#DeTresDedos: Cuenta regresiva al Super Bowl

Quizá nos encontramos en las semanas de más ansiedad e impaciencia para los fans de la NFL: el lapso previo a la definición del Super Bowl XLVIII. Luego de una intensa temporada, tenemos a los respectivos representantes de la Conferencia Nacional y Americana que se enfrentarán en una nueva batalla épica. Seattle Seahawks y Denver Broncos llegan como los números uno en sus respectiva siembras. Cada uno acumuló el mejor récord total en su conferencia y nadie duda que han sido dos de los equipos más constantes durante la temporada. Son escuadras bien dirigidas, disciplinadas, que han sabido ganar en postemporada ante rivales fuertes para alcanzar el Súper Domingo. 

 

Sin embargo, ambos equipos aparecen en condiciones diferentes. Seattle llega envuelto en la polémica de la jugada que definió su pase por el campeonato. La desmedida celebración del mejor esquinero de la liga, Richard Sherman, luego de desviar el pase de Colin Kaepernick a Michael Crabtree para permitir una intercepción de su compañero Malcolm Smith, fue duramente criticada por medios y redes sociales tras el juego. No se discutían las habilidades atléticas de Sherman, sino su “falta de clase” por darle una nalgada al receptor de los 49ers y luego hablar de él como un “receptor pobre” en una entrevista televisiva en cadena nacional. Lo han acusado de “pandillero” y “villano”, pese a que Sherman ya se ha disculpado públicamente y es uno de los jugadores defensivos más inteligentes del juego. Aunque su reacción fue explosiva, pocos recuerdan que el esquinero es un egresado de Stanford, una de las universidades con más prestigio académico en Estados Unidos, y además es un estudioso obsesivo de videos y patrones de jugadas. 

Seattle es la mejor defensiva de la liga en yardas y puntos permitidos. Tiene fuerza, ambición y explosividad para robar balones en momentos clave. Los analistas dicen que esta unidad determinó que San Francisco no pudiera arrebatarles el triunfo y repetir su aparición en el Super Bowl. De nuevo, mostraron un gran desempeño en el Juego de Campeonato de la NFC. Pero aunque anularon el juego terrestre de Frank Gore y el circo aéreo de Anquan Boldin y Vernon Davis, e interceptaron a Kaepernick, lo cierto es que las escapadas del mariscal de campo tatuado tuvieron a los de la Bahía a un pase de la Tierra Prometida. 

 

Esto sucedió porque Seattle sufrió un decremento ofensivo en el último partido, propiciado en gran medida por la excelente defensiva de los 49ers. Estos equipos se conocen porque juegan en la misma división y se enfrentan dos veces al año. La ventaja de localía fue otro facto fundamental. Aunque “La Bestia” Marshawn Lynch es uno de los mejores running backs de la liga corriendo con potencia por el centro, rompiendo contactos y castigando a los rivales, San Francisco lo orilló a acarreos laterales donde no se vio efectivo; además de perder un balón en zona de gol. Su rol será fundamental para mantener alejada la ofensiva de Manning y controlar el ritmo del juego.

Russell Wilson es un mariscal de campo joven, elusivo, con brazo potente y gran habilidad para alargar jugadas y usar sus piernas para conseguir yardas extras. Posee carácter y talento para llevar a su escuadra al campeonato, pero podría tener problemas en un mano a mano ofensivo con el maestro Peyton Manning, que viene de una temporada llena de récords que incluyen el mayor número de pases de anotación en una campaña (55) y 3 juegos de postemporada de por vida con más de 400 yardas aéreas.

 

Es aquí donde la balanza se desplaza al lado de los Broncos, que pasaron por encima de los Patriots de Brady con relativa comodidad. El genio ofensivo de Manning ha sido alabado constantemente. Peyton es quizá el mejor mariscal de nuestra era, un verdadero coordinador defensivo en el campo. Tiene liderazgo, anota rápido, lee defensivas, anticipa cargas, detecta zonas vulnerables y las explota, como sucedió contra los Patriots luego de la lesión del esquinero Aqib Talib. La capacidad de Manning para involucrar a sus compañeros ofensivos y volverlos estrellas es innegable. Lo hizo en los Colts y ha sido igual con sus receptores en los Broncos: Demaryus Thomas, Eric Decker y el más que probado Wes Welker, con la adición de Knowshon Moreno como caballito de batalla en el ataque terrestre.

Pero con toda esa excelencia mental y estadística, no podemos olvidar que Manning sólo tiene un anillo de campeonato y el mismo registro de victorias y derrotas en postemporada. Suelen decir que Manning se cansa en enero y febrero. En ese sentido, la juventud de Wilson y los Seahawks, aunada a su capacidad defensiva, puede poner en predicamentos a un Manning prácticamente inmóvil en la bolsa de protección. Además, la anticipación de los defensivos de Seattle puede lograr una de esas jugadas que cambian el rumbo de un partido. Hay quien dice que este Super Bowl será el clásico juego entre equipos contrastantes: la mejor ofensiva contra la mejor defensiva de la liga. Y el dicho no cambia: “la ofensiva gana juegos, la defensiva campeonatos”.

 

Esta semana, escucharemos toda clase de noticias en una cobertura informativa exhaustiva que no olvida la posibilidad de que el juego cambie de fecha según el comportamiento de la ola polar que azota al noreste estadounidense. Como suele ocurrir, la sombra del Super Tazón obscurecerá al Pro-Bowl. Pese a su nuevo formato, la expectativa del Súper Domingo arrasa con el Juego de Estrellas de la Liga de mayor poderío económico en el planeta. Pero eso no sólo sucede en Estados Unidos. Incluso la Liga MX de futbol, con su popularidad y arraigo nacional, reconoce que este domingo que no se parece a ninguno y ya ha conversado con Chivas, Cruz Azul, Santos y Toluca para modificar la agenda de sus partidos dominicales y no competir en rating con este clásico del emparrillado. Por lo pronto, los pronósticos avanzan, se lanzan las apuestas familiares y privadas, y nos preparamos para un domingo amistoso y familiar que asegura un gran espectáculo deportivo. Y ustedes, ¿ya se alistan para el Súper Domingo?