El arsenal completo
Metallica sigue demostrando que es la banda más espectacular del mundo.
Por Arturo González Canseco
La noticia se anunció hace más de cuatro meses. Se dijo que sería un show con elementos de varias de sus giras y con canciones de toda su producción. Los boletos salieron a la venta y parecía que la espera sería interminable.
El Palacio de los Deportes fue el lugar elegido para arrancar esta nuevo espectáculo cargado con “El Arsenal Completo”. Quienes ya presenciaron a los californianos pueden corroborar que sí que se armaron bien y están en uno de sus mejores momentos como banda.
La tarde se nubló y el intenso viento hizo que las chamarras de piel negra cubrieran las espaldas. Los alrededores del recinto comenzaron a recibir a los miles de fanáticos. Los tradicionales puestos ofrecieron la memorabilia de costumbre y atestiguaron la confluencia de hombres y mujeres de todas las edades.
A las 8:30 en punto los abridores Countdown saltaron al escenario. Unas cuantas piezas que sirvieron para amenizar las charlas con cerveza en mano y aminorar la impaciencia. Las luces volvieron a encenderse y el grito de ¡Metallica! ¡Metallica! hizo eco al interior del domo de cobre.
Por fin, Ennio Morricone musicalizó la apertura y fue la señal para que el imponente escenario se encendiera. Grandes dimensiones y pantallas cual mosaicos en el piso de inmediato causaron la efervescencia de los asistentes. Creeping Death desató la locura.
La primera sorpresa fue con Fuel, tema acompañado por muchas llamaradas de fuego y una sincronización de luces impactante. Las canciones se fueron sucediendo y el espectáculo fue in crescendo. Ataúdes, hologramas, explosiones, rayos eléctricos, cruces y efigies en picada fueron el complemento perfecto para Master Of Puppets, Battery, Enter Sandman, Of Wolf And Man, Nothing Else Matters, Seek And Destroy, For Whom The Bell Tolls, Cyanide y muchas más.
Los tiempos han cambiado y sin duda Metallica ha contribuido a ello. Hace un par de décadas era impensable imaginar un concierto de metal con niños, adolescentes, chicas de colegios exclusivos, oficinistas y un largo etcétera. Sus canciones han llegado a una cantidad y diversidad de gente vastísima. No sé si aún haya quienes les reprochan el haber popularizado a esta escala este tipo de música. En lo personal me da un enorme gusto poder sentirme identificado con todas esas miles de gargantas que dejamos la voz y toda nuestra energía en ese concierto. Caminar entre miles que alguna vez han sentido lo que yo y saber que a ellos también una canción de Metallica los emociona y transforma. Es alentador mirar a los lados y atestiguar cómo cuatro personas haciendo música son capaces de dejar imborrables recuerdos en la memoria visual, auditiva y sentimental de quienes nos ha tocado estar vivos en estos tiempos.
