Real Madrid y Atlético de Madrid se encuentran en una final inesperada en la Champions League, especialmente por el desarrollo y los logros obtenidos por el equipo del “Cholo” Simeone tanto a nivel doméstico como internacional.
El “Atleti” parte como la sensación del torneo europeo, luego de superar en la carrera por la Liga Española al duopolio formado por el Barcelona y el Real, su futuro rival en Lisboa para dirimir al mejor club europeo en este año futbolístico. En una escalera ascendente, los Colchoneros han establecido una estela brillante en las últimas temporadas que incluyen sus campeonatos en Copa del Rey, Europa League, Liga Española y ahora su presencia en la final de la Champions.
Los del “Cholo” han encontrado el camino luego de la venta de figuras como Diego Forlán o Radamel Falcao y han presenciado el ascenso de Diego Costa como goleador del equipo, al lado de la madurez de jugadores como Adrián, Koke, Gabi, Filipe Luis, el resurgimiento de Arda Turan, la constancia de Juanfran o la revelación en la portería de Courtois. Si algo debe resaltarse en este equipo es su carácter, su espíritu de lucha y su fortaleza mental para levantarse de desventajas, como le ocurrió en distintas etapas domésticas e internacionales, con dos ejemplos precisos: el partido en semifinales de visita contra el Chelsea FC y el encuentro que definió su campeonato ante el Barça, en pleno Camp Nou.
Pero el equipo de la ilusión, campeón de la liga después de 18 años de espera, se cruzará con uno de los más grandes de Europa si quiere obtener su primera liga de Campeones. El Real Madrid alcanzó madurez futbolística en el último tramo y se ha puesto como meta obsesiva la consecución de la Décima Orejona. Por ella, se dice que se olvidaron de la Liga y han concentrado sus esfuerzos en recuperar de una lesión a su máxima figura, Cristiano Ronaldo; a la que hay que añadir las dudas sobre la participación de Benzema y Pepe. De todos modos, en la Casa Blanca cuentan con una escuadra de estrellas que incluye a Gareth Bale, Angel Di María, Sergio Ramos o Iker Casillas. La ausencia más dolorosa será en el centro del campo, debido al castigo a Xabi Alonso por acumulación de tarjetas y al interrogante sobre el nivel de Khedira, al que apenas recuperaron. De todos modos, si el Madrid está herido, el Atleti también podría perderse a uno de sus puntales si el goleador Diego Costa no logra ponerse a punto de una lesión muscular.
Se espera un partido parejo y de lucha en medio campo. Acaso con la conocida presión del Atlético y los meteóricos contragolpes del Madrid para finiquitar el encuentro. Otro punto importante será el manejo de la pelota parada, que ha definido los últimos encuentros decisivos de ambos clubes (para el Atleti, con el gol de Godín en el Camp Nou; para el Madrid, en los goles de Sergio Ramos ante el Bayern). Ambas aficiones consideran este juego como un clásico local y acendrado, con un altísimo grado de presión y compromiso para los jugadores. Es una prohibición perder contra el eterno rival y no es extraño que ninguno de los clubes haya querido asumir su favoritismo. Aunque vale decir que en juegos de liga, el Atlético no ha perdido contra el Madrid en esta temporada, ganando 0-1 en el Bernabéu y empatando a 2 tantos en el Vicente Calderón.
Por el lado de la experiencia técnica, el director merengue Carlo Ancelotti ya ha sido campeón de Europa como técnico y jugador y aventaja en eso a Simeone. El liderazgo de Carletto ha logrado apaciguar la tormenta de la era post-Mourinho, manejar los egos en el vestidor y conoce la manera de plantear los partidos importantes. Sin embargo, la sapiencia técnica y motivacional de Simeone ha despegado en los últimos años y lo coloca como uno de los entrenadores jóvenes más destacados del planeta. Se midió sin miedo ante los poderosos de su liga y echó de la Champions a grandes como el Milán y el Barcelona. Simeone ha sacado lo mejor de su plantilla y ha hecho mucho con un plantel más modesto que el Real, trabajando con humildad, convencimiento y unidad de grupo.
Los méritos del Atleti no pueden soslayarse: salen a la cancha de Lisboa como el único equipo invicto en esta edición de la justa europea y son también la mejor defensa del torneo, pero se miden a una de las ofensivas más potentes que cuenta con el máximo goleador de este año en Europa: Cristiano Ronaldo. Cabe recordar que en esta edición los Merengues han conseguido propinar algunas de las goleadas más escandalosas a equipos de la talla de Bayern Múnich o Schalke 04.
Los números no pueden faltar en un evento que congregará a millones de espectadores. Ésta será la quinta ocasión en que dos escuadras del mismo país se enfrenten en la final de la Champions, pero la primera en que se encaren dos clubes de la misma ciudad. Atlético de Madrid volverá a una final de Copa de Europa después de 40 años y el Madrid no levanta el título desde 2002. Por otro lado, la paridad es el toque emocionante en la mayoría de las finales de Champions: de las 58 finales disputadas, 28 de ellas se definieron apenas por un gol y 10 de ellas sólo pudieron decidirse en tandas de penales. Otro dato interesante incluye a Hugo Sánchez, el único mexicano que ha jugado con ambas playeras madrileñas y que además obtuvo el Pichichi como máximo goleador de la Liga Española con ambas camisetas: anotó 82 goles totales con el Atlético y 208 con el Madrid.
Finalmente no podían faltar las cábalas: uno nunca debe tocar la Copa de Europa antes de que termine el partido. Gattuso lo hizo con el Milán que ganaba 3-0 al medio tiempo de la final de 2005, y el equipo de Liverpool le empató en 6 minutos en el segundo tiempo. El equipo rossonero terminó perdiendo en penales contra Gerrard y compañía.
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