Colosal Paul McCartney

Sir Paul se presentó en el Estadio Azteca y la siguiente cita fue en el Zócalo. Cuéntanos cómo estuvo.
Por Arturo González Canseco @agzcanseco
Estuvimos ahí los fanáticos y los escuchas casuales, los que llegamos con anticipación y los que unos minutos antes estábamos en la fila queriendo ingresar a un estacionamiento ya a tope y los que estábamos bajando del tren ligero después de la hora marcada. Estuvimos en el Estadio Azteca quienes sabemos que los Beatles cambiaron la historia de la música y la piel se nos enchina cada vez que escuchamos una de sus canciones aunque la conozcamos a la perfección. Estuvimos allí las personas que lamentamos haber llegado a este mundo cuando John ya no estaba y quienes derramamos lágrimas el día de su asesinato. Ahí estuvimos los que adoramos a George y a Ringo. Los que sabemos que Sir Paul McCartney es un artista colosal.
Una vez más atendimos el llamado, Paul regresó a la ciudad y junto con miles de personas ofreció una noche memorable. Cinco minutos después de las 9 de la noche las pantallas laterales se encendieron para comenzar a proyectar animaciones con imágenes de The Beatles y memorabilia testimonial de aquellos años y más. Poco después de las 9:30 la efervescencia se desató. Sir Paul apareció en el escenario y a partir de ese momento se vivió un impresionante espectáculo en donde banda y público se entregaron por completo. “Thank You muchas gracias”, “buenas noches chilangos”, “esta rola…”, fueron algunas de las palabras que Paul pronunció a lo largo de la noche. Luces deslumbrantes, pirotecnia, encendedores y celulares se combinaron con “Magical Mistery Tour”, “Dance Tonight”, “I Saw Her Standing There”, “Live and Let Die”, “Yesterday”, “Let it Be”, “Hey Jude”, “Here Today” para John y “Something” para George, entre muchas otras. Más de dos horas de concierto. La lluvia y la luna también fueron partícipes, la primera se fue y la segunda apareció, ambas en los momentos adecuados.
La segunda cita fue este 10 de mayo en el Zócalo de la capital, uno de sus actos más recordados, sin duda. La emoción que este caballero inglés despierta no tiene comparación. Sus canciones son obras maestras de la historia de la música y han acompañado a lo largo de sus vidas a millones de personas.
Afortunados somos los que decir podemos: ¡He estado en un concierto de Paul McCartney!