

LOS TEMAS DEL POP

Ya te los puedes imaginar… Fiestas (Y la diversión en ellas). El fin de semana (Y la diversión en él). Enamoramientos fugaces (Más diversión). Rompimientos dolorosos (Con la esperanza de más diversión en el futuro).

Abundan los escenarios ideales para encuentros juveniles como el ochentero Bazar que Flans mencionaba, en que la entonces juvenil Ilse (Hoy probablemente ruca jamonuda) se enamoraba entre cuadros, camisetas, discos y jeans.

También las comparaciones con comida son muy socorridas, como “Mi media naranja” de Fey, quien la cantaba fingiendo ser una chavita cuando en realidad ya traía bastante kilometraje. O aquella de Reily cuando explica que: “Como un cuchillo en la mantequilla, entraste a mi vida”

Nombre a nombre, metáfora a metáfora, se llena la lista de comparaciones forzadas: “Amor de Papel” o “La calle de las sirenas”.

El pop apela a las emociones… y a la repetición como lo demuestra este fragmento del clásico noventero de OV7, “Te quiero tanto”.

Te quiero tanto tanto tanto tanto tanto, / cada día un poco más, (pequeña traviesa) aha / Te quiero tanto tanto tanto tanto tanto, / para mí no hay nadie igual,(pequeña traviesa) no lo hay / Te quiero tanto tanto tanto tanto amor, / que ya no puedo más, ya no puedo más…

Al parecer para los poperos es importante dejar el punto claro, por eso en el coro la palabra “tanto” se repite 14 veces. Se celebra la individualidad, por eso dice “para mí no hay nadie igual” y sobre todo cuando el protagonista ya no puede más, lo acepta, como se demuestra en la frase “ya no puedo más”.

LOS TEMAS DEL RAP

En la otra esquina los raperos tienen sus propios temas y he identificado tres principales de los que hablan el 85% de los raps:

1. Soy más verga para rapear que todos los demás y todos me envidian. Es como si un escritor todo el tiempo escribiera que es el güey más cabrón para escribir. En vez de Cien años de soledad, ellos habrían escrito Cien rimas de nomames (Que yo escribí).

Como la siguiente estrofa lo demuestra:

Me siento de brazos cruzados con este paquete de zig zags (Pa los fresas, esos son los papeles para armar los cigarros de mota) / y esta bolsa / de mariguana que me da la mierda necesaria para ser / el mejor MC en este, este planeta (MC es el que se encarga del micrófono en el rap). Eminem, “The way I am”.

El siguiente tema va enfocado a apuntalar la actitud del rapero, que es lo más importante:

2. Soy bien rudo, fumo mota, me meto coca, echo desmadre y tengo viejas aunque sean putas.

Aquí un ejemplo de lo anterior:

Vago, drogo me pongo con todo / Ya estoy hasta el tronco / Que le hago ni modo / Si lloro me castiga el diablo / No existe rehabilite para un bato tan malandro. Cartel de santa, “Ahora Sí Voy A Lokear”.

Esto es la versión matona de los chavitos orgullosos de su peda. Los que te dicen a los 15, después de varias cubas… “Ya ando bien pedo, güey” o “Me estoy empedando cabrón”.

Sólo que los raperos le dan al tema de la droga un valor que sirve de catalizador de su hombría, de sus habilidades para darse viejas, para enfrentar cualquier reto y a cualquier malandro con la valentía que la droga no es que les dé, pero si les potencializa… “Como estoy muy cabrón, me drogo un chingo y entonces soy todavía más cabrón… Aaahhh, drogaaa”.

Y el tercer tema de los que identifique es:

3. Vengo de la calle y soy real.

En el mundo del rap uno de los peores pecados que se pueden cometer es ser un producto comercial ideado por unos ejecutivos de disquera que manejan un MiniCooper y tienen un iPhone. El pedo del rap debe ser real y callejero para que valga, así que todos los raperos buscan demostrar que ellos sí son reales, sí son de la calle, sí se las han visto negras, sí se han enfrentado a cosas cabronas y todo se las peló. Entonces ahora sí pueden cantar rap con razón y burlarse de los que no han pasado las que ellos.

Como 50 cent, a quien sus múltiples balazos lo legitiman para rimar… Para mí también esto se vuelve en una competencia un tanto absurda para ver quién ha sufrido más. Es otra expresión de la misma lógica de los grupos de ayuda en los que todos quieren tener la historia más digna de lástima. En el mundo del rap así se gana el respeto.

Finalmente debo decir que los poperos y los raperos no deben pelear, no se deben tirar, es más deben colaborar como lo hemos visto a últimas fechas. Porque ambas corrientes actúan con la misma lógica y los mismos principios: Hacer música, hacer cantar… Y hacer varo.

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