En portada julio: Farina Music

Sé dice que la sensualidad va más allá de lo físico, ¿qué representa para ti esta palabra?
Ser sensual es ser yo. Todos los humanos tenemos nuestro lado sexy. Sensualidad es ese sex-appeal que emana cada mujer u hombre con su seguridad y es totalmente distinto en cada uno de nosotros.

En esta portada te vemos poderosa y acompañada del mejor amigo del hombre. ¿Eres fanática de los animales?
Eso en específico fue muy especial porque soy muy fan de los perros y gatos. Creo que fue muy simbólico, porque los perros andan como son: sin ropa y sin pensar en qué dirán de su piel. Esta portada de Playboy me hace sentir orgullosa de lo que soy, de lo que tengo, todo lo que he crecido como mujer. Para mí representa una evolución.

Me acuerdo que yo me paraba con el cepillo frente al espejo a cantar y me imaginaba que estaba frente a millones de personas. Tenía 5 años y ya estaba idealizando lo que soy ahora.Yo vengo de una familia de músicos. Desde niña a mi me tocaban los tambores, flautas, vallenatos y mucha cumbia. Mi mamá era cantante y fue ella quien me enseñó cómo pararme en un escenario y cómo agarrar un micrófono. Fue mi mentora. Siempre me llevó a las presentaciones de Totó. Viendo a esas dos reinas, ¿cómo no iba yo aprender a sacar esta berraquera que tengo?

¿Alguna vez tuviste una opción B en caso de que el plan maestro fallara?
Sí tenía un Plan B y era muy bonito. Además de ser cantante, siempre quise ser veterinaria. Yo veía un gato o un perro y siempre me los llevaba a la casa. De hecho, mi primer perro fue recogido, le pusimos “La Negra”. Sin duda, tener un perro en esta sesión es muy representativo.

Muchísimos, sobre todo al inicio de mi carrera. No me gusta hablar mucho sobre eso porque a veces suena como que quiero victimizarme pero una vez me apagaron el micrófono en el escenario y la gente empezó a tirar botellas.

Siento que a muchos artistas les ha pasado algo similar o han sentido ese rechazo. Ese día yo me sentí muy mal, pero aprendí que tenía que volverme una mujer mucho más fuerte. En ese momento pensé: ¿Creen que esto me va a parar? Al contrario, lo que hicieron fue meterme más gasolina para seguir con mis sueños y así fue.