Enferma de mí: Una comedia anti-romántica

Por Javier Pérez
Enferma de mí (Syk pike; Noruega, 2022) es un relato brutal sobre los trastornos de la salud mental en aristas escasamente exploradas pero con conexiones directas a la malsana querencia contemporánea de ser vista, deseada y aprobada por los demás.
Una historia de adicciones singulares, narcisismo puro y duro sobre una pareja de veinteañeros heterosexuales en una relación tóxica que los vuelve incapaces de ver brillar al otro.
Programada en la edición más reciente de la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, esta sátira noruega con fuertes dosis de humor negro, aires pesadillescos y tufo a tragedia, dirigida por Kristoffer Borgli, estrenó el pasado 8 de junio en la cartelera comercial mexicana.
Sinopsis
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Ubicada en Oslo, la capital de Noruega, la historia sigue a la joven Signe (destacada Kristine Kujath Thorp), quien trabaja como barista de una cafetería, y Thomas (Eirik Sæther), su pareja, un artista incipiente que se abre camino en el mundillo del arte gracias a sus piezas construidas con muebles robados.
Entre él y ella hay una constante lucha de egos, pero Thomas consigue minimizar, silenciar y mofarse de lo que ella dice, hace y desea hasta reducirla a una condición de invisibilidad tal que nadie parece reparar en ella.
Así, una serie de acontecimientos (un robo en un restaurante, una fiesta, una anécdota, un incidente con un perro), pero sobre todo la atención mediática que recibe Thomas por una exposición en una galería prestigiosa, catalizan la necesidad de atención de Signe hacia derroteros enfermizos a partir de situaciones tan absurdas como fabricarse una reacción alérgica de la nada en pleno discurso triunfante del berrinchudo novio.
Enferma de mí y sus trastornos
Sin perder el foco en Signe ni en la relación de pareja ni en la cotidianidad, Borgli, él mismo guionista del filme, sumerge al espectador en la delirante y creciente pulsión mitómana de su protagonista hasta su aterradoramente consciente adicción a autoinfligirse daño mediante el consumo compulsivo de un medicamento a pesar de conocer sus nocivos efectos secundarios.
De este modo, su “necesidad” de ser el centro de atención acelera sin vuelta atrás hacia eso que se conoce como trastorno de personalidad histriónica.
Con cortes directos, el cineasta instala al espectador en la cada vez más desconcertante realidad que vive Signe, adormecida por los efectos del medicamento y desfigurada al punto de tener que cubrir su rostro con la máscara de los quemados en lo que a todas luces es un elemento metafórico.
Pero en tiempos en que la inclusión, la diversidad y la influencia en redes sociales son más moda que convicción, la “rara” enfermedad de Signe le reporta la atención deseada: una amiga periodista accede a hacerle un artículo para que hable de su padecimiento y una agencia de modelos la convoca.
Dañado en su ego, Thomas, también un histriónico además de cleptómano, es incapaz de ver la caída en picada de su pareja.
De hecho, ni uno ni otro acepta el daño mutuo que se hacen ni su adicción, no a las sustancias ilegales, el alcohol o cualquier problema conocido, sino a la toxicidad del otro y al enfermizo deseo narcisista de ser el centro de atención.
Cumple su objetivo
Borgli resuelve su historia con un retorcido humor negro que se apoya en la solvencia de su actriz principal: Kristine Kujath Thorp consigue la dosis adecuada de carisma y petulancia para que su personaje sea tan atrayente como odioso por su narcisista mitomanía que nunca la muestra tal cual es.
Además, el cineasta utiliza un score pegajoso de Tors, una aparente sencillez narrativa con una limpia y funcional fotografía de Benjamin Loeb y un camino no del todo desesperanzador sin necesidad de sermonear ni dar mensajes aunque en un cierre que deja de marcar los acentos cómicos absurdos de la vida actual.
Y todo en una historia contemporánea sobre las relaciones de pareja que ha hecho que la propia productora noruega haya calificado a Enferma de mí como una “comedia (anti)romántica”.
Enferma de mí está actualmente en cartelera de la Cineteca Nacional y cines comerciales.