El reino en México de Doro Pesch
Por:
Jafet Gallardo
05 Jun 2018
Doro Pesch vuelve a México. La alemana actuará este jueves en el Circo Volador. Con ese pretexto porque verdaderamente es […]
Doro Pesch vuelve a México. La alemana actuará este jueves en el Circo Volador. Con ese pretexto porque verdaderamente es sólo un pretexto conseguimos hablar con la intérprete de la sugerente Love in black. Bueno, por eso y por el reciente lanzamiento de su propia línea de champagne y vino tinto, de quienes hablamos ampliamente en un artículo que será publicado en Playboy México edición de marzo.
De entrada, Doro se mostró emocionada por su regreso a nuestra tierra. Y no podía ser de otra forma, ¿qué músico no te diría que está feliz de dar conciertos? Pero algo en la rasposa voz de la rubia te dice que lo siente de corazón. Sobre todo cuando le menciono que conozco a la cantante de Evil Queen, la banda abridora, y sé lo importante que es para ella telonear a una de sus artistas favoritas.
“Creo que ya hemos tocado juntas, ¿no? Me suena bastante la banda. Mira, al final yo me pongo del lado de todos los grupos emergentes porque también tuve unos inicios. Esta carrera es fantástica, pero también muy sufrida, llegas a sentirte muy solo. Por eso entiendo que siempre haya músicos que se acercan al final de los conciertos a entregarme sus demos”.
Puntual como un acreedor, amable igual que la maestra con la que solíamos fantasear a escondidas en la primaria y un acento tan particular para pronunciar el inglés que se pensaría recio pero es mucho más dulce que sus ojos verdes, Doro se reportó una mañana de lunes unos minutos apenas rebasadas las diez.
20 años y 20 himnos más
Charlamos acerca de esta gira, con la que celebra 30 años de trayectoria y que la he llevado a recorrer buena parte de Europa. Durante esas tres décadas, Doro ha sido responsable de la creación de buena cantidad de himnos metaleros, que si algo se compone el rock duro es de gloriosas explosiones musicales que puedan corearse en vivo mientras se levanta el puño hacia el cielo.
“Me gustaría escribir 20 discos más y 20 himnos más, (risas).”, afirma del otro lado de la línea y desde su natal Alemania. “Nunca será suficiente para mí. Me recordaste Rock and roll al nite (de Kiss), y cuando pienso en himnos sólo puedo pensar en su energía desbordante. Me agradaría cantar todavía muchos tipos de canciones; desde baladas, temas oscuros o algo en mid tempo, pero definitivamente lo que experimento cuando canto un himno de heavy metal delante de una audiencia es indescriptible.”
Es por ello que su más reciente disco lleva por título Raise your fist (2012), como uno de sus tracks que ya apunta para volverse clásico.
“Quise buscar un título positivo e inspirador que te dijera: si tu lucha vele la pena, ¡peléala! La canción está llena de buena vibra y en los conciertos, siempre desata muy buen mood. La gente se une, se percibe la alegría y la unión entre el público.”
Vestida de cuero sintético
Platicamos de su última estancia en México. Doro me cuenta que sus promotores la llevaron a conocer unas ruinas arqueológicas, pero ha olvidado el nombre. Teotihuacán seguramente, le digo y ella me promete que preguntará.
Además de su pasión por la música, la intérprete de Born to bleed es afín a muchas causas sociales. Además de talentosa y bella, tiene muy buen corazón. Es común verla utilizar unos ajustados pantalones de cuero que realzan su bien cuidado cuerpo. Sin embarga, se trata de imitaciones de piel debido a que Doro es defensora de los derechos de los animales y vocera de PETA.
También, como ejemplo que es para muchas chicas, apoya la organización Terre des Femmes, una organización social que pelea en contra de la mutilación genital y otras prácticas brutales e insensatas en contra de las mujeres alrededor de la Tierra.
El poder curativo del metal
En términos generales, Doro es una de esas estrellas de rock que lejos de maltratar o ningunear a sus fans, los trata excepcionalmente bien. No es raro que pase horas firmando autógrafos, tomándose fotos con ellos e incluso algunos son invitados a conocer a su banda en los camerinos.
Doro me cuenta la historia de un chico francés que fue a verla a un concierto el año pasado. Cuando ella le dijo en su limitado francés que esperaba verlo otra vez, él le comentó que tal vez no sería posible porque estaba muy enfermo del corazón y los médicos le dijeron que empeoraría. Doro le respondió que oraría por él.
“Le prometí que tocaríamos en su honor desde ese momento y dos meses después lo volví a ver. Luego regresó el día después de Navidad y me dijo: No lo vas a creer pero he mejorado. Pensé que no iría a ningún otro concierto nunca, pero la música me ayudó. Ahora estoy convencida de ello, la música tiene un poder curativo”, indica emocionada.
40 minutos después de tomar la llamada, había que colar y así lo hicimos. Doro aún se demoró casi cinco minutos en despedirse y una hora después de colgar, el teléfono volvió a sonar. Era ella, otra vez… sólo para decirme que había preguntado entre sus conocidos y en efecto, la zona arqueológica que conoció fue Teotihuacán.

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